Hoy reseña/crítica/comentario de LUPUS 2. La segunda parte de la saga continua su excelente pulso con un remanso de paz donde ahondar en la vistosidad sci-fi tanto como en los caracteres principales y nuevos secundarios.
LUPUS VOLUMEN 2 de Frederik Peeters: ***1/2
Lupus y Sanaa van a encontrar refugio durante su huída en un planeta geriátrico, donde la puesta en escena visual de la flora originaria fascinará al lector amante de la ciencia ficción más clásica (con reminiscencias al Ballard de EL MUNDO SUMERGIDO), salpicando la historia con pequeños detalles de genialidad cotidiana futurista; la camiseta cuyos eslóganes cambian en función de la percepción ambiental o los "falsos viejos" que intentan engañar a los turistas. El remanso de paz en el que se verán los protagonistas envueltos se potencia con la elección de Peeters en el tipo de planeta y población que lo habita (en este sentido no es casual la idea de conexión entre árboles y ancianos); prácticamente un parque temático de la vejez donde retirar a los mayores y apartarlos de la vista de una sociedad que pese a sus avances tecnológicos, solo ahonda con ellos en su estancamiento como especie. Una lúcida reflexión sobre la tercera edad en la que encontraremos nuevos personajes que con un par de trazos e incluso sin diálogo - gracias a la maestría en la ilustración y puesta en escena del autor - casi nos robarán el cariño que hemos depositado en los principales. Y todo ello sin perder de vista y haciendo evolucionar las personalidades y relación entre Lupus y Sanaa de modo orgánico, sensitivo (maravillosa la secuencia nocturna de su desnudo), tremendamente delicado.
Una delicia de continuación que mantiene el pulso de su primera parte y que explora nuevos territorios, dando buena cuenta de que Peeters opta por no repetir esquemas, prefiriendo afrontar nuevas posibilidades, cambios de rumbo y perspectivas en su viaje.
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