La serie se asienta estructuralmente tras su arrolladora primera aventura, configurándose como una colosal road-movie en la que el viaje de Shade y sus intentos de detener la locura servirán como excusa para diseccionar todas las miserias más destacables de la América contemporánea.
SHADE VOLUMEN 2 de Milligan, Bachalo y Pennington: ****
En primer lugar Milligan va a despacharse a gusto con la fábrica de sueños de Los Angeles, triturando sus cimientos con una serie de enredos en los que la narrativa cinematográfica - ilustrada de modo soberbio por Bachalo - absorbe por completo el sentido de la trama, usándola de modo cortante y lúcido. De este modo los aspectos menos glamurosos de Hollywood servirán para dejar en evidencia los mecanismos de la vanidad y avaricia humana dentro de la industria del espectáculo y su hipocresía colosal, solo a la altura de los egos que la dirigen y controlan. Tras esto los indigentes y la basura darán un despiadado baño de demencial humildad a la ciudad de Nueva York, para acto seguido entrar de lleno en los dominios del "Hombre de los cambios perpetuos", creador en San Francisco de un sinfín de comunas hippies a cada cual más alucinada e irreverente. Un segundo número que amplifica la sensación lisérgica del previo y solidifica las innumerables sensaciones que abrían la serie para convertirla ya en un quirúrgico negro e irónico recorrido metafísico sobre la identidad nacional norteamericana a través del análisis de sus aristas más afiladas y sus dobleces más oscuras.
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