Poco cine consumido en estos meses. Volcado en las series de televisión y en otras ocupaciones, el número de películas para el recuerdo (bueno o malo) ha bajado algo. No obstante siempre hay títulos para destacar.
PELÍCULAS DESTACADAS VISTAS DURANTE MAYO-JUNIO 2016
47 RONIN: *
Si con JOHN WICK parecía haber encontrado el camino de su limitado potencial, Keanu Reeves se dejó llevar por la fantasía épica a caballo (desbocado) entre EL ULTIMO SAMURAI y THE QUEST (si, el horror de Van Damme), donde la testimonial inspiración en la historia verídica de los samurais que vengaron a su amo, sirve como excusa para un festival de naderías digitales de escasa relevancia narrativa, donde ni director, ni guión, ni actores, ni música sirven para salvar la función del aburrimiento moderado de su torrente de clichés con historia de amor metida con calzador.
HIGH-RISE: **3/4
Adaptar una novela de J.G.Ballard es toda una temeridad. Autores de mucho más talento y personalidad que Ben Wheatley lo han intentado y ni siquiera lograron salir victoriosos del envite. Se trata tanto de un tema de ritmo narrativo, donde la literatura no puede suplirse tan solo con cadencias de montaje y metáforas visuales evidentes, sino de atmósfera que se enrarece hasta aceptar como normal la mayor de las barbaridades. Meritoria en muchos aspectos visuales y en la elección de sus actores, el resultado sin embargo flaquea hasta desestabilizar el conjunto demasiado.
JACUZZI AL PASADO: ***
A veces de una auténtica estupidez surge una buena película de género. Es el caso de esta cinta, que usando la fórmula del viaje en el tiempo absurdo, consigue superar los límites de su punto de partida para lograr con mala uva, desmadre y un elenco acertado, divertir a base de destrozar los tópicos de toda una década. Aparte de la trama en sí, hay dos elementos que justifican el visionado: Crispin Glover y toda la subtrama de su brazo, y el descubrimiento de Rob Corddry como un actor de vena cómica insuperable. Y que salga Lizzy Caplan siempre se agradece.
THE REVENANT: **1/2
Quizás sean prejuicios, quizás sea manía, quizás sea la insoportable levedad de su ser, pero no aguanto el cine de Alejandro Gonzalez Iñarritu. Y lo afirmo consciente de un talento evidente en la narración como así lo demostró en 21 GRAMOS o BIRDMAN, grandes películas se vean como se vean. Sin embargo cuando no se alinean los astros a su alrededor en forma de libreto elaborado y fotografía portentosa o falla uno de los dos (el guión aquí), la pretenciosidad egomaníaca del director le sale por la culata y ni todo el virtuosismo técnico salva de altibajos su trabajo.
SPOTLIGHT: ***1/4
La película más destacada de la terna es el oscarizado drama de denuncia periodística basado en hechos reales SPOTLIGHT, dirigido por el sólido Thomas McCarthy. Pero en su asepsia narrativa, que intenta con gran pericia, distanciarse de los hechos y contar con objetividad el duro relato, olvida la implicación del espectador con sus personajes, lo cual juega en contra de la -escasa- emoción que genera su desarrollo, salvo en los contados momentos en los que a los actores (en especial Mark Rufalo y Michael Keaton) les dejan lucirse fugazmente. Aun así, muy recomendable.
THE WALK: ***
El cine de Robert Zemeckis posee la gracia artesanal de quien no tiene un auténtico repertorio personal temático que explorar y se limita a jugar con la narrativa cinematográfica a su antojo. Esto ofrece una ventaja importante que le hace desmarcarse de compañeros de generación caídos en el olvido, y es que su adaptabilidad para contar historias permanece intacta aun cuando las historias que cuenta sean meras excusas argumentales sin auténtica relevancia dramática. Eso y que Joseph Gordon-Levitt borda todo lo que hace últimamente.