Cómic: Mister X

Animado por su premisa, el plantel de lujo de colaboradores y los comentarios positivos sobre su creador, he descubierto un tebeo que entronca de lleno con las aspiraciones estéticas del art decó y el retro-futurismo mezclado con el clasicismo noir más delirante y divertido.

MISTER X VOLUMEN 1 de Dean Motter: ***1/4

La idea de mezcolanza artística, primando lo visual como vehículo de sugestión frente a la profundidad o elaboración de las tramas es algo habitual en el medio (ASTERIOS POLYP sin ir más lejos) y acerca esta obra peligrosamente al borde del exceso de ambición estética. Tanto es así que en su extenso prólogo parece entreverse más fascinación y arrojo por el diseño del proyecto que por el proyecto en sí, viendo el deleite de su creador Dean Motter, secundado por los diseños conceptuales de Paul Rivoche, en la creación de una serie de instantáneas magnéticas, elegantes e impactantes que inviten a abrir el tebeo por pura atracción hacia las mismas a sabiendas de que eso sea lo único que lo defina y componga. Pero por suerte el lustre del barniz es en sí mismo complejo y variado en su conjunción multi-referencial. La propuesta de un protagonista de imagen icónica en una ciudad imposible de belleza angustiante y cautivadora, retrotrae inmediatamente a LA SOMBRA y THE SPIRIT, así como a Gotham City y Metrópolis, al tiempo que a esa amable y deslumbrante sci-fi retro de la Golden Age donde la maravilla por lo imposible se acepta como condición "sine qua non" de la suspensión de descreimiento.

Motter, secundado por nombres de la talla de Dave McKean, Seth, Bill Sienkiewicz y los Hernández Bros, consigue que la propuesta funcione desde la página uno. Mezcla arquitectura con el diseño gráfico, el cómic con los recursos metaliterarios que dichos crisoles soportan y necesitan casi tanto como ese enfoque visual cautivador, consiguiendo mantener en todo momento pese a las distintas plumas, una narrativa fluida. Además de desarrollar al tiempo una serie de historias muy entretenidas y encadenadas con gracia, llenas de misterios, aventura y diversión, donde conceptos como la "psicoarquitectura" (que enlaza ideas con LAS CIUDADES OSCURAS de Schuiten y Peeters) y los apuntes al Expresionismo Alemán enriquecen más todavía el conjunto.

Un cómic que lamentablemente no ha visto en nuestro país más que un único volumen con la mitad de su primer arco argumental (de 4), pese a indicar Norma con su numeración el inicio de una colección que quedó huérfana con este tomo, que no obstante merece la pena rescatar y del que se rastrearán influencias en películas como el BATMAN de Burton, el DICK TRACY de Beatty o el DARK CITY de Proyas (e incluso el mundo alternativo de FRINGE), así como en multitud de trabajos comiqueros yankees posteriores de un modo u otro, como por ejemplo la serie protagonizada por el rostro tras el que me oculto.