Hoy reseña/crítica/comentario de NEXT MEN VOLUMEN 1. El lanzamiento de títulos como el hoy comentado siempre despierta un elevado grado de expectación en el comiquero con cierto bagage y grandes dosis de encariñamiento hacia las dos últimas décadas del pasado siglo.
NEXT MEN VOLUMEN 1 de John Byrne: ***1/2
Pese a que por sistema suelo obviar las informaciones reiterativas que todo el mundo minimamente aficionado ya conoce, me veo en la obligación de apuntar la píldora biográfica del británico John Byrne, autor de grandes etapas (y memorables visualizaciones) de X-MEN o SUPERMAN, habiendo navegado y dejando su huella con notable éxito por lo tanto en Marvel y DC. Pero con la ambición que se le supone a cualquier artista inquieto abordó, a través de la compañía Dark Horse bastante más independiente y menos restrictiva para con los derechos de creación de los personajes que las grandes antes citadas, el desarrollo de una colección propia a comienzos de los noventa, que no es otra que esta NEXT MEN. Publicados poco más de treinta números quedó en el aire hasta 2010 y dos años más tarde la concluiría definitivamente alcanzando las 44 entregas. A lo largo de este primer tomo (de cuatro) encontraremos una aventura plenamente consciente desde su arranque de una narración y estructura desarrollada con las miras puestas en el largo plazo. Un primer episodio autónomo y un tanto desconcertante hace las veces de presentación del manido futuro distópico, el héroe crepuscular que cede el relevo de su misión y el villano de turno. Todo resuelto con gracia y agilidad, pero un tanto sobado. Sin embargo poco queda de este arranque cuando acto seguido la serie presenta a los auténticos protagonistas del relato.
Es entonces cuando NEXT MEN adquiere los mimbres que la definen en realidad, desarrollando Byrne un ejemplar ritmo narrativo a varios niveles. Primero -olvidándose aparentemente de todo lo expuesto en su prólogo excepto del malo- sumerge a los jóvenes integrantes del futuro super-grupo en un sueño virtual desde el cual controlarlos a medida que los modifica un ambicioso senador. Anticipando ideas de LOS INVISIBLES y por extensión de MATRIX, el autor pronto pone en movimiento las fichas, jugando siempre con el continuará, vertiginosas y espectaculares escenas de acción, la huída constante como método propulsivo o los giros y cliffhangers como cierres climáticos de cada entrega. Un entretenimiento en toda regla aderezado por unos lápices de firma inconfundible. Byrne es un dibujante más que solvente en la anatomía gestual aunque bastante limitado en la caracterización individual de personajes, lo cual le lleva a potenciar su gran habilidad en la secuenciación gráfica, dinámica y directa, bastante precisa en lo relativo al desarrollo dramático de la trama. Su trabajo funciona y no se detiene en detalles innecesarios, es un artesano del mainstream en la mejor acepción del término y promete divertirnos durante todo el recorrido.
Luces y sombras para la edición que Norma entrega, de impecable formato en tapa dura y con elegante sobrecubierta satinada, pero exenta por completo de extras de cualquier tipo; texto alguno que ponga en antecedentes históricos, píldora biográfica del autor, comentario sobre Dark Horse, bocetos, qué se yo, algo. Pero lo peor es la calidad de los escaneados, bastante pobre, con la línea de lápiz desdibujada en muchas viñetas y una impresión del color apagada y lánguida que flaco favor le hace al anterior defecto. En fin, o esto o nada. Al menos prometen editarla al completo, crucemos los dedos.
Es entonces cuando NEXT MEN adquiere los mimbres que la definen en realidad, desarrollando Byrne un ejemplar ritmo narrativo a varios niveles. Primero -olvidándose aparentemente de todo lo expuesto en su prólogo excepto del malo- sumerge a los jóvenes integrantes del futuro super-grupo en un sueño virtual desde el cual controlarlos a medida que los modifica un ambicioso senador. Anticipando ideas de LOS INVISIBLES y por extensión de MATRIX, el autor pronto pone en movimiento las fichas, jugando siempre con el continuará, vertiginosas y espectaculares escenas de acción, la huída constante como método propulsivo o los giros y cliffhangers como cierres climáticos de cada entrega. Un entretenimiento en toda regla aderezado por unos lápices de firma inconfundible. Byrne es un dibujante más que solvente en la anatomía gestual aunque bastante limitado en la caracterización individual de personajes, lo cual le lleva a potenciar su gran habilidad en la secuenciación gráfica, dinámica y directa, bastante precisa en lo relativo al desarrollo dramático de la trama. Su trabajo funciona y no se detiene en detalles innecesarios, es un artesano del mainstream en la mejor acepción del término y promete divertirnos durante todo el recorrido.
Luces y sombras para la edición que Norma entrega, de impecable formato en tapa dura y con elegante sobrecubierta satinada, pero exenta por completo de extras de cualquier tipo; texto alguno que ponga en antecedentes históricos, píldora biográfica del autor, comentario sobre Dark Horse, bocetos, qué se yo, algo. Pero lo peor es la calidad de los escaneados, bastante pobre, con la línea de lápiz desdibujada en muchas viñetas y una impresión del color apagada y lánguida que flaco favor le hace al anterior defecto. En fin, o esto o nada. Al menos prometen editarla al completo, crucemos los dedos.
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