Hoy reseña/crítica/comentario de STARMAN 5. Largo tiempo ha pasado entre el comentario del volumen anterior y el que hoy toca, pero en ningún momento cayó en olvido esta magnífica serie, que dejaba precisamente en su entrega previa al héroe a las puertas de esa anunciada gran aventura espacial. Aquí la tenemos.
STARMAN VOLUMEN 5 de James Robinson y Peter Snejberg: ***1/2
En el salto a las estrellas que prometía ser el mejor arco argumental de toda la saga, el guionista se vió necesitado -dado su delicado estado personal durante aquella época; divorcio y depresión incluídos- de la ayuda de un colaborador en los libretos. Y lo encuentra nada menos que en uno de los artífices de las más populares adaptaciones actuales de cómics yankees a la gran pantalla: David S. Goyer. A los que somos poco o nada fans del trabajo de este autor nos gusta citar BLADE y -desde que sufrimos su visionado- EL HOMBRE DE ACERO, para reducir el talento de su persona a un peso atómico ínfimo, pero es justo concederle también su aportación a la trilogía EL CABALLERO OSCURO de Nolan. Si bien creo que Goyer aporta lo más mundano, llamativo e iconográfico de los personajes que trata con cierta coherencia interna en cuanto a conexiones y continuidad lógica mínima de sus respectivas biografías comiqueras, sus escasos logros como guionista no lo alumbraban como la mejor opción para una serie que fluía fantástica por sí sola, con señas de identidad propias bien desarrolladas y sin depender de la acumulación excesiva de clichés, punto fuerte de este tipo. No obstante no todo está perdido para STARMAN, Goyer todavía no se había vendido totalmente al fandom comiquero fílmico en la época de su participación en la saga de los Knight y su ayuda se convierte en un sólido apoyo para un Robinson esforzado pero visiblemente tocado en la sutilidad y calidad de su escritura.
De este modo Jack Knight comienza su aventura sideral con el ciclo inequívocamente titulado "Las estrellas mi destino" (referencia directa a la popular novela de Alfred Bester) realizando un recorrido abundante por la mitología espacial de DC, desde la visita a Krypton durante "Medianoche en la casa de El", hasta la presentación de una próxima paradoja temporal con "Brillan todas las estrellas", donde destaca el arte de Peter Snejberg más que el irregular libreto -acaso el más flojo del volumen en curso- pasando por la aparición de la Legión en "El camino iluminado" o la más estimulante aparición de Adam Strange en "Hombres de dos mundos". Por supuesto el conjunto se encuentra jalonado de las habituales y deliciosas apariciones que el aficionado ya necesita y acepta como parte cardinal del relato de STARMAN, como son la habitual "Charla con David, 99" o la simpática disgresión narrativa que supone la aparición de estelar del añorado Tony Harris a los lápices durante la breve "Starman agente del F.B.I."
No obstante las mejores bazas de este quinto volumen de STARMAN las encontramos en los relatos más aparentemente independientes y anodinos, como la divertida historieta "Confesiones de un taxista" que emplea el recurso de la voz polifónica a la "Rashomon", o la belleza plástica de "La locura de un hombre rico" obra de Craig Hamilton, con un cuidado detallismo hacia las formas art-decó y la aparición del recordado Shade. La resolución del ciclo y el cierre en falso del motivo por el cual Jack había emprendido el viaje a las estrellas (con esa no del todo justificada dualidad Will Payton/Príncipe Gavyn) acaban por resultar menos convincentes de lo esperado y es la preparación del grand finale de la serie en el próximo tomo, dentro de los capítulos "Ciudad sin luz", la que más estimulante en cuestiones de guión resulta. Un descenso de calidad comprensible por parte de Robinson, decentemente soslayado pese a todo.
De este modo Jack Knight comienza su aventura sideral con el ciclo inequívocamente titulado "Las estrellas mi destino" (referencia directa a la popular novela de Alfred Bester) realizando un recorrido abundante por la mitología espacial de DC, desde la visita a Krypton durante "Medianoche en la casa de El", hasta la presentación de una próxima paradoja temporal con "Brillan todas las estrellas", donde destaca el arte de Peter Snejberg más que el irregular libreto -acaso el más flojo del volumen en curso- pasando por la aparición de la Legión en "El camino iluminado" o la más estimulante aparición de Adam Strange en "Hombres de dos mundos". Por supuesto el conjunto se encuentra jalonado de las habituales y deliciosas apariciones que el aficionado ya necesita y acepta como parte cardinal del relato de STARMAN, como son la habitual "Charla con David, 99" o la simpática disgresión narrativa que supone la aparición de estelar del añorado Tony Harris a los lápices durante la breve "Starman agente del F.B.I."
No obstante las mejores bazas de este quinto volumen de STARMAN las encontramos en los relatos más aparentemente independientes y anodinos, como la divertida historieta "Confesiones de un taxista" que emplea el recurso de la voz polifónica a la "Rashomon", o la belleza plástica de "La locura de un hombre rico" obra de Craig Hamilton, con un cuidado detallismo hacia las formas art-decó y la aparición del recordado Shade. La resolución del ciclo y el cierre en falso del motivo por el cual Jack había emprendido el viaje a las estrellas (con esa no del todo justificada dualidad Will Payton/Príncipe Gavyn) acaban por resultar menos convincentes de lo esperado y es la preparación del grand finale de la serie en el próximo tomo, dentro de los capítulos "Ciudad sin luz", la que más estimulante en cuestiones de guión resulta. Un descenso de calidad comprensible por parte de Robinson, decentemente soslayado pese a todo.
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