Hoy reseña/crítica/comentario de PLEXIGLAS. Un tebeo al que le tenía ganas y atraso, deuda pendiente con el surrealismo de Jali que se salda con la confirmación de las buenas intenciones (y resultado) del autor.
PLEXIGLAS de Jali: ***
En su momento leí en algún sitio que Jali era la alternativa soft de Luís Durán. Y a fé mía que el comentario era todo un acierto. Con tal comparativa lo tuve en mente y llegada la lectura de su obra más cercana (tan solo le conozco otra de oídas), puedo corroborar que la forma y fondo del responsable de PLEXIGLAS responden a las directrices que tan escueta información ofrece. Su trama a medio camino entre la narración juvenil del viaje iniciático y la poesía de lo cotidiano configura un tebeo ágil, divertido y bien construído que abusa por momentos de una narrativa en exceso didáctica, donde la ausencia de elipsis y puntos aparte convierten la trama en un camino tan bien delimitado como predecible pese a la hermosura del recorrido. Con todo, la puesta en escena y el imaginario visual (pese a sus referencias neo-góticas burtonianas) expuesto arropan con gracia los vaivenes de un tímido protagonista sin nombre -ningún personaje lo tiene- que a fuerza de miradas y silencios cómplices acaba ganándose nuestra simpatía.
El único pero realmente destacable, que no tiene por qué empañar la agradable sensación que deja su lectura, es el exceso de subrayado metafórico. Terreno frente al que Jali pierde a todas luces en la batalla comparativa (en caso de haberla) con Durán, cuya potencia simbólica y personalísimo universo artístico viajan en una categoría muy superior. Con todo, un tipo de creación que siempre se ve con buenos ojos por este blog, a la que su adecuada edición en rústica en blanco y negro por parte de Astiberri completa con elegancia.
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