Hoy comentario/reseña/crítica de la segunda temporada de DAREDEVIL, una de las series más atractivas y contundentes de Netflix que ha vuelto a repetir éxito, renovando para tercera temporada y convenciendo con su nueva trama.
DAREDEVIL TEMPORADA 2 de Drew Goddard: ***1/2
Los parabienes de Netflix son incontables para los amantes de las series de calidad y de una forma de consumir los productos audiovisuales que supone tener muchas ventajas y pocos inconvenientes. Han abierto una brecha (hace tiempo en realidad, aunque lleven poco en nuestro país) disruptiva en la forma de captar el interés y el dinero de sus consumidores y potenciales clientes, y el resto de iniciativas tendrán que competir contra ellos. Lo cual, como en muchas ocasiones en esta vida, supone enfrentarse no al mejor, pero si al que ha llegado primero dejando su huella. Temas de mercado aparte, la segunda temporada de DAREDEVIL prometía mucho y bueno con las incorporaciones anunciadas de dos personajes clave en la mitología del personaje, Elektra y Punisher. Si durante la primera temporada pudimos disfrutar de un gran (en todos los sentidos) Kingpin por parte de Vincent D´Onofrio, el casting para Elektra (Élodie Yung) y el Castigador (Jon Bernthal) resulta igual de acertado -ella- y exitoso -el- siendo ambas elecciones quizás discutibles en algunos aspectos, pero indudables en el resultado.
De nuevo los guionistas aprovechan la riqueza temática y conceptual del personaje (con referencias a Miller, Mack, Bendis...) para tejer una trama a la altura de las circunstancias y de su estupenda primera ronda. Y quizás la única pega posible sea que no logra superarla, haciendo de este segundo recorrido con otros trece estupendos (y largos) episodios, una continuación de la misma calidad, compromiso y respeto hacia el material original. En este caso las expectativas estaban en todo lo alto y su conclusión podría haber sido más pletórica, pero en conjunto no puedo sino declararme absoluto fan del DAREDEVIL de Netflix y recomendar su visionado con tanto fervor como recomendé su primera temporada.
De nuevo los guionistas aprovechan la riqueza temática y conceptual del personaje (con referencias a Miller, Mack, Bendis...) para tejer una trama a la altura de las circunstancias y de su estupenda primera ronda. Y quizás la única pega posible sea que no logra superarla, haciendo de este segundo recorrido con otros trece estupendos (y largos) episodios, una continuación de la misma calidad, compromiso y respeto hacia el material original. En este caso las expectativas estaban en todo lo alto y su conclusión podría haber sido más pletórica, pero en conjunto no puedo sino declararme absoluto fan del DAREDEVIL de Netflix y recomendar su visionado con tanto fervor como recomendé su primera temporada.
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