Hoy toca reseña/comentario/crítica de la primera temporada de BATES MOTEL. La producción se inspira, a modo de precuela, en los personajes de PSICOSIS, iniciando el relato con la llegada de un joven Norman y su madre, Norma, al pueblo que acogerá su fatídica relación.
BATES MOTEL TEMPORADA 1 de Carlton Cuse y Kerry Ehrin: **1/2
Uno lee entre los nombres de producción de la serie inspirada en el mítico film de Alfred Hithcock, el de Carlton Cuse y automaticamente siente una alergia inmediata y picores variados por todo el cuerpo catódico. Siendo uno de los responsables directos de malograr la que fue una de las grandes promesas televisivas de la pasada década, LOST, cualquier aportación por el firmada suele devenir en lo más mediocremente desarrollado y sobado del entretenimiento audiovisual. Pero aquí no ejerce de mano maestra y mejor aun, no comparte créditos con el infame Damon Lindelof (baste citar PROMETHEUS para que el dolor se intensifique) lo cual se se nota. Y se agradece. La línea temática opta por diversificar los elementos focalizados en la relación materno-filial de los prootagonistas, ampliando a un pueblo costero con bastantes secretos y elementos oscuros con cierto potencial y a sus peculiares habitantes la variedad de las sub-tramas expuestas. Al mismo tiempo, los guionistas se sacan de la manga un hermanastro de Norman con talento para atraer problemas y facilitar la implicación de la pequeña familia Bates en los recovecos criminales del lugar.
De este modo se desenvuelven con una producción adecuada y ajustada funcionalidad, los mimbres de un relato que va dejando caer referencias y aspectos clave de la memorable película en la que se inspira, a lo largo de sus enrevesadas y oportunistas situaciones de investigación policial, misterios sugeridos o confrontamientos emocionales. Si bien la serie no supone una propuesta especialmente lúcida u original, e incluso recae continuamente en los elementos comunes del género careciendo de una atmósfera realmente conseguida (intentando emular a TWIN PEAKS en ocasiones sin lograrlo en ningún momento) tampoco carece de elementos de interés, como el buen gusto a la hora de desenmarañar poco a poco la compleja relación de Norman y Norma, sus personalidades y los guiños a su archiconocido punto de fuga futuro. La ambientación en el presente, la duración ajustada de sus capítulos (no alcanzan los 45 minutos) y un total de diez por temporada, o el acertado casting con un ajustado Freddie Highmore y una estupenda (en todos los sentidos) Vera Farmiga, resultan puntos a favor de una serie que sin aportar nada nuevo tiene cierta gracia.
Su cierre poco climático y algo tramposo deviene en una pequeña decepción que puede generar serias dudas a la hora de continuar su visionado, pero ya que se trata de un producto tan ligero como cómplice y fácilmente digerible, le daremos el beneficio de su segunda temporada (sabiendo que la tercera ya está en marcha).
Su cierre poco climático y algo tramposo deviene en una pequeña decepción que puede generar serias dudas a la hora de continuar su visionado, pero ya que se trata de un producto tan ligero como cómplice y fácilmente digerible, le daremos el beneficio de su segunda temporada (sabiendo que la tercera ya está en marcha).
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