El coleccionable Ultimates de Panini a precio económico sigue relanzando series destacadas de su catálogo que ya contaban con ediciones previas más lustrosas para adquirir nueva popularidad. Hoy inicio el comentario de una de las más famosas y a la postre responsable en gran medida de ese mega producto fílmico llamado LOS VENGADORES.
THE ULTIMATES VOLUMEN 1, VENGADORES
de Mark Millar y Bryan Hitch: ***
de Mark Millar y Bryan Hitch: ***
Las notas del prólogo no dejan lugar a dudas sobre lo que vamos a encontrar en las páginas; un blockbuster hollywoodiense en todo su esplendor envasado en viñetas con casting opcional. Mark Millar, responsable directo del nuevo rumbo de estos Vengadores 2.0 para el siglo XXI y autor con escaso crédito para el que suscribe, viene a ser el revulsivo controlado con el que ejercer un buen lavado de cara a una franquicia en horas bajas. Pero lejos de intenciones rupturistas o auténticas ideas renovadoras, el escocés provocativo se limita a modernizar el equipo (recordemos que este cómic data de principios de 2002) con toda la tecnología y parafernalia al alcance de sus manos, humanizando un poco más algunos personajes, deslizando pequeñas líneas de fractura en otros, pero no alejándose demasiado de los contornos conocidos. Para ello aplica la fórmula episódica con indudable destreza, ubicando el punto de partida de la colección sobre el ancla moral e histórica del grupo, el Capitán América, en forma de un trepidante prólogo bélico a finales de la Segunda Guerra Mundial. Esta apabullante y básicamente visual entradilla sirve de termómetro con el que tomarle el pulso a toda la serie; espectacularidad visual, titánicas splash pages dobles, vertiginosa narración cinematográfica, impresionante puesta en escena a fin de cuentas apuntillada por chistes oportunos, poses molonas y medidas raciones de modernidad contemporáneas (presidente George Bush hijo incluído).
Para semejante derroche expansivo resultaba crucial contar con un dibujante capaz de generar todo el scope demandado por el guionista, siendo el elegido un Bryan Hitch ciertamente capaz que ya había demostrado su valía en cuanto a despliegue de pirotecnia en la estimable THE AUTHORITY, donde también participase Millar en su segunda parte. Aquí vuelve a acometer el esfuerzo necesario y el innegable impacto de su trabajo refuerza la idea evasiva del escocés ayudado por el llamativo color de Paul Monts. A lo largo de los primeros siete números aquí recopilados el dibujante hace gala de su eficaz narrativa al servicio del espectáculo, mientras algunos apuntes interesantes de escritura quedan diseminados aquí y allá otorgando cierto peso específico al relato, más con vistas a crear una sensación de coherencia global una vez se cierre el arco argumental en curso que a una demanda real por parte de la trama o los personajes en ella insertados. De este modo lo moderadamente divertido de presentar a Hulk como la primera amenaza autoconsciente del grupo, así como la manipulación de los medios para ocultar el hecho de su pertenencia al mismo o el empleo de sus derechos de imagen para películas y merchandising variado, arrojan la cantidad justa de cinismo con la que compensar la falta de mayor profundidad o aspiraciones de estos ULTIMATES. Algo que se corroborará en la siguiente entrega.
El tomito comentado pertenece, como se apunta al inicio, al coleccionable de tirada económica de Panini y cuenta con una edición evidentemente barata y resultona en tapa dura (más o menos), exenta de extras y reducida ligeramente respecto a su previo lanzamiento en tomo integral. Lo asequible de su adquisición y las bondades de una lectura entretenida sin más aseguran la recomendación general.
Para semejante derroche expansivo resultaba crucial contar con un dibujante capaz de generar todo el scope demandado por el guionista, siendo el elegido un Bryan Hitch ciertamente capaz que ya había demostrado su valía en cuanto a despliegue de pirotecnia en la estimable THE AUTHORITY, donde también participase Millar en su segunda parte. Aquí vuelve a acometer el esfuerzo necesario y el innegable impacto de su trabajo refuerza la idea evasiva del escocés ayudado por el llamativo color de Paul Monts. A lo largo de los primeros siete números aquí recopilados el dibujante hace gala de su eficaz narrativa al servicio del espectáculo, mientras algunos apuntes interesantes de escritura quedan diseminados aquí y allá otorgando cierto peso específico al relato, más con vistas a crear una sensación de coherencia global una vez se cierre el arco argumental en curso que a una demanda real por parte de la trama o los personajes en ella insertados. De este modo lo moderadamente divertido de presentar a Hulk como la primera amenaza autoconsciente del grupo, así como la manipulación de los medios para ocultar el hecho de su pertenencia al mismo o el empleo de sus derechos de imagen para películas y merchandising variado, arrojan la cantidad justa de cinismo con la que compensar la falta de mayor profundidad o aspiraciones de estos ULTIMATES. Algo que se corroborará en la siguiente entrega.
El tomito comentado pertenece, como se apunta al inicio, al coleccionable de tirada económica de Panini y cuenta con una edición evidentemente barata y resultona en tapa dura (más o menos), exenta de extras y reducida ligeramente respecto a su previo lanzamiento en tomo integral. Lo asequible de su adquisición y las bondades de una lectura entretenida sin más aseguran la recomendación general.
A mí "The Ultimates" de Millar y Hitch me parece un comic de super-héroes magnífico; en absoluto revolucionario, pero capaz de ofrecer como pocos esa dimensión lúdica quintaesencial del género, y tan sólo un peldaño por debajo de la alucinante etapa del propio Millar al frente de "The Authority". Y aquí, si se me permite el apunte pedante, hago un inciso: Hitch y Millar no coincidieron en aquella colección. El primero colaboró con el creador de la serie, Warren Ellis, en lo notables primeros 12 números de la cabecera, mientras que Millar se alió con Frank Quitely primero y Arthur Adams y Chris Weston después en los siguientes arcos argumentales.
ResponderEliminarQue luego Millar haya degenerado hasta convertirse en una sombra del escritor que un día fue no deslegitima sus mejores trabajos, entre los que yo incluiría tanto "The Authority" y "The Ultimates" como "Wanted", "Superman: Red Son" y, en menor medida, "Old Man Logan". Pero eso, claro, es una opinión tan válida y subjetiva como cualquier otra.
Gracias por el apunte. Cierto, Millar llegó después que Hytch a AUTHORITY. Y creo que la etapa de Ellis es superior a suya, que sin parecerme un mal profesional no lo considero un autor realmente destacable. Todo lo que le conozco no deja de ser un cliché hiperbólico y molón. Muy entretenido y bien construído en sus mejores casos (RED SON y OLD LOGAN para mi gusto), pero en el fondo con poca inventiva o profundidad.
ResponderEliminarNo obstante esto es solo mi opinión. Y dentro de ella considero estos ULTIMATES un producto mainstream más que digno que cumple con su cometido expansivo de modo ejemplar. Un espectáculo bien llevado.
Saludos en paralelo.