Hoy reseña/crítica/comentario de PERSÉPOLIS. Comentaba acertadamente el crítico cinematográfico de uno de mis blogs de referencia Int sobre una afamada película de Steven Spielberg, que "las buenas intenciones no son suficientes para hacer bueno un film". No puedo sino aprovechar y estar más que de acuerdo con dicha afirmación al hablar de este popular trabajo comiquero.
PERSÉPOLIS de Marjane Satrapi: **1/2
No se lleven las manos a la cabeza, no voy a poner a caer de un burro una de las obras que han revitalizado y redirigido el interés del lector popular reciente hacia el tebeo. Cualquier creación capaz de captar atención hacia el Noveno Arte tiene de antemano ganado mi beneficio de la duda, pero lo cierto es que completada su lectura planea la sombra de la decepción sobre casi todo el cómic en cuestión. Disculpen, quise decir aquí novela gráfica, porque en esencia la obra de Satrapi viene a ser la condensación y al tiempo sublimación de los estilemas de dicha etiqueta con marchamo de sección fija en las estanterías de la Fnac para reclamo de gafapastismos varios. Me explicaré de modo algo más extenso ya que las críticas laudatorias suelen ser más fácilmente diseccionadas y digeridas frente al saco de justificaciones y argumentos que se deben ponerse en la balanza de los comentarios negativos. PERSÉPOLIS me parece un libro correcto tirando a insípido -sino directamente pobre en algunos casos- en lo gráfico y meramente funcional en lo narrativo. Como decía Int, hablar de un tema serio no supone que la obra construída alrededor de dicho tema se sostenga por si sola por el hecho de abordar cuestiones graves. Más bien necesitará de un andamiaje y cimentación mucho más consistentes que otros trabajos, a priori, más livianos si lo que se quiere es precisamente aprovechar ese concepto de gravedad temática con todas sus consecuencias.
De este modo Satrapi cumple con todas las reglas esperables del concepto narrativo autobiográfico, con el añadido político y social del conflicto en Irán que enriquece moderadamente el escenario y que la autora aprovecha para presentar y diseccionar de forma didáctica, esquemática, quizás demasiado simplificada, pero coherente y respetuosa. Aparte de estos elementos, que quedan tratados con solidez y buen gusto, el resto de la narración se embarca en el choque cultural de su primer viaje a Europa, en las experiencias vitales y el drama personal de la protagonista, que sin dejar de resultar interesantes no aplica en su plasmación gráfica un enfasis especial o un destello autoral destacable con los que apreciar una auténtica firma, algo de estilo con voz propia. En este sentido resulta obligatorio destacar la enorme deuda estética y moral que PERSÉPOLIS tiene con David B. en general y con EPILÉPTICO en particular. Resultando el trabajo de Satrapi un eco muy lejano y menor de aquel, al que imita y del que adopta todos sus postulados, soslayando el hecho capital que el responsable de EL JARDÍN ARMADO posee un imaginario visual y personal único, metafórico, poético, florido, mientras que la iraní apenas utiliza las líneas maestras de un arte que emplea superficialmente para contar unos acontecimientos terribles que nunca consigue convertir en apasionantes.
Esa es la principal tara narrativa que le encuentro a esta obra. Eficaz y funcional, nunca llega a conmover o arrancar auténticos sentimientos con su lectura. Al menos a mí. Además, que la aportación artística sea tan neutra y en ocasiones incluso rudimentaria le resta todavía más enteros al conjunto y lo que se anuncia como indispensable en el sub-género de la "novela gráfica", queda muy lejos de serlo. En este mismo campo puedo citar numerosas obras mucho más interesantes y excitantes como PÍLDORAS AZULES de Peeters, SOFIA Y EL NEGRO de Vanistendael, BLANKETS de Thompson, NUNCA ME HAS GUSTADO de Brown, PIERO de Baudoin, FUN HOME de Bechdel, por no mencionar las magistrales ALEC de Campbell, EL ARTE DE VOLAR de Altarriba y Kim, PARACUELLOS de Giménez y por supuesto la referencial EPILÉPTICO de David B. Cualquiera de todas ellas iría por delante de PERSÉPOLIS en una recomendación personal para con este tipo de trabajo. No obstante hay que reconocerle el mérito y los valores -que los tiene- del libro, tanto se trata de una compilación de cuatro tomos anuales cuya entrega inicial suponía el primer trabajo destacado de Satrapi, solidificando en subsiguientes aportaciones esa sobriedad y concreción que se convierten en -somero- signo de identidad y logra con ellos que la lectura nunca sea pesada o aburrida, citando datos, fechas y acontecimientos históricos y contemporáneos que quedan integrados con fluidez en el discurso y le aportan esa perspectiva social -que apuntábamos arriba- que tan lustrosamente luce como emblema el cómic.
La estupenda edición de Norma en tapa dura y buena reproducción del blanco y negro ha añadido en posteriores reediciones un epílogo a color y la faja externa correspondiente que acredita las multitudinarias ventas que, merecidas o no, ha tenido y sigue teniendo PERSÉPOLIS, adaptación cinematográfica de animación incluida y publicación de cualquier otro escrito por parte de Satrapi. Un trabajo agradable y asequible, de esos que se pueden recomendar y regalar a neófitos con la confianza de lo predecible, puesto que funciona a todos los niveles esperables, aunque no sorprenda ni aporte nada a ninguno de ellos.
De este modo Satrapi cumple con todas las reglas esperables del concepto narrativo autobiográfico, con el añadido político y social del conflicto en Irán que enriquece moderadamente el escenario y que la autora aprovecha para presentar y diseccionar de forma didáctica, esquemática, quizás demasiado simplificada, pero coherente y respetuosa. Aparte de estos elementos, que quedan tratados con solidez y buen gusto, el resto de la narración se embarca en el choque cultural de su primer viaje a Europa, en las experiencias vitales y el drama personal de la protagonista, que sin dejar de resultar interesantes no aplica en su plasmación gráfica un enfasis especial o un destello autoral destacable con los que apreciar una auténtica firma, algo de estilo con voz propia. En este sentido resulta obligatorio destacar la enorme deuda estética y moral que PERSÉPOLIS tiene con David B. en general y con EPILÉPTICO en particular. Resultando el trabajo de Satrapi un eco muy lejano y menor de aquel, al que imita y del que adopta todos sus postulados, soslayando el hecho capital que el responsable de EL JARDÍN ARMADO posee un imaginario visual y personal único, metafórico, poético, florido, mientras que la iraní apenas utiliza las líneas maestras de un arte que emplea superficialmente para contar unos acontecimientos terribles que nunca consigue convertir en apasionantes.
Esa es la principal tara narrativa que le encuentro a esta obra. Eficaz y funcional, nunca llega a conmover o arrancar auténticos sentimientos con su lectura. Al menos a mí. Además, que la aportación artística sea tan neutra y en ocasiones incluso rudimentaria le resta todavía más enteros al conjunto y lo que se anuncia como indispensable en el sub-género de la "novela gráfica", queda muy lejos de serlo. En este mismo campo puedo citar numerosas obras mucho más interesantes y excitantes como PÍLDORAS AZULES de Peeters, SOFIA Y EL NEGRO de Vanistendael, BLANKETS de Thompson, NUNCA ME HAS GUSTADO de Brown, PIERO de Baudoin, FUN HOME de Bechdel, por no mencionar las magistrales ALEC de Campbell, EL ARTE DE VOLAR de Altarriba y Kim, PARACUELLOS de Giménez y por supuesto la referencial EPILÉPTICO de David B. Cualquiera de todas ellas iría por delante de PERSÉPOLIS en una recomendación personal para con este tipo de trabajo. No obstante hay que reconocerle el mérito y los valores -que los tiene- del libro, tanto se trata de una compilación de cuatro tomos anuales cuya entrega inicial suponía el primer trabajo destacado de Satrapi, solidificando en subsiguientes aportaciones esa sobriedad y concreción que se convierten en -somero- signo de identidad y logra con ellos que la lectura nunca sea pesada o aburrida, citando datos, fechas y acontecimientos históricos y contemporáneos que quedan integrados con fluidez en el discurso y le aportan esa perspectiva social -que apuntábamos arriba- que tan lustrosamente luce como emblema el cómic.
La estupenda edición de Norma en tapa dura y buena reproducción del blanco y negro ha añadido en posteriores reediciones un epílogo a color y la faja externa correspondiente que acredita las multitudinarias ventas que, merecidas o no, ha tenido y sigue teniendo PERSÉPOLIS, adaptación cinematográfica de animación incluida y publicación de cualquier otro escrito por parte de Satrapi. Un trabajo agradable y asequible, de esos que se pueden recomendar y regalar a neófitos con la confianza de lo predecible, puesto que funciona a todos los niveles esperables, aunque no sorprenda ni aporte nada a ninguno de ellos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario