Hoy nueva entrada recordatoria de la grandeza del autor de BAJO EL FUEGO con una de sus más memorables creaciones de la década de los noventa.
BASIC INSTINCT de Jerry Goldsmith: ****1/2
De los tres trabajos que el maestro Jerry Goldsmith realizó para el visceral y potente Paul Verhoeven, INSTINTO BÁSICO quizás no sea el mejor considerado entre los fans del compositor, pero sin duda es el más interesante y psicológico, el de más profundas raíces emocionalmente perturbadoras. El arrollador frenetismo y espectacularidad de DESAFÍO TOTAL se llevó la ovación del aficionado más básico de Goldsmith (nunca mejor dicho, tanto se trataba de una modélica banda sonora en un género, la acción, en el que el compositor fue el auténtico número uno, siendo dicho trabajo una de sus obras más redondas y pletóricas en ese registro) y EL HOMBRE SIN SOMBRA pasaría a ser su ultimo e incomprendido gran trabajo por los matices orquestales ascendentes y descendentes asociados a los estados de visibilidad e invisibilidad con los que se juega a lo largo de la trama. Pero con su partitura para el film de violencia y sexo que lanzaría al estrellato a Sharon Stone, el californiano lograría cotas de expresividad e implicación sonora con las imágenes y la narración realmente excepcionales.
Baste con citar el sinuoso, sugerente y de eco herrmanniano, tema central como base de una composición intensa, que se debate (con dicha melodía como piedra angular de esta afirmación) entre un soterrado romanticismo malsano y una sensación de amenaza latente. Durante los momentos más agresivos, el compositor acudirá directamente a su impactante escritura polifónica y sincopada marca de la casa, para ofrecer contundentes pasajes de acción como "Night Life" o "Roxy Loses", donde los sintetizadores fusionados milimétricamente con la portentosa National Philarmonic Orchestra adquieren su mayor protagonismo. Goldsmith emplea mayoritariamente la sección de cuerda para la descripción de las emociones de atracción y miedo que el policía siente por la sospechosa hasta caer irremediablemente atrapado en sus redes y envuelto en un caso que juega con él, tanto como ella. Mientras, el viento y la percusión sobresaldrán en los instantes de acción.
Aun así, la insuperable fusión de música e imagen en momentos como el inédito "Don´t Smoke" (con reminiscencias a otra obra maestra del autor como es ALIEN), o el superior si cabe "Crossed Leggs", acompañando una secuencia ya legendaria, elevan a Goldsmith por las intenciones de seducir al espectador y por ende al oyente, a la categoría de genio y a la banda sonora a rozar la perfección. En este momento, de forma serpenteante, lasciva y sugerente, el tema central es reconstruido y alterado maliciosamente, hasta crear un alucinante baile sonoro que transmite tanto la inocencia pervertida del juego al que Stone somete a los presentes en su interrogatorio, como la sospecha e interés que levanta en Douglass. Una clase magistral en cuatro minutos y cincuenta segundos sobre cómo componer música de cine.
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