La tercera temporada de THE LEFTOVERS cierra esta serie de modo más o menos satisfactorio. Como era de prever, los misterios diseminados sin contexto a lo largo de las temporadas previas se desvanecen en pos de una solución emocional.
THE LEFTOVERS TEMPORADA 3 de Damon Lindelof y Tom Perrotta: ***
El suave e imperceptible descenso de interés en el misterio que vertebraba la serie, la desaparición de un pequeño porcentaje de la población mundial sin motivo aparente, ha hecho que sus guionistas hayan esquivado -parcialmente- la bala que mató a LOST en sus últimos estertores. No busquemos explicaciones, porque no las hay. Esto venía grabado a fuego en el ADN de la serie desde el comienzo, para los que aceptaran el significado de que el guionista principal es Damon Lindelof. Sin embargo, que este o Tom Perrotta hayan logrado en el mismo final de la serie explicar de forma bastante meritoria (no solo la explicación en si, sino su exposición audiovisual narrativa en la que también merece crédito Mimi Leder, realizadora de unos cuantos capítulos, entre ellos el último) no el motivo de la desaparición, sino el lugar al que fueron a parar los desaparecidos, ofrece un aceptable consuelo al elucubrador de misterios. Mientras que el espectador del drama más interesado en el viaje de los personajes, se sentirá esta vez algo más complacido con THE LEFTOVERS de lo que pudo sentirse en ningún momento con LOST.
Dicho esto, esta tercera temporada adolece de un sustrato narrativo tan interesante como el de las previas, reduce en dos episodios su duración (de los diez en las anteriores se pasa a ocho en esta), pero ni siquiera necesitamos más, lo cual indica en parte que los guionistas habían quemado sus cartuchos hace tiempo. Mejor cerrar con cierta dignidad -como es el caso- que morir de éxito sacando conejos de la chistera hasta el delirio. Su ubicación en Australia parece anunciar conexiones geográficas más prometedoras (toda la odisea de Scott Glenn vista en retrospectiva es una sandez) de lo que finalmente ofrecen y no puede evitar los giros tramposos a callejones sin salida que olvida al siguiente capítulo. Con todo, el recorrido audiovisual es lo suficientemente interesante como para que THE LEFTOVERS pueda considerarse recomendable, pese a que se pueda resumir con la memorable reflexión de Roberto Cueto a colación de ALTERED STATES; la respuesta es el amor aunque no se conozca la pregunta.
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