Hoy reseña/crítica/comentario de STARMAN VOLUMEN 3. La impecable línea dramática y estilística que mantiene la serie de James Robinson ofrece un tercer volumen ejemplar que amplía la sensación de maravilla y el disfrute sobre la misma gracias a aportaciones tan inteligentes como todo un arco argumental dedicado a Shade.
STARMAN VOLUMEN 3 de James Robinson y Tony Harris: ***3/4
No solo se amplifica el contenido emocional de la saga, auténtico motor en el devenir existencial de Jack Knight, sino que este se retuerce en manos del guionista para emplearlo como medio de exploración de conceptos tan interesantes como el perdón, el amor, la admiración o la disección de la idea heroica desde un prisma ético-histórico-moral dentro del propio universo DC, en un recorrido -y ejercicio de conocimiento enciclopédico por parte de Robinson- emocionante y sentido que culmina la mejor "Charla con David" (con un trabajo de Tony Harris impresionante) hasta ahora expuesta en la colección, la numerada con el año 97. Pero retomando la entradilla, si por algo sorprende (y supera ligeramente a los dos anteriores volúmenes) este libro es por ceder a un secundario de peso, pero secundario a fin de cuentas, el rol primario del relato en todo un arco argumental de cuatro números en el que se desarrolla con tanta profundidad y detalle como los dedicados a Jack, la personalidad y vericuetos vitales de ese personaje tan atractivo como ambiguo que es Shade.
Asímismo el ciclo titulado "Artefactos Infernales" consigue, a la Starlin, que la muerte de un personaje recurrente de la serie, incluso con su menor calado y trascendencia, suponga todo un mazazo emocional, y la capitulación ante las ramificaciones de un evento de este signo en STARMAN se aborden y desarrollen con una sensibilidad y respeto encomiables. Igualmente interesantes resultan el episodio dedicado a Will Payton, un breve Starman -muy molón y noventero en la línea de aquel Capitán Atom de la LJE-, donde se aborda de nuevo el estigma superheroico desde un punto de vista inusual, muy curioso o el dedicado al archienemigo(a) de Jack, La Niebla, en el que demuestra todo su talento para hacer el mal sin atender a convencionalismos del género (osea, que se carga a un puñado de héroes definitivamente)
El emotivo cierre del presente tomo a cargo del "Starman Secret Files 1" aquí incluido como "Charla con Ted, charla con Jack", ratifica la magnífica sensación global que ofrece su lectura, soslayando incluso el vaivén artístico en su dibujo (que en ocasiones alcanza el talento de su titular con aportaciones de la altura de Phil Jimenez, Michael Zulli, Gene Ha o J.H. Williams III), y que ejemplifica con una deliciosa escritura en forma de peculiar carta de amor al género pijamero, que las relaciones paterno-filiales son a la postre el gran tema explorado por James Robinson a lo largo de esta cada vez mejor colección. Planeta mantiene el brillante envoltorio, otra vez con numerosos extras, tapa dura y papel de gran calidad. Lo que la serie merece.
Asímismo el ciclo titulado "Artefactos Infernales" consigue, a la Starlin, que la muerte de un personaje recurrente de la serie, incluso con su menor calado y trascendencia, suponga todo un mazazo emocional, y la capitulación ante las ramificaciones de un evento de este signo en STARMAN se aborden y desarrollen con una sensibilidad y respeto encomiables. Igualmente interesantes resultan el episodio dedicado a Will Payton, un breve Starman -muy molón y noventero en la línea de aquel Capitán Atom de la LJE-, donde se aborda de nuevo el estigma superheroico desde un punto de vista inusual, muy curioso o el dedicado al archienemigo(a) de Jack, La Niebla, en el que demuestra todo su talento para hacer el mal sin atender a convencionalismos del género (osea, que se carga a un puñado de héroes definitivamente)
El emotivo cierre del presente tomo a cargo del "Starman Secret Files 1" aquí incluido como "Charla con Ted, charla con Jack", ratifica la magnífica sensación global que ofrece su lectura, soslayando incluso el vaivén artístico en su dibujo (que en ocasiones alcanza el talento de su titular con aportaciones de la altura de Phil Jimenez, Michael Zulli, Gene Ha o J.H. Williams III), y que ejemplifica con una deliciosa escritura en forma de peculiar carta de amor al género pijamero, que las relaciones paterno-filiales son a la postre el gran tema explorado por James Robinson a lo largo de esta cada vez mejor colección. Planeta mantiene el brillante envoltorio, otra vez con numerosos extras, tapa dura y papel de gran calidad. Lo que la serie merece.
no recuerdo si era en este volumen,o en el 4º. Me suena que era en este, donde tiene una historia fascinante de Mignola con BATMAN y HELLBOY, llama de Dioses y Monstruos o algo asi, que me encantó. y me encanta además de que a medida que se hace la lectura poco a poco van encajando las piezas del puzzle. LECTURA IMPRESCINDIBLE
ResponderEliminarEl pequeño arco de Mignola acontece en el volumen 4, de próximo comentario. Pero cierto es que las tramas y apuntes previos pendientes van uniéndose poco a poco, configurando un todo cohesionado y coherente que comienza a dar la auténtica dimensión del gran trabajo acometido por Robinson.
ResponderEliminarUn gran cómic. Saludos en paralelo.