Hoy comentario/crítica/reseña de Y EL ÚLTIMO HOMBRE VOLUMEN 7. Tras la odisea marítima y la revelación de Beth, los personajes recalan en Australia, donde se recupera toda la fuerza motriz de la saga de golpe.
Y EL ÚLTIMO HOMBRE VOLUMEN 7: MUÑECAS DE PAPEL
de Brian K. Vaughan, Pia Guerra, Goran Sudzuka y Jose Marzan Jr: ***1/2
El guionista arranca el presente volumen con las pilas cargadas y entregando un ejercicio de recapitulación temporal estimulante al otorgar protagonismo a una periodista que sigue el rastro de Yorick con la idea de dar voz al rumor sobre la existencia de un ya mitológico (por las innumerables apariciones, torpezas o enfrentamientos fallidos con amazonas, israelíes y demás mujeres enfurecidas con el) último hombre vivo, que se ha convertido en una leyenda urbana recurrente para muchas de ellas. De este modo la ubicación australiana de este ciclo permite especular sobre nuevas ideas como el poder de la información global al tiempo que se nos desvela el origen de la agente 355, asistimos al nacimiento de la amistad entre Hero y la otra Beth o comprobamos que la mano del destino se alió con Yorick al recibir a Ampersand a su cuidado al mismo tiempo que se nos dan las primeras pistas sobre el experimento científico que originó la plaga del gen Y. Vaughan descorcha la botella de las últimas líneas argumentales y sub-tramas con toda la falta de empuje que parecía anidar en el ciclo anterior, resariciéndonos por lo tanto de cualquier duda sobre el devenir de la saga que pudiésemos albergar.
En el terreno ilustrativo Goran Sudzuka parece afianzarse como miembro habitual del equipo participando en todos los números aquí recogidos. Es un problema habitual en la entrega serializada periódica que el dibujante arranque con empuje (el reciente éxito de otra serie de Vaughan SAGA en manos de otra dibujante, la superior Fiona Staples, así lo atestigua por ahora) pero tarde o temprano acabe por necesitar ayuda para sobrellevar todo el trabajo o al menos priorizar los segmentos sobre los que focalizar su atención (recordemos el caso de SCALPED) mientras que los secundarios cubren los huecos. Sudzuka demuestra ser un secundario que asimila con rapidez las virtudes de Pia Guerra, consiguiendo a lo largo de "Muñecas de papel" prácticamente mimetizarse con la artista titular y que la puesta en escena de uno y otra apenas sufra transiciones, con una homogeneidad que beneficia al relato y el conjunto de la obra.
En el terreno ilustrativo Goran Sudzuka parece afianzarse como miembro habitual del equipo participando en todos los números aquí recogidos. Es un problema habitual en la entrega serializada periódica que el dibujante arranque con empuje (el reciente éxito de otra serie de Vaughan SAGA en manos de otra dibujante, la superior Fiona Staples, así lo atestigua por ahora) pero tarde o temprano acabe por necesitar ayuda para sobrellevar todo el trabajo o al menos priorizar los segmentos sobre los que focalizar su atención (recordemos el caso de SCALPED) mientras que los secundarios cubren los huecos. Sudzuka demuestra ser un secundario que asimila con rapidez las virtudes de Pia Guerra, consiguiendo a lo largo de "Muñecas de papel" prácticamente mimetizarse con la artista titular y que la puesta en escena de uno y otra apenas sufra transiciones, con una homogeneidad que beneficia al relato y el conjunto de la obra.
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