He tenido el cine un tanto olvidado los últimos meses. Y no por falta de películas precisamente, sino por todo lo contrario. Tanto el aluvión de estrenos de interés como el mercado doméstico y las revisiones continuas de títulos pasados han llenado gran parte de mi tiempo libre. Demasiados títulos incluso para comentarlos todos aun con la brevedad habitual de esta sección. Así que paso a hacer con una par de pinceladas mínimas y periodicidad bimensual.
CINE DE ENERO A FEBRERO 2015
La flamante ganadora de los Oscar (película, director, guión original y fotografía) se merece los premios. Alejandro Gonzalez Iñarritu ejecuta una pirueta técnica -la cinta es un largo plano secuencia trucado- con tanto de pose bien armada como reflexión artística. Ayudan unos actores soberbios, así como una impecable puesta en escena y una banda sonora coceptualmente brillante. De lo mejor del año con y sin premios.
Michael Mann ha tocado fondo. Ya no tiene nada que contar y lo cuenta repitiendo de forma manierista sus ticks para el género policiaco. En este caso un dudoso héroe carcelario persigue a un hacker malintencionado por media Asia, pero ni los personajes ni la trama llegan a importar un pito. El paisaje es precioso y Mann aun sabe rodar, pero ha perdido completamente la fuerza y profundidad cinematográfica de antaño. Una pena.
El cine de ciencia ficción está viviendo una segunda época de gloria audiovisual tanto en sus manifestaciones más esplendorosas ("Insterstellar", como en las más discretas y conceptuales. En esta pequeña pero fascinante película se explora, al estilo de las desafiantes "Primer", "Cube" o "Another Earth", el concepto teórico del gato de Schrodinger y las dimensiones paralelas con tanta gracia como virtuosismo fílmico. Dirige con pericia James Ward Byrkit.
El cine español vuelve a demostrar la convicción y saber hacer de la nueva generación de realizadores, capaces de filmar con solidez y producción impecable un policíaco sin concesiones. Alberto Rodriguez, tras la espléndida "Grupo 7" mejora la trama en cuanto a nitidez de su guión y vuelve a contar con actores en plena forma para dar profundidad al relato. Estupenda fotografía y montaje para complementar la investigación rural más memorable de los últimos años.
Hacer girar una película entera en torno a un único personaje resulta un desafío interesante que puede tornarse en celebración del ego o escorar hacia el aburrimiento del one-man-show. Nada de eso sucede en esta magnífica película de Steven Knight, donde la presencia sobria y capaz de Tom Hardy consigue mantener el interés en todo momento, decidiendo en una noche crítica toda su vida familiar, profesional y personal. La ajustada duración de la cinta juega indudablemente a su favor.
Otro triunfo del reciente cine americano, que de la mano de Dan Gilroy nos muestra el reverso tenebroso de la búsqueda del éxito a cualquier precio. Un joven sin oficio pero de ambición desmedida, descubre una forma de ganarse la vida siendo cámara freelance de los sucesos nocturnos más escabrosos de la ciudad de Los Angeles. La perversión y ausencia de moralidad en la producción de los informativos se reflejan en la memorable caracterización de un superlativo Jake Gyllenhaal.
De nuevo en un terreno trillado como es el fantástico de los viajes en el tiempo, se pueden aportar pequeñas ideas que bien rodadas y llevadas a cabo suponen películas tan agradables como esta. De discreta pero efectiva producción australiana, los hermanos Spierig consiguen rizar el rizo uniéndose de nuevo al versátil Ethan Hawke (tras su interesante aproximación vampírica con "Daybreakers") para ejecutar una pirueta narrativa al borde del ridículo.
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