El 2012 acaba, pero el mundo -no se si por fortuna o por desgracia la verdad- tal y como lo hemos conocido este año no parece que vaya a terminar. Para poder ir a mejor primero hay que ir a peor, y dados los referentes más cercanos está claro que aun no hemos tocado fondo.
CRISIS NO, LO SIGUIENTE
La pregunta evidentemente es; ¿donde está el fondo?. Este humilde escribiente goza de placeres sencillos y no puede atestiguar a ciencia cierta si en caso de disponer de miles y miles de euros para dilapidar mensualmente no caería en la decadencia de los pudientes olvidando y dando de lado cualquier consideración para con su buena estrella que no sea el disfrutarla. Estar con los amigos, ver una buena película, leer un cómic o un libro estimulante, disfrutar de la compañía de los queridos e incluso, ¡diablos, por qué no!, trabajar en alguna ocupación medianamente satisfactoria y no vivir de ella atemorizado por perder el salario con el que me sustento, se me atisban los elementos necesarios e indispensables para no caer en manos de la locura.
Asentados en una sociedad democrática (parodia de sociedad a estas alturas diría yo) de consumo, asistimos cada día cual John Doe moralmente inane a la conversión de esta en una mejor definida Sociedad Consumista Aparentemente Democrática. Un deshilachado intento de los gobernantes y sus amos de títeres, las Corporaciones, Bancos y Lobbys variados, de mantener la zanahoria al final de la cuerda en forma de I-Phones, partidos del siglo, lotería y vacaciones de verano. Todo ello al son del "demos gracias porque con la que está cayendo podría ser peor". Sin duda. Pero también podría y debería ser mejor. Solo que resulta más fructífero y menos peligroso para el establishment fomentar el miedo, los planes quinquenales de aniquilación de puntos móviles a cambio de penicilina adulterada y la explotación de la democracia desde el punto de vista político cortoplacista de turno que colaborar por una ínfima mejora.
Al borde de los 6 millones de luneros al sol (más los muchos no declarados), aun nos intentan vender la moto de la política, cuando la política es en estos días la mejor estrategia de marketing que las manos negras en la sombra jamás soñaron, el camino más directo al control y adocenamiento legal de la masa enfervorecida por el fútbol continuo y martilleante o la indignación por quedarnos sin el último gadget tecnológico. Mientras, la progresiva pérdida de derechos constitucionales ganados en una época en la que la creencia en una vida mejor todavía se respiraba auténtica, se vive con la apática indiferencia de la sopa boba.
Los políticos son el cáncer de esta sociedad y nosotros los toleramos, los toleramos por que son habituales y peor, porque se creen indispensables. Nuestros políticos españoles (hablando de más o menos el 90% de ellos, al resto no les conozco) son nuestro cáncer particular, una masa informe de aprovechados corruptos perpetuados de modo familiar y amiguista en los escasos quehaceres que ellos mismos crean para dar sueldos de lujo vitalicios a inútiles crónicos y sanguijuelas elitistas. No me entiendan mal, admiro, respeto y envidio a aquellos que con su talento y conocimiento con capaces de generar grandes riquezas. Pero no a costa del sometimiento y sufrimiento ajeno. Y nuestros gobernantes son justo la peor calaña de los autoproclamados gerentes del negocio de la sociedad, la que sin talento o conocimiento y solo a base de avaricia y egoísmo destruye poco a poco y hace sufrir a las personas que les han elegido (entre comillas cósmicas esto último) para hacer de este mundo un sitio mejor, encargándose cada cuatro años unos y otros de conseguir justo lo contrario de un tiempo a esta parte, excepto para ellos mismos claro está.
Ya no hay banderas, solo corporaciones. No hay justicia o equilibrio, solo intereses propios y beneficios inaplazables. No hay creencias, solo móviles de última generación. Y a buen seguro aun nos quedan cosas peores por vivir. El 2012 se acaba con la Crisis alcanzando máximos históricos de inoperancia social, económica, moral, ética y vital.
¿Qué es lo siguiente?
En cualquier caso mis mejores deseos a todos para el 2013, quizás entre algunos -todos se que es imposible- logremos alguna mejora. ¡Saludos en paralelo!
PD: Habrán notado que el título del artículo lleva incluida la popular muletilla actual "...no, lo siguiente", por la que siento un odio especial. No es casualidad...
CRISIS NO, LO SIGUIENTE
La pregunta evidentemente es; ¿donde está el fondo?. Este humilde escribiente goza de placeres sencillos y no puede atestiguar a ciencia cierta si en caso de disponer de miles y miles de euros para dilapidar mensualmente no caería en la decadencia de los pudientes olvidando y dando de lado cualquier consideración para con su buena estrella que no sea el disfrutarla. Estar con los amigos, ver una buena película, leer un cómic o un libro estimulante, disfrutar de la compañía de los queridos e incluso, ¡diablos, por qué no!, trabajar en alguna ocupación medianamente satisfactoria y no vivir de ella atemorizado por perder el salario con el que me sustento, se me atisban los elementos necesarios e indispensables para no caer en manos de la locura.
Asentados en una sociedad democrática (parodia de sociedad a estas alturas diría yo) de consumo, asistimos cada día cual John Doe moralmente inane a la conversión de esta en una mejor definida Sociedad Consumista Aparentemente Democrática. Un deshilachado intento de los gobernantes y sus amos de títeres, las Corporaciones, Bancos y Lobbys variados, de mantener la zanahoria al final de la cuerda en forma de I-Phones, partidos del siglo, lotería y vacaciones de verano. Todo ello al son del "demos gracias porque con la que está cayendo podría ser peor". Sin duda. Pero también podría y debería ser mejor. Solo que resulta más fructífero y menos peligroso para el establishment fomentar el miedo, los planes quinquenales de aniquilación de puntos móviles a cambio de penicilina adulterada y la explotación de la democracia desde el punto de vista político cortoplacista de turno que colaborar por una ínfima mejora.
Al borde de los 6 millones de luneros al sol (más los muchos no declarados), aun nos intentan vender la moto de la política, cuando la política es en estos días la mejor estrategia de marketing que las manos negras en la sombra jamás soñaron, el camino más directo al control y adocenamiento legal de la masa enfervorecida por el fútbol continuo y martilleante o la indignación por quedarnos sin el último gadget tecnológico. Mientras, la progresiva pérdida de derechos constitucionales ganados en una época en la que la creencia en una vida mejor todavía se respiraba auténtica, se vive con la apática indiferencia de la sopa boba.
Los políticos son el cáncer de esta sociedad y nosotros los toleramos, los toleramos por que son habituales y peor, porque se creen indispensables. Nuestros políticos españoles (hablando de más o menos el 90% de ellos, al resto no les conozco) son nuestro cáncer particular, una masa informe de aprovechados corruptos perpetuados de modo familiar y amiguista en los escasos quehaceres que ellos mismos crean para dar sueldos de lujo vitalicios a inútiles crónicos y sanguijuelas elitistas. No me entiendan mal, admiro, respeto y envidio a aquellos que con su talento y conocimiento con capaces de generar grandes riquezas. Pero no a costa del sometimiento y sufrimiento ajeno. Y nuestros gobernantes son justo la peor calaña de los autoproclamados gerentes del negocio de la sociedad, la que sin talento o conocimiento y solo a base de avaricia y egoísmo destruye poco a poco y hace sufrir a las personas que les han elegido (entre comillas cósmicas esto último) para hacer de este mundo un sitio mejor, encargándose cada cuatro años unos y otros de conseguir justo lo contrario de un tiempo a esta parte, excepto para ellos mismos claro está.
Ya no hay banderas, solo corporaciones. No hay justicia o equilibrio, solo intereses propios y beneficios inaplazables. No hay creencias, solo móviles de última generación. Y a buen seguro aun nos quedan cosas peores por vivir. El 2012 se acaba con la Crisis alcanzando máximos históricos de inoperancia social, económica, moral, ética y vital.
¿Qué es lo siguiente?
En cualquier caso mis mejores deseos a todos para el 2013, quizás entre algunos -todos se que es imposible- logremos alguna mejora. ¡Saludos en paralelo!
PD: Habrán notado que el título del artículo lleva incluida la popular muletilla actual "...no, lo siguiente", por la que siento un odio especial. No es casualidad...