El pasado sábado 12 de junio fue el "Día de Superman". Con unos días de diferencia publico mi post con los que yo considero que son los cinco mejores cómics de Superman, siendo esta selección personal e intrasferible.
1. "Identidad Secreta" de Kurt Busiek y Stuart Inmonen (ECC).
La que posiblemente sea la mejor obra sobre Superman no trata sobre Jor-El. De hecho no aparecen ni Krypton, ni Lex Luthor, ni el Daily Planet, ni la gran mayoría de los personajes secundarios del personaje. Sin embargo, las ideas más importantes están todas y se desarrollan además de forma brillante gracias al ejercicio de suspensión de incredulidad realizado por Kurt Busiek, aproximando el concepto de Superman (con algunos juegos de espejos y guiños geniales) a una realidad física y cercana. Plasmar el delicado equilibrio que esto supone es una tarea hercúlea que Stuart Inmonen borda con una fisicidad, aplomo narrativo, sensibilidad y capacidad descriptiva sobresaliente. Un cómic para amar a Superman y la disciplina.
2. "All Star Superman" de Grant Morrison y Frank Quitely (ECC).
Si “Identidad Secreta” es el compendio realista del impacto en el mundo de la idea de Superman, “All Star” de Morrison y Quitely es la sublimación de toda la fantasía acumulada en su historia dentro de las viñetas. Es una mirada interna auto consciente y amplificada del sentido de la maravilla erigido alrededor del personaje. La suma de todos sus poderes y de todas sus capacidades exploradas con una inteligencia, finura y cariño enormes. Grant Morrison deja de lado los juegos intertextuales y metalingüísticos para abrazarse a la emoción y el amor por el personaje. Su mejor socio, Frank Quitely sigue dicha estela y culmina uno de sus mejores trabajos (si no el mejor), haciendo del espectáculo un deleite continuo.
3. "Superman: Las cuatro estaciones" de Jeph Loeb y Tim Sale (ECC).
Las referencias pictóricas a Edward Hopper y Andrew Wyeth, así como el tono crepuscular de John Steinbeck, se filtran entre las páginas de este hermoso cómic que recorre las cuatro estaciones del año, como capítulos de un libro ilustrado de sabor puramente americano. Las referencias artísticas citadas no son casuales, pues Loeb y Sale (un tándem capaz de alcanzar los cielos con los iconos de DC) conjugan el tono melancólico del origen (tanto terrestre como kryptoniano de Clark Kent/Superman) y la esperanza que el protagonista genera en el mundo con una economía de medios y sobriedad exquisitas, destilando las esencias desde un prisma de admiración y belleza único.
4. "Superman: El Hombre de Acero" de John Byrne (ECC).
El regreso al canon de un personaje empleando todo su recorrido previo como guía y sustento de una nueva visión del mismo condensada y renovada estética y estilísticamente, es algo que se ha hecho con frecuencia en el cómic. Pero pocas veces se ha alcanzado el nivel (“Batman Año Uno” de Miller y Machuzelli suele ser la obra de referencia en estas lides) de sinceridad, solidez y entretenimiento que tiene “El hombre de acero”, la etapa escrita y dibujada por John Byrne en la que se reinventa el mundo de Superman tras los eventos de “Crisis en tierras infinitas”. Su aportación duró años y no todo tiene la misma calidad, pero su arranque (la miniserie previa a la saga) sigue siendo el paradigma de Superman.
5. "Superman: Hijo Rojo" de Mark Millar y Dave Johnson (ECC).
Si los anteriores títulos apenas podrían ofrecer resistencia al purista en cuanto a calidad, relevancia y representatividad del personaje, con “Hijo Rojo” de Millar y Johnson entramos en terreno pantanoso. Primero por tratarse de una historia de “otros mundos”, una variante fuera de la continuidad en los cómics con la que dejar volar la imaginación sin repercusiones. Algo que Jose Luis García Lopez hizo antes con Superman y dispares resultados (la variante medieval fue brillante, pero la del rebelde sin causa rozaba lo bochornoso). Millar ofrece una vuelta de tuerca de premisa irreverente y gran potencial: un Superman soviético. La ideología socialista potenciada por un superhombre y los estragos del poder corrompido son llevados a un continuo juego de espejos referencial con los clichés del personaje, ofreciendo grandes dosis de imaginación en las situaciones y espectáculo en el dibujo, con un final muy logrado (cosa poco habitual en el guionista desde mi punto de vista).
Menciones honorables:
Lógicamente se han quedado fuera obras más que notables, entre las que destaco: los sorprendentes “Relatos de Superman” de Alan Moore y Dave Gibbons, la estupenda precuela “El Mundo de Krypton” de John Byrne, la hermosa reflexión de “Paz en la tierra” de Paul Dini y Alex Ross, el análisis conceptual y personal de “Es un pájaro” de Steven T. Seagle y Teddy Kristiansen y el reciente -y excelente- compendio emocional de “Arriba en el cielo” de Tom King y Andy Kubert.
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