Con motivo de llegar a la cincuentena, el guionista se propone sorprendernos con un bandazo del destino del que va a costar sobreponerse a sus personajes. El efectismo se da la mano con la capacidad narrativa de un Milligan que lleva las consecuencias de números previos hasta su inevitable estallido.
SHADE VOLUMEN 13 de Milligan, Bachalo y Phillips: ***1/2
El trato con el diablo resulta ser un auténtico fiasco para con las expectativas de Shade, pero el no va a ser el único en pagar su error. Primero Shimmy, uno de los últimos secundarios en hacer su aparición sufrirá el revés anticipado de la debacle. Luego una serie de catastróficas desdichas empuja a Shade y los suyos al momento crítico de esta línea argumental, cambiando para siempre el horizonte de sus personajes con un giro del que no podrán librarse con facilidad. Pese a que pueda parecer un truco barato de guión, el impacto de este punto de inflexión permite a Milligan explorar nuevos vericuetos emocionales para con los supervivientes y abrir una línea de fractura en la serie de aquí hasta su final. Por su parte Sean Phillips continua la senda de Dillon y Bond, con la apertura del nuevo ciclo "La mañana de las máscaras", todavía un epílogo sentimental del drama recién acontecido. Quizás el guionista se haya deslizado desde la metáfora reflexiva y crítica inicial hacia una montaña rusa de menor calado temático, pero su técnica y aportación siguen siendo sólidos, dando cuenta tras cincuenta números de que SHADE es, con diferencia, su mayor logro como creador a casi todos los niveles.
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