Cómic: Aama Volumen 2

Hoy reseña/crítica/comentario de AAMA 2, LA MULTITUD INVISIBLE. Para mantener la coherencia y la coincidencia interna dentro de este (su/mi) blog, comienzo el reseñeo anual con la segunda parte de la saga comiquera que inauguró el pasado año.

AAMA 2, LA MULTITUD INVISIBLE de Frederick Peeters: ***1/2

Si el primer volumen sentaba las bases de una búsqueda personal en varias direcciones; tanto de memoria perdida como de sentido vital y el menos metafórico viaje de descubrimiento extraterrestre, en esta segunda entrega Peeters focaliza la trama en la exploración de la vida emocional fracasada del protagonista en forma de flashbacks intermitentes. La caminata, hacia aun no se sabe donde, del personaje central acompañado de ese personaje secundario tan memorable que es Churchill se ve intercalada por diversos saltos de mayor y menor distancia temporal en los que comprobaremos el talento e imaginación del autor a la hora de plasmar el paisaje alienígena y las ramificaciones del uso de la sustancia conocida como Aama en el mismo. De este modo su drama personal queda totalmente expuesto y el misterio primario -y núcleo fantástico- del relato adquiere una consistencia más robusta a falta de comprobar en subsiguientes episodios la reflexión definitiva sobre la idea generada por Peeters tan inteligentemente hasta el momento.

AAMA evoluciona más que favorablemente, y a las referencias ya apuntadas en su capítulo anterior (LUPUS o ALDEBARÁN), hay que sumar otras como EL CLICLO DE CYANN o LOS NÁUFRAGOS DEL TIEMPO, dando ávida cuenta de que el género de Ciencia Ficción no deja de ser un trampolín para Frederick Peeters, un escenario configurado por los lugares comunes del género que emplea como telón de fondo para diseccionar personajes y plantear a través de su mirada los temas que de verdad le interesan. Que consiga esto con la invisible facilidad que esta obra muestra sin desatender en ningún momento las codificaciones de este terreno ni insultar la inteligencia del lector ducho en el mismo resulta algo digno de elogio. Astiberri mantiene su pulcra edición en gran formato y tapa dura, adquiriendo el color en este bloque una relevancia más llamativa y subyugante. Lo malo: tener que esperar otro año para la continuación.