Neil Gaiman es un autor consagrado y consistente que sabe apreciar un buen cheque como cualquier otro autor de éxito. Que de su pluma no salga basura en sus aportaciones menos consistentes no quiere decir que todo lo que escriba sea particularmente lúcido. No obstante, suele cumplir.
1602 de Neil Gaiman, Andy Kubert y Richard Isanove: ***
Sin pretensión alguna ni ideas preconcebidas al respecto he abordado 1602 por la admiración que siento por el artífice máximo de una de las, para el que escribe, mejores obras en cómic de todos los tiempos; SANDMAN. Sin pretensiones porque se, como apunto arriba, que el escritor es capaz de cobrar sin despeinarse por naderías como NEVERWHERE o ¿QUE LE SUCEDIÓ AL CRUZADO ENMASCARADO?, y sin ideas preconcebidas porque no soy un marvelita de pro como he confesado en más de una ocasión. No obstante el renombre del trabajo, el apellido de su autor y el más que asequible precio de la edición comentada en el cómodo coleccionable de turno que lo recupera de modo integral sin extras pero a un precio super reducido, han sido motivos más que suficientes para arriesgar. Y he de reconocer que la jugada ha salido bien. El trabajo entretiene, resulta dinámico y supongo que todo un "tour de force" para los fanáticos de la casa de las ideas en su simpática presentación del "what if" que plantea en la época isabelina tan querida por Gaiman.
Un tebeo que demuestra el conocimiento y habilidad natural del responsable de CORALINE para hilar tramas y sacarse de la manga propuestas resultonas con las que jugar y plantear al lector el (en este caso sencillo) reto de identificar las referencias del Universo Marvel en un pasado a caballo entre lo histórico y lo mágico, una época forzada a adelantarse en ver nacer a sus héroes más icónicos y poderosos. Sin llegar a aportar ninguna dosis de genialidad, Gaiman cumple, contando para embellecer el espectáculo con un Andy Kubert expansivo y narrativamente eficaz, portadas magníficas -reproducidas- de Todd Klein y el colorido molón de Richard Isanove. Un correcto tebeo que se puede disfrutar moderadamente si se consigue aislar su lectura de la premisa referencial que lo origina, pero que definitivamente alcanza su plenitud teniéndolo en cuenta dentro de la mitomanía marvelómana que le da sentido. Una obra recomendable en cualquier caso.
Un tebeo que demuestra el conocimiento y habilidad natural del responsable de CORALINE para hilar tramas y sacarse de la manga propuestas resultonas con las que jugar y plantear al lector el (en este caso sencillo) reto de identificar las referencias del Universo Marvel en un pasado a caballo entre lo histórico y lo mágico, una época forzada a adelantarse en ver nacer a sus héroes más icónicos y poderosos. Sin llegar a aportar ninguna dosis de genialidad, Gaiman cumple, contando para embellecer el espectáculo con un Andy Kubert expansivo y narrativamente eficaz, portadas magníficas -reproducidas- de Todd Klein y el colorido molón de Richard Isanove. Un correcto tebeo que se puede disfrutar moderadamente si se consigue aislar su lectura de la premisa referencial que lo origina, pero que definitivamente alcanza su plenitud teniéndolo en cuenta dentro de la mitomanía marvelómana que le da sentido. Una obra recomendable en cualquier caso.
Gaiman grande como siempre,lo mejor de todo es que tras sus incursiones en el Universo D.C., aquí ha sabido hacer un planteamiento igual o mejor con los personajes del universo Marvel. La pregunta es: ¿habrá un 1602 en el Universo Ultimate?
ResponderEliminarEn este caso yo creo que Gaiman cumple sin llegar a ser ni rupturista ni innovador, pero asimila perfectamente los famosos personajes y los enmarca en una época de la que sabe sacar partido.
ResponderEliminarVamos, que un buen tebeo ;-) Saludos en paralelo.