Cuesta decidirse entre la nostalgia y la imparcialidad, porque actores mejores los hay y son muchos, pero esto no va de escoger al de más talento, mayor versatilidad, sutileza o registros, sino de confesar cual es el rostro cinematográfico que representa para mí la aventura, el carisma, la firmeza, el dolor, la hombría y tantas otras sensaciones. Harrison Ford es un icono, y pese a ello también es un gran actor que ha sabido conquistar roles difíciles y complejos con el mismo éxito (aunque mucho menor reconocimiento) que borda los héroes. Mi actuación favorita suya se corresponde con la de la imagen; LA COSTA DE LOS MOSQUITOS, un film extraordinario de Peter Weir para el que Ford construiría el otro gran papel de su carrera en ÚNICO TESTIGO. Pero también fue un abogado sin escrúpulos en A PROPÓSITO DE HENRY, un antihéroe miedoso y desubicado en FRENÉTICO y un lacónico asesino de replicantes en BLADE RUNNER, amén del arqueólogo más famoso de la historia o el cazarrecompensas galáctico más tramposo y encantador, y un estupendo FUGITIVO, y un magnífico falso culpable en PRESUNTO INOCENTE, y un divertido piloto borrachín en SEIS DÍAS, SIETE NOCHES, y un inquietante e inesperado villano en LO QUE LA VERDAD ESCONDE, y...
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