Hoy reseña/crítica/comentario de EL GABINETE DEL DOCTOR SALGARI, otro de los más brillantes trabajos de Valenzuela ajeno a la saga torrezna, que ve construida su estructura sobre los reconocibles cimientos de la fábula metafórica de un moderno Chaucer de diván.
EL GABINETE DEL DOCTOR SALGARI de S. Valenzuela: ****
De nuevo el autor aprovecha una estructura literaria e innumerables referencias de peso para elaborar una receta con ocho amargos ingredientes desglosables en viñetas en blanco y negro con adicional análisis clínico ulterior. Un prodigio de inventiva y narrativa en dosis variables que van desde mínimas aunque poderosas historias cortas de poco más de cinco hojas, hasta una extensa aventura final de más de veinte, recopiladas todas ellas a modo de expediente médico dibujado y psicoanalizado por un discutible doctor de dudosos méritos en el campo de la salud mental. Si algo destaca por encima de los múltiples logros de esta obra es su impresionante apartado gráfico, sin duda el más elaborado y desafiante de toda la carrera de Valenzuela junto a las monumentales splash pages de PLAZA ELÍPTICA, la séptima entrega de aventuras torreznas.
Destacan dentro de un conjunto sólido y conseguido las siguientes historias: "Le llamaban Trinidad", por su reflexión metafísica y prodigiosa estructura geométrica en consonancia al recorrido del personaje protagonista de la misma y "La sombra de una torre" por ser un deslumbrante ejercicio pictórico al tiempo que una feroz crítica a los estamentos religiosos y la manipulación de las masas, que conecta ideas y paralelismos con la mencionada PLAZA ELÍPTICA en su despedazamiento del discurso abanderado del "Dios lo quiere". Aunque el pasaje más mordaz y divertido lo encontraremos en "Yo pasee con una zombie", un ejemplo de humor negro salvaje y certero que los que hayan habitado en zona más o menos rural y de rancia beatería a la par que retrógrada e hipócrita condición encontrarán particularmente hilarante. Pero es sin duda su último y extenso relato "La somnolencia de los héroes" la joya de la corona; un recorrido existencial por los vericuetos del mito, la literatura como medio de inmortalidad y la modificación de la historia escrita como herramienta de adocenamiento y control. Un portentoso ejercicio narrativo a incluir entre lo más logrado de Valenzuela.
La edición, por parte de Astiberri en esta ocasión, goza de una exquisita presentación en curioso formato apaisado de rústica con solapas. Con algo más de cien páginas, voz única y trazo inconfundible, el autor despliega su talento en un trabajo laborioso y exigente que se recomienda como lectura pausada y atenta para obtener todo el jugo que es capaz de ofrecer, que es mucho. Una gran obra.
Destacan dentro de un conjunto sólido y conseguido las siguientes historias: "Le llamaban Trinidad", por su reflexión metafísica y prodigiosa estructura geométrica en consonancia al recorrido del personaje protagonista de la misma y "La sombra de una torre" por ser un deslumbrante ejercicio pictórico al tiempo que una feroz crítica a los estamentos religiosos y la manipulación de las masas, que conecta ideas y paralelismos con la mencionada PLAZA ELÍPTICA en su despedazamiento del discurso abanderado del "Dios lo quiere". Aunque el pasaje más mordaz y divertido lo encontraremos en "Yo pasee con una zombie", un ejemplo de humor negro salvaje y certero que los que hayan habitado en zona más o menos rural y de rancia beatería a la par que retrógrada e hipócrita condición encontrarán particularmente hilarante. Pero es sin duda su último y extenso relato "La somnolencia de los héroes" la joya de la corona; un recorrido existencial por los vericuetos del mito, la literatura como medio de inmortalidad y la modificación de la historia escrita como herramienta de adocenamiento y control. Un portentoso ejercicio narrativo a incluir entre lo más logrado de Valenzuela.
La edición, por parte de Astiberri en esta ocasión, goza de una exquisita presentación en curioso formato apaisado de rústica con solapas. Con algo más de cien páginas, voz única y trazo inconfundible, el autor despliega su talento en un trabajo laborioso y exigente que se recomienda como lectura pausada y atenta para obtener todo el jugo que es capaz de ofrecer, que es mucho. Una gran obra.
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