Durante el tiempo de cuarentena, he podido disfrutar de más cantidad de la habitual en cuestión de productos audiovisuales. Las creaciones previas ("Ex-Machina", los guiones de "28 Días después" y "28 Semanas después"), del responsable de esta serie disponible en HBO la hacían de lo más apetecible.
DEVS de Alex Garland: ***1/4
Me gusta Alex Garland. Partiendo de ahí también reconozco que creo es un autor con unas señas de identidad tan acentuadas que el llevar su sello en cualquier título conlleva para bien y para mal una serie de elementos excelentes y otros más discutibles. DEVS, su mini serie de ciencia ficción y misterio, lleva su firma a fuego desde el primer minuto. Son 8 capítulos de entre 55 y 45 minutos aproximadamente que nos narran el recorrido de una joven asiática hacia un descubrimiento científico revolucionario en el seno de la empresa en la que trabaja, debido a un drama personal que lo desencadena todo. Si la clave de la credibilidad en cualquier relato de ciencia ficción es lo plausible de su idea científica y su aplicación coherente en un escenario humano convincente, Garland (que escribe y dirige todos los episodios), logra un equilibrio de lo más agradecido en este aspecto hasta su final, donde relaja las formas con un epílogo que no está a la altura. Aun así, el recorrido merece la pena con ciertas salvedades.
Y la salvedad más destacada es, como suele ser habitual en el autor, que el núcleo del misterio es una idea muy potente que se ve diluida por una serie de bifurcaciones y subtramas aledañas que van retrasando la exposición y desarrollo profundo de la idea central hasta hacerla parecer algo secundario dentro de su propio protagonismo. Hay dos drama centrales, el de la protagonista y el del dueño de la empresa en la que trabaja la primera, ambos contundentes y bien razonados, pero también se explaya demasiado en círculos alrededor de un caso de espionaje industrial sin relevancia final. El uso de flashbacks en algunas ocasiones tiende a lo sobre explicativo, alargando la narración, que pasa de lo atmosférico con cierta personalidad (a lo Michael Mann con ecos -muy lejanos- a Kubrick), a lo gratuito de "Lost". Pero no llega a sobrepasar los límites, lo cual es de agradecer.
Los actores están muy bien, en especial el gurú tecnológico atormentado Nick Offerman (el inolvidable Ron Swanson de "Parks and Recreation") y la científica pragmática pero sensible de Alison Pill, una actriz capaz de brillar en todo lo que hace ("Snowpiercer", "The Newsroom", "Picard"). La protagonista, Sonoya Mizuno, es casi la actriz fetiche de Garland (presente en "Ex-Machina", "Aniquilación" y ahora figura central en "Devs") y su belleza subyugante y frágil ayuda a una composición algo antipática pero inteligente. El problema es que pierde la batalla frente a actores de la talla de Zach Grenier (un eterno secundario de solidez y personalidad extraordinarias) o el mencionado Offerman, y no parece tener las tablas suficientes todavía como para cargar con tanto peso dramático ella sola.
El resultado es, por lo tanto, una serie muy interesante que no alcanza las cotas de sorpresa que se nos prometen con su arranque, aunque expone una serie de cuestiones siempre válidas sobre el ser humano: el libre albedrío, el determinismo, el amor, la obsesión... Todo ello desde un atractivo punto de partida científico, cuyo momento culminante es el capítulo 5. Un epílogo edulcorado y facilón (que enlaza con ideas ya vistas en "Código Fuente") afea un tanto la recta final, pero resulta casi irrelevante llegados a ese punto.
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