Bechdel tenía el listón muy alto, seguramente demasiado. Ya solo el partir de una homóloga idea previa e intentar alcanzarse a sí misma suponía cierto fracaso inicial en cuanto a la construcción y posterior apreciación de su nueva obra, que se vería abocada a la odiosa -e inevitable- comparación.
¿ERES MI MADRE? de Alison Bechdel: **1/2
Hay multitud de elementos que justificaban la expectación, y no solo las mieles del éxito bien merecidas por FUN HOME. Comprobar la evolución artística de una escritora y dibujante de innegable talento para con la narración en viñetas de gran carga literaria y emocional era el primero de ellos. La vuelta de tuerca sobre un tema sobradamente tratado y analizado como el de la relación paterno-filial (en este caso materno-filial) era el siguiente. Si conseguiría estabilizar la otra cara de esta moneda con un giro copernicano o al menos una aproximación diferente a la ya vista y leída en la mencionada obra previa era, en definitiva, el reto más importante al que se enfrentaría la autora. Con la lectura ya asimilada y macerada confieso mi decepción con el resultado, tan extraordinariamente elaborado como irregular y en ocasiones indigesto.
¿ERES MI MADRE? resulta un trabajo parcialmente fallido por la dirección imprecisa que adopta en cuanto al material en el que bucear, quedándose a medio camino de la tesis ensayística sobre el autor de psicología infantil que tanto admira y las referencias literarias a sus héroinas, con Virginia Woolf a la cabeza. Entre el marasmo en ocasiones incognoscible de conceptos teóricos, su denodada búsqueda de una catarsis sentimental y el tributo que quiere rendir a sus libros de cabecera, Bechdel acaba por perder el rumbo en numerosas ocasiones. Y aunque siempre lo recupere al final de cada capítulo con una doble hoja sintética y acertada, el conjunto se resiente de su falta de garra y homogeneidad. La escritora no se muestra comprometida con la historia (algo irónico si atendemos a uno de los pasajes más apreciados por ella misma al final del libro en relación a una crítica recibida por FUN HOME), pues en esta ocasión la historia se desmenuza en una serie indefinida de subtramas mínimas unidas por un débil nexo común. Este es el gran pero del trabajo, que no consigue ensombrecer no obstante los muchos elementos interesantes que despliega como recursos narrativos y artísticos de mérito. Lo desigual de ¿ERES MI MADRE? no le quita lo valiente.
La edición por parte de Random House Mondadori cumple con todos los requisitos de sobriedad y elegancia. En formato libro, rústica con solapas, bitono y casi 290 páginas, se trata de una lectura interesante y compleja, no recomendable para todos los gustos pero estimable en intenciones. En cualquier caso queda lejos de su título de referencia y parece dirigida más hacia seguidores de la escritora, con el background necesario para apreciar la obra en toda su dimensión, que otro tipo de público.
¿ERES MI MADRE? resulta un trabajo parcialmente fallido por la dirección imprecisa que adopta en cuanto al material en el que bucear, quedándose a medio camino de la tesis ensayística sobre el autor de psicología infantil que tanto admira y las referencias literarias a sus héroinas, con Virginia Woolf a la cabeza. Entre el marasmo en ocasiones incognoscible de conceptos teóricos, su denodada búsqueda de una catarsis sentimental y el tributo que quiere rendir a sus libros de cabecera, Bechdel acaba por perder el rumbo en numerosas ocasiones. Y aunque siempre lo recupere al final de cada capítulo con una doble hoja sintética y acertada, el conjunto se resiente de su falta de garra y homogeneidad. La escritora no se muestra comprometida con la historia (algo irónico si atendemos a uno de los pasajes más apreciados por ella misma al final del libro en relación a una crítica recibida por FUN HOME), pues en esta ocasión la historia se desmenuza en una serie indefinida de subtramas mínimas unidas por un débil nexo común. Este es el gran pero del trabajo, que no consigue ensombrecer no obstante los muchos elementos interesantes que despliega como recursos narrativos y artísticos de mérito. Lo desigual de ¿ERES MI MADRE? no le quita lo valiente.
La edición por parte de Random House Mondadori cumple con todos los requisitos de sobriedad y elegancia. En formato libro, rústica con solapas, bitono y casi 290 páginas, se trata de una lectura interesante y compleja, no recomendable para todos los gustos pero estimable en intenciones. En cualquier caso queda lejos de su título de referencia y parece dirigida más hacia seguidores de la escritora, con el background necesario para apreciar la obra en toda su dimensión, que otro tipo de público.
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