sábado, 31 de diciembre de 2011

Final Alternativo: Ana y Otto

El último día del año, la última entrada de este año tiene que ser algo diferente. El final de un comienzo que se ha prolongado demasiado tiempo. Y nada mejor para cerrar algo antiguo que comenzar algo nuevo.

FINAL ALTERNATIVO: ANA Y OTTO

"Que nadie me despierte hasta la hora de comer". Ana lo dijo solo con palabras mientras retrocedía hacia el camino de la cabaña, sin ningún deseo, con la decepción brillando en sus ojos por la ausencia de correspondencia para ella en el coche de reparto. La mensajera le sonrió con tristeza. El día de San Juan, el Sol de la medianoche, solo le habían traído un sueño frío de recuerdos inconexos al borde del lago y ahora quería dormir de verdad. Sumergirse en el olvido y volver a soñar con Otto, estar junto a el en sueños. La mensajera se puso en marcha mientras dejaba a su lado, en el asiento del acompañante, la carpeta con el listado de entregas sobre un paquete plano y alargado -posiblemente un libro o una revista- que tapaba el periódico del día, el cual todavía no había tenido tiempo ni de ojear debido al retraso causado por una noche extraña incluso para ella, natal de aquella tierra.

Otto permanecía suspendido, a punto de cerrar su único círculo en soledad y silencio, habiendo abandonado casi la posibilidad de descolgarse de aquel árbol por sí mismo. Entonces escuchó aproximarse un coche y cuando lo hubo atisbado entre las ramas gritó y se retorció todo lo que pudo llamándolo hasta quedarse sin pulmones durante los segundos que lo tuvo a la vista cruzando frente a el. Pero el coche no paró. Ni siquiera sintió que le hubiese percibido y comenzó a zarandearse violentamente atrapado en el arnés del paracaídas por pura impotencia. Entonces una rama se rompió por la fuerza de su frustración y cayó unos metros más, dejándole un poco menos oculto, a un poco menos de altura de lo que su avión le había lanzado hacia Ana, un poco más cerca del suelo, de ella. Y al cabo de un instante escuchó otro motor en la distancia, más nítido y potente en esta ocasión. Esta vez si logró que el conductor le escuchase con sus gritos y le localizase con sus aspavientos acto seguido a bajarse este del vehículo.

Aki, como así se presentó una vez hubo ayudado a Otto a descender, le repitió varias veces lo innecesario de sus constantes y efusivos agradecimientos. Entonces Otto le preguntó por Ana. Aki le condujo hacia un claro del bosque que daba a parar al lago, al otro extremo del mismo se encontraba la cabaña. El pequeño camino lo bordeaba sin llegar a atisbarlo y luego se bifurcaba en dirección hacia las dos ciudades más cercanas. El salvador finlandés le dijo a Otto, que Otto (el dueño de la cabaña) le enviaba a Ana una invitación para comer juntos el día que se fundía con la noche y que ese era el motivo de su presencia allí, gracias a lo que el improvisado paracaidista se había librado de quedarse colgado en el bosque.

Otto le preguntó: "No tendrás un cigarro, ¿verdad?", a lo que Aki respondió negativamente, pero pese a ese pequeño detalle todo lo demás había sido prácticamente perfecto, así que se despidió de el y le dijo que él mismo le llevaría la invitación a ella, después de todo era mensajero. Gracias, dijo una vez más. Aki rió repitiendo lo innecesario del agradecimiento y se volvió a internar en el bosque. Otto comenzó a caminar por el borde del lago en dirección hacia la cabaña. Durante los minutos que aquello duró tuvo tiempo de recordar casi tantos fragmentos y memorias de ella como Ana había soñado esa noche improbable con él de protagonista, teniendo en ocasiones la impresión de alejarse en lugar de acercarse a la cabaña. Pero al final llegó.

Con una mezcla de ansia, excitación, miedo y plenitud alcanzó el porche. La cercana silla vacía con restos de migas de pan a su alrededor todavía parecía contener algo del calor de su ocupante de horas antes. El aroma de ella impregnaba la mañana al borde del lago. Otto hizo ademán de llamar, pero sintió de pronto un escalofrío al recordar la puerta de la cocina de la casa de sumadre, así que bajó la mano y dejó fuera el miedo con la puerta cerrada. Se aproximó a la ventana más próxima y la empujó con suavidad. Por pura casualidad esta se econtraba abierta. Saltó dentro de la cabaña y en la pared de su izquierda echada boca abajo, tapada casi entera por una manta de color claro en una cama pequeña encontró a Ana, de la que apenas se apreciaba el negro de su pelo bordear la almohada.

Cuidadosamente se acostó a su lado sin preocuparse de nada excepto de quitarse las botas y el abrigo. Ella seguía durmiendo. Otto se metió en la cama y con delicadeza arrastró la manta por encima de su hombro hasta quedar cubierto junto a ella. Alzó la vista y observó a Ana, dormida con la cabeza apoyada de lado en paralelo a la suya. Otto sonrió con serenidad mientras el universo entero estallaba en su interior. Sacó del bolsillo de su pantalón el avión de papel que Ana le había enviado en la carta a casa de su padre y lo deslizó dentro del puño semi cerrado de ella. La pregunta de amor no estaba escrita en ese avión, pero tampoco hacía falta, el ya conocía la respuesta. Y Otto se quedó dormido junto a Ana dentro del círculo polar.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Cómic: Limbo Sin Fin

Hoy reseña/comentario/crítica de LIMBO SIN FIN de Santiago Valenzuela, volumen tercero de la saga LAS AVENTURAS DEL CAPITÁN TORREZNO. 

LIMBO SIN FIN de Santiago Valenzuela: ****

Resulta maravilloso avanzar en la lectura de esta serie, no solo por sus elementos más atractivos y coincidentes para con mis gustos personales, sino por la capacidad de asombro y sorpresa que genera cada nuevo tomo respecto al anterior. La reinvención de los parámetros de la saga y la dosificación de la información en las Aventuras del Capitán Torrezno alcanza en este tercer volumen una brillantez así como una expectación inauditas. Su constante desarrollo situacional y la alternancia de capas, subtramas y niveles de diferente índole temática a través de la reflexión sobre la religión, los sistemas de gobierno o los conflictos bélicos de ecos medievales resultan de una contundencia y una frescura avasalladora. En este sentido el descubrimiento de que la tierra de Deeneim está siendo observada por otros ojos aparte de los de su, a priori, creador Jose Hilario, otorga un nuevo plano de complejidad a una trama que no se deja achantar por dicho embite como creación progresivamente más poliédrica y alambicada de lo que pudiésemos imaginar al comenzarla. Una ambición narrativa considerable que puede llegar a resultar preocupante en caso de perderse en próximas camisas de once varas.

En cualquier caso la lectura de este tercer volumen no es sino la confirmación del talento único de Santiago Valenzuela, capaz de aunar en lo que se instaura ya como una monumental saga-río, tanto el tebeo de autor de inquietudes artísticas (su personal e inconfundible trazo se antoja indivisible en las aventuras de Torrezno) como la reflexión filosófica, a través de una hiperbólica imagen a través del extraño espejo que nos propone, sobre el ser humano y sus idiosincrasias más particulares -las madrileñas- y generales -su alma- sin apenas ser conscientes de la proeza. Algo realmente asombroso.

lunes, 26 de diciembre de 2011

Cómic: All Star Superman

Es curioso como los "supers" suelen ser el germen de la afición tebeística, pero al tiempo es el género que personalmente más he desechado en mi reenganche comiquero. Con algunas excepciones...

ALL STAR SUPERMAN de Morrison, Quitely & Grant: ***1/2

Superman es el icono superheroico por antonomasia y he de reconocer que siempre me gustó de crío. Fascinación por la condición de un poder casi absoluto acompañado de una rectitud insobornable convierten al personaje en un interesante objeto de análisis en su uso moral y ético de las responsabilidades de la superioridad en un mundo mediocre con ansias de aspirar a algo más grande que sí mismo. El hombre de acero supone la quintaesencia de las oportunidades narrativas de gran calado y dimensiones en cuanto a reflexión, fantasía y aventura. Y el irregular pero ocasionalmente brillante Grant Morrison consigue aglutinar en esta serie de doce números tanto una recopilación respetuosa y renovada del mito en un hipotético recorrido por los grandes hitos de su historia dentro de la Silver Age, como un sentido y cariñoso homenaje por la idiosincrasia (puntualmente modernizada) del mismo, haciendo gala de un profuso conocimiento de su biografía pero también de una frescura y falta de afectación que le permite jugar con las convenciones que lo definen, retorciéndolas a su antojo y aportando además pinceladas de ese humor suyo tan característico que enriquece el conjunto con jovialidad y desenfado.

De este modo la premisa es simple y amplia; Superman se muere. Lex Luthor ha conseguido engañarle y en un breve espacio de tiempo el hombre de acero desaparecerá. De este modo y cual Hércules, el protagonista deberá conseguir superar una serie de pruebas colosales con las que dejar tras de sí un legado de esperanza y un camino de luz para una humanidad que tan perdida se siente en la oscuridad. A lo largo de los capítulos el guionista escocés ejerce de demiurgo de las claves esparcidas a lo largo de setenta años de vida del personaje, consiguiendo llevar tanto al neófito con una mínima cantidad de conocimientos sobre el tema como al más ducho en la materia por un camino plagado de lugares comunes tan reconocibles como luminosamente remozados para la ocasión en base a una desbordante imaginería fantástica y futurista. En este sentido la ciencia y la tecnología imposibles de Morrison jugarán un papel importante a la hora de aportar cierta plausible credibilidad a inventos, universos, villanos y demás parafernalia a la altura de las circunstancias, que busca en última instancia la cercanía a la humanidad y los sentimientos de los caracteres por encima de sus ambiciones más grandes que la vida. Porque al final Superman, con todas sus increibles hazañas, luchas planetarias, victorias interdimensionales o desafíos temporales, solo es un romántico enamorado del espíritu de su planeta de adoptación y su corazón no tiene razón de existir si no es por amar a Lois Lane.

Al reto de plasmar la delicadeza de algo tan enorme como una recopilación de grandes éxitos del más grande de los superhéroes, un soberbio Frank Quitely a los lápices y un expresivo Jamie Grant al color consiguen aportar toda la dimensión expansiva que la tarea conlleva, incidiendo en los momentos intimistas más sutiles con la misma impactante belleza que en las enormes splash pages de logros faraónicos o titánicas peleas. De este modo la obra queda compensada y se lee con inusual brío incluso tratándose de un personaje de tanto calado y background como es Superman gracias a una puesta en escena secuencial que recuerda a los mejores momentos del mainstream pijamero de primer orden como PLANETARY, THE AUTHORITY, THE ULTIMATES o la estupenda LOS INHUMANOS.

Por contraposición, la ambiciosa propuesta puede pecar en ocasiones de excesiva y la sucesión de los episodios verse más como un recorrido con exiguo hilo argumental frente a la solidez de un guión mejor y más profusamente tramado. Pero ese no es el objetivo de este trabajo como tal y yo al menos no lo puedo juzgar como la aventura independiente definitiva sobre el personaje, sino como un cariñoso y espectacular recorrido sobre el sentido de maravilla que desprende Superman como concepto y como figura icónica del cómic. Igualmente y como apuntaba al comienzo si los "supers" no son lo tuyo puede que la obra por muy esforzada, lujosa y cuidada que se presente no acabe de cuajar para algunos. En cualquier caso las excelencias de ALL STAR SUPERMAN son muchas y destacables, siendo su propia edición en estupenda tapa dura por Planeta a un precio más que competitivo uno de los grandes alicientes para su adquisición.

domingo, 25 de diciembre de 2011

BSO: Jerry Goldsmith V (Breakheart Pass)

Hoy última recuperación de reseña previa en Scoremagacine dedicada a mi compositor de cine favorito. En este caso retrocediendo unos años a la década de los setenta donde Goldsmith cultivó con frescura e inimitable estilo propio uno de mis géneros favoritos; el western.

BREAKHEART PASS de Jerry Goldsmith: ***1/2

La colaboración de Goldsmith con el director Tom Gries bien podría entrar en una serie de filmes cuasi olvidados, ya no solo por la baja calidad de los mismos sino por su escasa repercusión y éxito comercial, por tratarse de un puñado de composiciones más que notables y lo más curioso, por contener como elemento común el abordar el género del western desde tres perspectivas bien distintas. La primera de ellas, FUGA SUICIDA (que pese a no ser estrictamente un western, su historia y tratamiento se abordan como tal) con áridas disonancias mejicanas, la siguiente 100 RIFLES con prodigiosa orquestación y soberbio ritmo, y la última de las colaboraciones de compositor y director, NEVADA EXPRESS. Apuntar como dato curioso que este sería el primero de los tres filmes en los que el compositor californiano abordaría tramas que acontecen en trenes, resueltos siempre de forma dinámica y variada (EL PUENTE DE CASSANDRA (1977) y EL PRIMER GRAN SALTO AL TREN (1978)).

El grueso de la composición se vuelca en un destacado y trepidante tema central que hace su desbordante aparición y desarrollo completo en el “Main Title”. Sin dejar de ser una melodía excelente, se tiene la sensación al escucharla que Goldsmith ya nos había regalado antes temas de similar factura para el western, como el perteneciente a TAKE A HARD RIDE del año anterior o al de la serie de televisión WINTER KILL. No obstante teniendo en cuenta la calidad musical de dicho tema y la perfecta identificación del mismo a la trama de la película (el arrollador ritmo con guitarras, viento y metal como base del pasaje da la sensación vertiginosa de la velocidad del tren, así como la épica, al tiempo que melancólica, melodía para trompeta que ilustra el carácter del protagonista, son una fusión perfecta de ideas musicales definitorias de los elementos de la película más allá de sus propias limitaciones, con lo que se vuelve a comprobar de nuevo el genio de Goldsmith más allá de toda duda razonable hasta en sus películas de menor calado), dicha aportación se torna en algo más que en un buen comienzo.

Pasajes de suspense como “Free Ride/Hot Store” (que arranca de forma pletórica con un breve momento épico), “Medical Supplies” (que finaliza con una sublime aparición del tema central acompañada de una percusión plenamente basada en el ritmo de una locomotora a vapor) o “Night Watch/ Help Yourself” desarrollan la típica música de misterio del compositor, con pequeños motivos melódicos y elaborada orquestación para piano, cuerda, viento y percusión. Momentos todos ellos que harán las delicias de los amantes del compositor, aun teniendo en cuenta que se trata de un tipo de música ya oída muchas veces antes en la carrera del músico, hasta el punto de apreciarse retazos de THE LAST RUN o BREAKOUT en diversos momentos. También encontramos esos elementos electrónicos con los que el compositor empezaría a experimentar a mitad de los setenta en cortes como “No Word Yet” y el inicio de “Raiding Party”, muy en la línea de LA FUGA DE LOGAN o TAKE A HARD RIDE. Además, el compositor realiza una fugaz variación del tema central para guitarra, a modo de tema de amor, en “Who Are You?” y vibrantes versiones del mismo en su línea más espectacular con “Here They Come”, hasta desarrollarlo plenamente en su vertiente lírica y aventurera, en “Reunited/ End Credits”.

La primera aparición del siniestro motivo ascendente de cuatro notas asociado a la amenaza del tren la tenemos en el posiblemente mejor corte de la banda sonora y uno de los más elaborados fragmentos de acción del Goldsmith del periodo, el sobresaliente “On the Move/ Runaway”, un pasaje que se inicia con un corte inédito en el film, una variación del tema central que de nuevo simula con la percusión el sonido del arranque del tren, para dar paso a un agresivo ritmo sincopado para secos cellos y viento brutal a los que se van añadiendo percusiones, reverberaciones y acompañamiento de metales, mientras se define un tema que años más tarde el compositor reutilizaría y desarrollaría plenamente en uno de los grandes pasajes de acción de su RAMBO III, el bien conocido por todos “The Game”. Este motivo de amenaza volverá a aparecer en “The Casket/ Box Car Fight” y en “Make Up Your Mind/ Leaving the Foro” (donde de nuevo se emplea la electrónica citada), usando el compositor una línea de acción trepidante que reutilizará posteriormente en “Raiding Party”.

Puedes continuar la lectura de la reseña original en Scoremagacine.

viernes, 23 de diciembre de 2011

BSO: Jerry Goldsmith IV (Basic Instinct)

Hoy nueva entrada recordatoria de la grandeza del autor de BAJO EL FUEGO con una de sus más memorables creaciones de la década de los noventa.

BASIC INSTINCT de Jerry Goldsmith: ****1/2

De los tres trabajos que el maestro Jerry Goldsmith realizó para el visceral y potente Paul VerhoevenINSTINTO BÁSICO quizás no sea el mejor considerado entre los fans del compositor, pero sin duda es el más interesante y psicológico, el de más profundas raíces emocionalmente perturbadoras. El arrollador frenetismo y espectacularidad de DESAFÍO TOTAL se llevó la ovación del aficionado más básico de Goldsmith (nunca mejor dicho, tanto se trataba de una modélica banda sonora en un género, la acción, en el que el compositor fue el auténtico número uno, siendo dicho trabajo una de sus obras más redondas y pletóricas en ese registro) y EL HOMBRE SIN SOMBRA pasaría a ser su ultimo e incomprendido gran trabajo por los matices orquestales ascendentes y descendentes asociados a los estados de visibilidad e invisibilidad con los que se juega a lo largo de la trama. Pero con su partitura para el film de violencia y sexo que lanzaría al estrellato a Sharon Stone, el californiano lograría cotas de expresividad e implicación sonora con las imágenes y la narración realmente excepcionales.

Baste con citar el sinuoso, sugerente y de eco herrmanniano, tema central como base de una composición intensa, que se debate (con dicha melodía como piedra angular de esta afirmación) entre un soterrado romanticismo malsano y una sensación de amenaza latente. Durante los momentos más agresivos, el compositor acudirá directamente a su impactante escritura polifónica y sincopada marca de la casa, para ofrecer contundentes pasajes de acción como "Night Life" o "Roxy Loses", donde los sintetizadores fusionados milimétricamente con la portentosa National Philarmonic Orchestra adquieren su mayor protagonismo. Goldsmith emplea mayoritariamente la sección de cuerda para la descripción de las emociones de atracción y miedo que el policía siente por la sospechosa hasta caer irremediablemente atrapado en sus redes y envuelto en un caso que juega con él, tanto como ella. Mientras, el viento y la percusión sobresaldrán en los instantes de acción.

Aun así, la insuperable fusión de música e imagen en momentos como el inédito "Don´t Smoke" (con reminiscencias a otra obra maestra del autor como es ALIEN), o el superior si cabe "Crossed Leggs", acompañando una secuencia ya legendaria, elevan a Goldsmith por las intenciones de seducir al espectador y por ende al oyente, a la categoría de genio y a la banda sonora a rozar la perfección. En este momento, de forma serpenteante, lasciva y sugerente, el tema central es reconstruido y alterado maliciosamente, hasta crear un alucinante baile sonoro que transmite tanto la inocencia pervertida del juego al que Stone somete a los presentes en su interrogatorio, como la sospecha e interés que levanta en Douglass. Una clase magistral en cuatro minutos y cincuenta segundos sobre cómo componer música de cine.

Puedes continuar la lectura de la reseña original completa en Scoremagacine.

jueves, 22 de diciembre de 2011

BSO: Jerry Goldsmith III (Rambo III)

Hoy recupero comentario del tercer capítulo de la otra gran saga (ROCKY la previa) que inmortalizaría a Sylvester Stallone como héroe de acción icónico de los ochenta.

RAMBO III de Jerry Goldsmith: ***1/2

El responsable musical de la trilogía original de la franquicia RAMBO, no fue otro que el insigne Jerry Goldsmith, que se embarcó en ella desde su inicio en 1982, viviendo por aquel entonces su periodo cumbre de esplendor y creatividad. El primer largometraje es, sin ninguna duda, una de las joyas dentro de su carrera de principios de los ochenta, un trabajo arrollador, poderoso, donde aúna dramatismo sentido, con la más apabullante acción polifónica y sincopada marca de la casa. Su segunda parte respondía más a un ejercicio de estilo llevado hasta sus últimas consecuencias dentro de la más pura ferocidad orquestal, donde se dan cita tanto el frenetismo más impactante, como espectaculares apariciones melódicas (un nuevo tema de mucha más presencia y dinamismo) o concisas intervenciones electrónicas. Con esta estupenda evolución, donde la primera secuela se distanciaba en conceptos y añadía valores, en pos de un olvido parcial del desarrollo temático de la cinta original -no podía ser de otro modo, pues del drama social post-guerra del Vietnam deslizado hacia la acción espectáculo, se pasaba directamente a abrazar el sucedáneo bélico-, no quedaba más que ver por donde saldría su tercer capítulo, a la postre último de las andanzas de John Rambo, para comprobar el resultado musical que Goldsmith era capaz de ofrecernos con unas propuestas narrativas en su homólogo cinematográfico, que se anunciaban ya de lejos más que agotadas.

El score del maestro californiano para RAMBO III, no puede sino oponerse cualitativamente al film al que pertenece, del que parece entresacar la excusa de su débil línea argumental para exponer, con imponente vigorosidad, una descripción de la nueva aventura del boina verde más famosos del celuloide. Empleando como motivo central el tema principal de la saga inaugurado en ACORRALADO, Goldsmith retomará dicha melodía puntualmente con estupendas intervenciones y variaciones magistrales, tanto para los momentos heroicos, como para los meditativos. Aparece de nuevo el inconfundible motivo electrónico asociado al protagonista (esa "pedorreta" sostenida) que algunos asociarán de por vida a la franquicia gracias al genio del compositor, así como la expansión de la mixtura de sintetizadores y orquesta iniciada en el capítulo previo, que en esta ocasión se resuelve con más fluidez y elegancia que en otras obras coetáneas. Asimismo nuevos pasajes descriptivos de cierta belleza melancólica como "Peshawar" o "Afghanistan" presentan nuevas líneas melódicas que describen el ambiente localista con figuras rítmicas e intimistas respectivamente.

Por otro lado el compositor intenta imprimir una inusual profundidad emocional al protagonista en su visión del mundo y de los conflictos que viven las gentes del lugar al que acude a rescatar a su amigo, el famoso coronel Trautman, en cortes como "Questions" o "Then I´ll Die". Incluso en la descripción inicial del mismo como un héroe cansado, meditabundo y de cierto poso trágico, Goldsmith imprime un maravillosa sensación emotiva sobre la cuerda en una delicada variación del tema central durante el pasaje que abre el CD, "Another time", lamentablemente eliminado del film. Incluso para el epílogo y los créditos finales (de nuevo sustituidos por una canción de ínfulas comerciales), se desarrolla un nuevo tema de sonoridad castrense, apesadumbrada, a modo de resolución emotiva y melancólica (recuperado por el compositor como melodía central de LA ÚLTIMA FORTALEZA trece años más tarde, igualmente con intenciones descriptivas militares) que se intercala con el resto de los temas empleados a lo largo de la partitura, en el pasaje más largo del disco...

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miércoles, 21 de diciembre de 2011

BSO: Jerry Goldsmith II (Looney Tunes)

Hoy recupero la reseña dedicada al último trabajo del compositor californiano, un delicioso botón de muestra de su talento y compromiso para con su amigo Joe Dante.

LOONEY TUNES, BACK IN ACTION de Jerry Goldsmith: ***

De este listado de títulos en la colaboración Goldsmith/Dante no suele destacarse normalmente ninguno de forma importante. Pero lejos de tomar esta afirmación como cierta, he de reivindicar desde estas líneas la importancia capital que la comedia, la inocencia, la fantasía y por que no decirlo, la mala leche de las películas de Dante supusieron en el músico durante su última etapa. Si bien es cierto que durante los inicios de la relación, Goldsmith gozaba de una salud de hierro en su capacidad expresiva y compositiva, el film fundacional del matrimonio pertenece justo al año que supuso, para el que esto suscribe, el punto de inflexión en la trayectoria cinematográfica del responsable de PATTON, pues fue en 1983 y con TWILIGHT ZONE; THE MOVIE cuando se iniciaría la andadura propiciada por Spielberg al llamar ex profeso al compositor para poner música a los cuatro relatos de la cinta, siendo uno de ellos obra de Dante. Desde la comedia bufonesca y paródica de THE BURBS, pasando por la revisitación hipervitaminada de GREMLINS 2, hasta el cariño retro de MATINEE o la enérgica fuerza de SMALL SOLDIERS, en todos los títulos en los que Goldsmith regresó a las imágenes de su amigo consiguió superar el reto de no ofrecer trabajos mediocres o limitados por el pobre momento artístico del medio, que coartaba cada vez más las virtudes emocionales de la música del compositor de cine.

LOONEY TUNES fue el décimo trabajo conjunto con Dante y el último film del compositor antes de dejarnos para siempre. De carácter vitalista, en la mejor línea de sus trabajos para la comedia en general y para el director en particular, se introduce un tema central dinámico y pegadizo con reminiscencias de su DANIEL EL TRAVIESO en "What´s up Doc?". Con este motivo se vertebrará una partitura que se va enriqueciendo con cada nuevo corte, pasando de un sincopado tema del oeste en "The Bad Guys" a vibrantes e inconfundibles momentos de acción como "Car Trouble". Además, el compositor parodia con saña trabajos anteriores propios como GREMLINS o MAGIC y ajenos como el BOND de Barry. También bucea en una variedad de sonoridad y orquestación tan recurrente como cómica en, por ejemplo, el sonido tribal de "Jungle Scene" o el acordeón de "Paris Street". Sin dejar de ser una obra menor y en gran medida deudora del mickey-mousing de Carl Stalling, al que se homenajea en más de una ocasión, la partitura en manos de Goldsmith se resuelve fresca y amena y pese a no aportar nada al extraordinario universo musical de su autor, resulta un buen colofón para la trayectoria de una de las leyendas doradas de la música de cine.

Puedes leer la reseña original completa en Scoremagacine.

lunes, 19 de diciembre de 2011

BSO: Jerry Goldsmith I (Explorers)

Hoy comienzo repaso a comentarios dedicados a mi compositor de cine favorito. Empiezo por mi última reseña, centrada en uno de sus trabajos más queridos por el que suscribe.

EXPLORERS de Jerry Goldsmith: ****

EXPLORERS es una auténtica maravilla. Lo fue en su momento y lo sigue siendo ahora, pero además esta nueva edición completa permite calibrar mejor todavía el talento e infinitos recursos narrativos y emocionales de Goldsmith a la hora de acercarse a proyectos queridos y cómplices (no olvidemos que estamos hablando de una cinta de Joe Dante). Así, del misterio inicial que su "Main Title" en sendas versiones (incluyendo y no respectivamente el boogie alienígena en el subtexto de las breves piezas) desliza en el juego electrónico con la aparición del motivo dedicado a los sueños del joven Ethan Hawke, pasamos al ambiente adolescente con uno de esos inconfundibles temas de barrio a los que Giacchino intentó parafrasear sin demasiada enjundia en SUPER 8 durante "Sticks and Stones" y su variación aligerada en la primera mitad de "Free Ride", pero que ahora se ve reforzado por pequeñas piezas de orfebrería audiovisual como el ágil scherzo de "Lori/Intervention" (asociando el motivo también a la chica de sus “sueños”) o el poso melancólico de hermosos tintes impresionistas de "Home", con variación sobre dicho tema y la aparición de un nuevo motivo que se recuperará con irónicas intenciones durante el final de “Fast Getaway”, ofreciendo mayor enjundia al comentario musical dedicado a las peripecias cotidianas de los protagonistas.

Del mismo modo el elemento fantástico surge remarcando el aparato electrónico asociado a la llamada extraterrestre (una idea tan sencilla como efectiva con la que resolver sensaciones con una orquestación adecuada) dentro del empleo de figuras rítmicas y ostinatos que conversan en animosos diálogos polifónicos, livianos como "The Bubble" y "Cazed Bubble/Fuse Box" o potentes como la segunda parte de la mencionada "Free Ride", y la tensa urgencia in crescendo de "No Air". Además, en una de esas jugosas ideas escamoteadas del álbum original, el compositor aporta una deconstrucción del motivo del sueño invirtiendo sus notas durante la pista "I Want To Live", asociando dicha inversión al desasogiego del piloto de helicóptero que cree haber visto un O.V.N.I., el habitual de la casa Dick Miller, por ser el receptor en su adolescencia de los mismos sueños (no entendidos y cumplidos en la misma medida que la pandilla, no es casual por lo tanto su profesión adulta) que ahora atrapan a los chavales. Esta idea se intensifica en pistas tan significativas -y de nuevo inéditas- como "More Dreams/Dreams" y en especial "Let´s Go". Botón de muestra de la profundidad e inventiva conceptual de Goldsmith para con las cintas en las que trabajaba a gusto...

Puedes continuar la lectura completa de la reseña en Scoremagacine.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Cómic: El Incal

Hoy reseña/crítica/comentario de EL INCAL, título de gran calado en el cómic contemporáneo y pieza de toque para entender las meteóricas carreras de dos artistas de renombre dentro del noveno arte.

EL INCAL de Jorodowsky y Moebius: ****1/4

Hablar de este trabajo sin apostillar ni enmarcar más allá de lo mínimo imprescindible conlleva un background considerable, toda vez que resulta ser la adicción de esfuerzos de un creador multidisciplinar y polifacético como es Alejandro Jodorowsky, junto a la pluma del dibujante bicéfalo Moebius (por el que ya he declarado mi admiración en el comentario de ARZAK), que ven como la rocambolesca y esotérica trama del primero le viene como anillo al dedo a la fantasía e imaginación incontenible del segundo. EL INCAL pasa por ser una de las obras más populares del tebeo europeo. Tanto es así que la edición comentada se cuenta como la tercera integral que se publica en nuestro país, tras la original ya descatalogada y una segunda de color alterado con un chillón photoshop. Todas ellas de Norma que recupera ahora los tonos originales reduciendo ligeramente el formato para adecuarlo a esa media tinta que se ha sacado de la chistera con la que encajar el tamaño de un álbum europeo dentro de la novela gráfica actual como ya hiciera con los volúmenes de ADÉLE BLANC-SEC de Tardi o con la reciente ¡NO PASARÁN! de Giardino.

Interminables disquisiciones sobre el formato aparte, los seis números que componen la obra y que vieron la luz entre 1980 y 1988 suponen una de las cumbres de la ciencia-ficción moderna por su imaginería visual, su desparpajo metafísico y la maravillosa sensación de viaje de autodescubrimiento que desprende el recorrido de John Difool desde su caída inicial de desconcierto absoluto hasta a su caída final de iluminación y cierre cíclico metafórico. Jodorowsky emplea el género amoldándolo a una visión expansiva e irónica tan personal como caústica, dejando en manos de un inspirado Moebius la ilustración desde un prisma tan fascinante como cercano a las intenciones e inquietudes artísticas del Jean Giraud renovado y pleno que ya era en el momento de creación de la obra, logrando que la historia fluya de modo invisible desde la poliédrica mente del chileno hasta la punta de los dedos del francés. Una comunión de personalidades pletórica que roza el absurdo y lo genial por momentos, configurando a la postre un rotundo éxito que navega entre las aguas de lo simbólico, lo metafísico y lo futurista con elegancia, sentido del humor y lo que es más importante, con un balance temático y conceptual soberbio.

La portentosa puesta en escena de Moebius se antoja perfecta para la descripción de la realización a través de la iluminación y sanación espiritual de la vida cruzando para ello las fronteras psíquicas y físicas que plantea Jodorowsky. Todo ello disfrazado de gran aventura en forma de viaje a fastuosos e imposibles decorados galácticos. Un ejercicio narrativo de concreción, abstración y espectáculo por parte de una mente colmena de dos que se salda con un éxito imperecedero, que en el exceso de ambición de la propuesta o en su acumulación de referencias (al tarot, a las religiones de más diverso índole, hasta su engolada búsqueda de la trascendencia, etc...) puede encontrar algo de renuencia a la hora de auparla al podio del cómic más selecto y exquisito. No obstante dentro del fantástico sin duda cuenta con lugar de honor y se ratifica como obligada referencia para cintas del calibre de BLADE RUNNER, la nueva trilogía de STAR WARS o EL QUINTO ELEMENTO, en especial para esta última que se convierte en casi una adaptación/variación no confesa de este gran título.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Cómic: Escala Real

Hoy reseña/comentario/crítica de ESCALA REAL de Santiago Valenzuela, volumen segundo de la saga LAS AVENTURAS DEL CAPITÁN TORREZNO.

ESCALA REAL de Santiago Valenzuela: ****

Tras la lectura del primer álbum se hacía pública, al poco, la noticia de la consecución del Premio Nacional del Cómic para su autor por la última entrega del singular Capitán Torrezno PLAZA ELÍPTICA, a la que llegaré dentro de no demasiado. Hoy segundo capítulo igual de bueno que el previo. Cuando una serie, que se sabe posee recorrido a larga distancia, acomete un arranque tan poderoso y magnético como HORIZONTES LEJANOS, es más que comprensible adjudicarle una duda automática a su continuación, en la que uno espera siempre ver superados o modificados -amén de una sempiterna espada de Damocles en forma de decepción sobre la misma- los parámetros instaurados como cardinales en la obra, aunque solo fuese por la dificultad intrínseca de mantener el extraordinario nivel esgrimido durante su portentoso comienzo. Pero, ¡ay!, los hombres de poca fe de vez en cuando nos vemos sorprendidos y gratamente agasajados por la promesa mantenida de un autor que no solo amplifica el scope de su producción en cuanto a vericuetos narrativos y posibilidades conceptuales, sino que conserva intacta e incólume toda el alma del relato y el corazón de sus personajes con vivaracha comicidad y quirúrjico, a la par que mordaz, análisis sobre la egocéntrica existencia del ser humano.

Resulta fascinante como Valenzuela aplica no solo un soberbio equilibrio temático en cuanto al conflicto bélico que promueve la reflexión sobre la sociedad, la religión o los gobernantes (con castizos ecos al CEREBUS de Dave Sim), también es admirable como dosifica la información e integra los literarios y exigentes textos con invisible fluidez, deslizando en ellos profundas sentencias cargadas de amargura, ácidez e incluso briznas de poesía; "El mal existe (...), un mal cotidiano, sí, banal incluso, pero no por ello menos real. El mal (...) es tratar a los otros como cosas, considerarlos simple botín o moneda de cambio, usarlos como llave para otras puertas, como peldaños para nuestra ambición, como asideros para nuestro miedo o vertederos de nuestro asco, nuestro odio...". Una declaración vital a la que me asdcribo por completo y que solidifica mi pasión por Las Aventuras del Capitán Torrezno como inquebrantable de aquí en adelante. ¡Y que mil siglos dure!

martes, 6 de diciembre de 2011

BSO: John Powell V (Endurance)

No puedo dejar pasar la oportunidad, habiendo publicado varios comentarios sobre trabajos del músico inglés, de hablar por fín de la que es para mí su mejor obra, curiosamente una de las más primerizas. Una maravilla bastante desconocida.

ENDURANCE de John Powell: ****1/2

Film sobre la vida del mejor medio fondista de la historia, Halie Gebrsselasie, absolutamente inédito y desconocido en nuestro país (que yo sepa), tuvo la gran suerte de contar en su apartado musical con un pletórico John Powell en estado de gracia. La composición se nutre de material étnico considerable, ya sea en forma de percusiones tribales, melodías tradicionales, solistas vocales o instrumentos autóctonos como el Krar o diversos tipos de flautas. Dichos elementos quedan integrados a la perfección en una obra de orfebrería sonora única que recuerda lejanamente a los mejores momentos del Zimmer fundacional de POWER OF ONE, MILLENIUM o incluso de THE LION KING. Pero estas referencias quedan superadas ampliamente por el talento de un músico que con tan solo un par de años volando en solitario dentro de la composición para cine (su primer trabajo data de 1997: FACE OFF), consigue su composición más emocionante e inspirada, que ve en todas y cada una de sus facetas la rotunda firma de una personalidad y estilo compositivo ya únicos, tanto en su vertiente lírica como en la orquestal.

ENDURANCE es un festival de jovialidad, empuje y belleza. Se abre con unos propulsivos "Main titles" de ritmo contagioso y trepidante bañado en una melodía épica y triunfal que se recuperará en el pasaje final, dando paso a momentos dramáticos e introspectivos de una profundidad sobrecogedora como "The Dressing Room" o "The Struggle of life". Pero estos fragmentos enseguida se ven compensados por el hermosísimo motivo dedicado a la madre del atleta, de una sencillez cautivadora e hipnótica en precisamente "Mother", quizás el tema más sensible y exquisito de toda la carrera del músico. La animosidad rítmica de instantes como "Stealing batteries for the radio" y "The bus to Addis" se ve culminada en uno de esos momentos de magia que solo pueden describirse como poesía musical, el corte "Chasing the bull", una pequeña obra maestra que justifica por sí sola la categoría excepcional de la partitura, donde uno de los más grandes trompetistas del medio, el que fuera miembro titular de la London Symphony Maurice Murphy, ofrece una clase magistral de genio al servicio de una composición inolvidable.

Pero no es el único en destacar como solista dentro del conjunto, las maderas de "The great tree", un desbordante ejercicio de diálogo polirítmico para flautas o "Chosen to run for Ethiopia", casi su continuación estilística a modo de breve pero rutilante pasaje de vitalidad contagiosa para viento y pizzicatos, enriquecen a cada segundo con su virtuosismo la grandeza de esta banda sonora. Lamentos trágicos como "Mother Falls" o "Mother is sent away" ofrecen el contrapunto contenido pero visceral a dicha faceta, aportando en ellos tanto un abisal poso dramático como la promesa de una superación, una lucha interna que verá en la carrera final la purga del dolor. Para ello Powell vaticina la lucha tanto en el mencionado corte "The Dressing Room" como en "Forbidden", aunándolos junto al central y al dedicado a la madre en el momento cumbre del trabajo y la, posiblemente, mejor pieza compuesta por el músico hasta la fecha, la colosal "The final race". Durante más de once minutos de desarrollo y progresión sonora admirable el inglés construye en base a un ostinato implacable, las más virtuosas variaciones sobre dichos temas de sufrimiento, superación y gloria hasta alcanzar un tutti victorioso inconmensurable. Emoción en estado puro. Este monumento a la música de cine se cuenta como una de las mejores ilustraciones del significado del deporte en todas sus aspiraciones, sinsabores y satisfacciones, compitiendo (nunca mejor dicho) al mismo nivel que el Goldsmith de HOOSIERS y RUDY o el Poledouris de WIND y FOR LOVE OF THE GAME.

El disco se completa con un par de canciones de color africano que abren y cierran la selección, una propia y otra ajena a la pluma de Powell, que ve no obstante en la estupenda edición -ya rara de encontrar- de RCA Victor, la mejor muestra de su capacidad creativa en formato digital. Un trabajo imprescindible para seguidores del compositor y absolutamente recomendable para cualquier aficionado a la mejor música de cine.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Tv: Justified Temporada 1

Tras leer varias recomendaciones positivas e investigar un poco sobre su interesante premisa en cuanto a lo colindante de su temática con el western, finalmente puedo decir alto y claro lo muy disfrutables que me han resultado las primeras las aventuras de Rylan Givens.

JUSTIFIED TEMPORADA 1 de G. Yost y E. Leonard: ***1/2

Permitanme divagar un poco que la cosa viene a cuento. Lo primero, Rylan Givens. Un nombre de esos que se te quedan a la primera, una sonoridad que empuja a repetirla en voz alta (como Max Power, ya saben...) y un personaje forjado a base de golpes en un yunke de moralidad y justicia. Un arquetipo donde los haya que logra el milagro de sostenerse por su propia condición icónica sin caer en el exceso o la parodia, algo a lo que evidentemente ayuda la sobria y acertada caracterización de Timothy Olyphant. Pero lo mejor es que se trata de un protagonista con suficiente carisma en su lacónica presencia aparentemente unidimensional (mentira, claro) que el asistir a la sucesión de los problemas en los que se va mentiendo con creciente interés y mayor admiración, convierte a Rylan Givens en uno de esos tipos que de verdad te gustaría ser. Lograr esto tras tantas historias similares consumidas en mil y un formato es una auténtica proeza. Eso y un par de responsables de la talla de Elmore Leonard y Graham Yost para darle furia, dureza y brío a la creación, basada en una serie de relatos cortos del primero (no creo que necesite presentación) que se amplían con el buen hacer del segundo (guionista de SPEED, BROKEN ARROW, HARD RAIN y episodios de BAND OF BROTHERS y THE PACIFIC), estirando algo el segmento inicial tras el piloto, pero aportando eso sí pinceladas con las que definir a los personajes con inteligencia y sutileza.

Y otra bifurcación. JUSTIFIED es justo ese tipo de serie a medio camino entre la contundencia de BREAKING BAD y el trabajo resultón de FRINGE, pero que al finalizar su primer arco ha subido enteros a velocidad de vértigo. Un tipo de relato que arranca entretenido y con, aparentemente, pocas aspiraciones más que las de resultar simpático y bien construído, que poco a poco va creciendo hasta un punto de inflexión en que se le asoman por los costados las hechuras de algo mucho más magro de lo que pudiésemos haber adivinado al principio. Su arranque con ecos de duelo a lo O.K. Corral ("Te dije que te marcharas de la ciudad en 24 horas o te dispararía") se cierra circularmente con un asedio en la cabaña del bosque, dando buena cuenta de que estamos no solo ante el mejor western moderno trasvasado a tiempo presente, sino a una revisión fresca y renovada del mito fordiano del héroe crepuscular impelido a cumplir, pese a quien pese, su misión armado solo con su código moral y su pistola . Y eso para un amante confeso del género son palabras mayores.

Añadan el tinte negro brutal de Leonard, el humor irónico y cínico del mejor Shane Black en diálogos ácidos y ágiles cargados de sentencias impagables, secundarios bien perfilados y una trama que de su inicial y aparente simpliciad comienzan a salirle hilos e hilos que van tejiendo y complicando una historia adictiva y apasionante. No puedo adjudicarle mayor nota porque durante los primeros episodios se limita a proponer diversos casos autoconclusivos aportando poco más que buen humor y asentamiento de caracteres, lo cual difumina la potencia del conjunto, pero cuando el asunto arranca ya no hay quien lo pare. No se la pierdan, yo estoy deseando comenzar con la siguiente temporada.

martes, 29 de noviembre de 2011

BSO: John Powell IV (The Bourne Supremacy)

Hoy recupero comentario publicado previamente sobre la segunda aportación musical del inglés a la saga BOURNE, amplificando y mejorando notablemente las cualidades de su interesante pero algo apocado trabajo inaugural.

THE BOURNE SUPREMACY de John Powell: ***1/2

De intachable fusión audiovisual, pero de sonoridad árida, escasa implicación emocional y apenas profundizando en la asociación temática ni en las posibilidades que la musicalización narrativa le ofrecía, la partitura del primer film queda como botón de muestra de un Powell poco inspirado y superado por la necesidad de plasmar de la forma más aséptica posible una trama con más posibilidades de las exploradas. Ahora se corrigen todos los errores y carencias de aquélla amplificando con creces la expresividad de los temas ya compuestos entonces (en especial del motivo minimalista principal que acompañaba toda la aventura de forma casi continua), aportando mucha más creatividad, potencia y nuevas bases melódicas como queda expuesto en "To The Roof" o "Berlin Foot Chase", dos vibrantes pasajes de acción. El tono trágico de la historia se torna en emocionante con un bello, pero afligido tema de amor entre elegíaco y romántico en "Funeral Pyre", cuya conclusión en "Atonement" deja abiertas las puertas de la saga de forma esperanzadora. Asimismo el suspense es mucho más rítmico y propulsivo, con efectos electrónicos sorprendentes como los que se aprecian en "Nach Deutschland" o "Moscow Wind Up" y la acción es demoledora, cercana a un techno trepidante (quizás buscando por momentos la línea de mixtura electro-sinfónica de MATRIX) en el corte más adrenalínico de todo el disco "Bim Bam Smash".

Se trata pues, de una banda sonora de acción contemporánea modélica, con una fusión de elementos impecable, en los que se conjugan las posibilidades de la electrónica y la orquesta de forma excelente para con las imágenes, dejando no obstante para la edición discográfica (otra vez obra de una escueta -en esta ocasión- Varèse Sarabande, responsable del grueso de la discografía de Powell en CD) una audición no apta para oídos sensibles que esperen una aproximación convencional al género. Se incluye, como complemento comercial, la canción de Moby que ya aparecía en el primer film "Extreme Ways".

Puedes leer la reseña original en Scoremagacine.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

BSO: John Powell (III)

Para seguir subiendo enteros en la calidad musical de sus creaciones, hoy recupero otra breve reseña dedicada al compositor inglés escrita para ROSEBUD y que tampoco pudo ver la luz en su momento.

HORTON HEARS A WHO de John Powell: ****

Si bien la calidad de su música es incuestionable a todos los niveles, no es menos cierto que la presente producción en masa de cliché y formulismos provenientes de Hollywood puede resultar atrofiante para el oído medio y resultar contraproducente a la hora de apreciar con nitidez la auténtica grandeza sonora. El descacharrante éxtasis sinfónico sin coherencia ni progresión que el grueso de compositores contemporáneos propugnan no debe confundirse con la elegante y vivaracha sucesión de infinitos recursos que Powell nos ofrece en HORTON, una montaña rusa de inventiva y variedad temática enriquecida por una orquestación exultante y florida.

Aplicando las líneas maestras del género de animación que tan bien conoce, el compositor construye una de sus obras más ricas y coloristas, una plétora de melodías pegadizas y ritmos variados e incesantes con chispazos de puro genio como "Jungle of Nool", el trepidante de "Banana Wars", el divertimento anárquico de "Into Whoville/Breakfast with the Mayor" o el grandioso homenaje a Morricone en "Mountain Chase". Así uno tras otro, cada corte aporta ideas y progresión orgánica durante casi una hora hasta llegar a "Horton Suite", uno de los recorridos musicales más desenfrenados, emocionantes y elaborados de la banda sonora moderna para el cine de animación.

Una de las mejores partituras de su año y una creación que con el paso del tiempo se contará entre las más destacadas de John Powell y pese a que el que suscribe siempre ha sentido una confesa animadversión por los discos excesivos en duración y sin editar o montar de ninguna manera por parte de las discográficas (para una mejor apreciación de conceptos y desarrollo musical), en este caso la inclusión del gran volumen de minutaje con el que Varese nos premia, resulta un auténtico regalo dada la fastuosa variedad del producto. Un trabajo imprescindible para los amantes de la música de cine.

martes, 22 de noviembre de 2011

BSO: John Powell (II)

Continúo repaso a trabajos pretéritos del compositor inglés. Hoy la reseña escrita para la revista ROSEBUD del amigo Juan Angel Saiz que nunca llegó a publicarse y retomo pulida para la ocasión.

HANCOCK de John Powell: ***3/4

El autor sonoro de la saga BOURNE no deja de reinventarse sin parar en trabajos desbordantes de inventiva y elaboración, que en ocasiones como HANCOCK no consiguen sobrevivir en las imágenes todo lo coherentemente con lo que han sido planteadas por el músico. Para esta cinta simpática pero desubicada y fallida que intenta aprovechar el tirón de los superheroes, Powell derrocha fuerza y espectáculo electro-sinfónico en un score apabullante, ecléctico y entretenido. Arranca con un tema épico sincopado y espectacular en "Suv Chase", para dar paso a momentos cómicos como "Train Disaster" (con batería, sucedáneo de órgano hammond y guitarra acústica), "French Asshole" o "Indestructible". Por otro lado el hermoso tema central dedicado al protagonista (con reminiscencias a su excepcional trabajo para ENDURANCE) aparecerá fugazmente en "John, Meet Ray" y luego más extendido en "Superhero Comix" o "Standing Ovation", al tiempo que nos entrega un dulce y delicado tema de amor que se atisba en "The Trailer" (con hermosa voz solista) y se completa en "Mary Brings Meatballs".

En cualquier caso el punto fuerte de la partitura son sus pletóricos pasajes de acción, destacando el rítmico crescendo fanfárrico de "To War", el percusivo "I Really Hate That Word", o el extenso "Hollywood Blvd", un prodigioso carrusel de progresión polirrítmica con creciente intensidad aventurera, donde se dan cita la conga y el funky con la mejor acción musical contemporánea. No obstante lo mejor se reserva para el final con las dos últimas pistas del cd, "Death and Transfiguration" un corte dramático e intenso que se torna en el momento más épico del score por su emocionante resolución de halo legendario, y "The Moon and the Superhero", donde se desarrolla plenamente el tema principal para orquesta y pegadiza electrónica, alcanzando la grandeza heroica al fin conseguida por el protagonista. Un trabajo magnífico que pasó demasiado desapercibido y algo ninguneado, editado correctamente por Varese con adecuada duración y presentación. Para recuperar y audir numerosas veces dando en cada una de ellas buena cuenta del enorme talento de John Powell.

lunes, 21 de noviembre de 2011

BSO: John Powell (I)

Hoy comienzo repaso a reseñas atrasadas e inéditas dedicadas a varios trabajos del compositor John Powell, para el que suscribe uno de los escasos músicos que pululan por el mainstream hollywoodiense con la cabeza bien alta.

BOLT de John Powell: ***

Aplicando las líneas maestras del género de animación que tan bien conoce, el inglés construye una obra simpática y discreta que resulta ser un compendio de ideas powellianas para el género en su versión más estandarizada. Muy por debajo de HORTON y más cercana a su aportación para la correcta KUNG FU PANDA, el autor articula su creación alrededor de un amable y sencillo tema central, “Meet Bolt”, de filiación inconfundible. Asimismo extiende el sello de éste a momentos pretendidamente emotivos, pero que dado su excesivo convencionalismo acaban por ser los pasajes más triviales (“House on Wheels”, “Home at Last”), quizás precisamente por no ser el tema especialmente memorable.

No obstante, el grueso de la obra se afianza sobre la energética vigorosidad de sus pasajes de acción, fortalecidos por esa potente y continua electrónica que el autor tan bien sabe manejar. Muy en la línea de AGENT CODY BANKS (de evidentes similitudes temáticas), cortes como “Scooter Chase”, “A fast train” o “Saving Mittens” explotan el espectáculo heroico tan habitual y disfrutable del autor de PAYCHECK en sus cinéticas cuerdas, pegadizos ritmos y metales fanfárricos, con un noble y aventurero motivo de cuatro notas.

Mientras el inevitable tono de comedieta paródica con acercamiento al mickey-mousing se aborda de un modo previsible pero elegante, tanto con la cita a Gershwin en “New York”, como al vals bufo de “Meet Mittens”. Momentos como “The Rv Park”, más juguetones y vivarachos, enraizados en el virtuoso talento melódico del autor y su juego de fraseos contrapuntísticos con los solistas, enriquecen el conjunto de un score que avanza sin fricciones, respetando todas y cada una de las reglas de progresión en dramatismo e intensidad de un film infantil y sus codificadas características. Los instantes de sorpresa como “Sing-Along Rhino”, con divertida voz susurrante, son los menos frente a momentos grandilocuentes y sensibles más o menos formulistas como “Where were you on St. Rhino´s Day?”, “A Friend in Need” o “Las Vegas”.

Para acabar –como mandan los cánones– con fuegos artificiales, Powell concluye la partitura con “Rescuing Penny” y “Unbelievable Tv”, los dos cortes de acción más contundentes y emocionantes, que pese a su escasa duración refuerzan el concepto de equilibrado desarrollo temático y conceptual llevado a cabo por el músico. Precedido de dos olvidables canciones, el score editado por Disney resulta adecuadamente breve (poco más de media hora de partitura original), algo que unido a su rápida y fácil digestión, hace de este trabajo una pieza menor, aunque no por ello desechable.

Puedes leer la reseña original en Scoremagacine.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Tv: Breaking Bad Temporada 2

Las andanzas de Walter "Heisenberg" White y Jesse Pinkman continuan en esta segunda vuelta con inmediata continuidad respecto al final de la previa. Su nivel de calidad se mantiene e incluso se aupa una pizca, llegando al notable alto a partir de la mitad del ciclo.

BREAKING BAD TEMPORADA 2 de Vince Gilligan: ****

Hay series que son conscientes desde su primer fotograma y línea de diálogo de la grandeza que estan destinadas a conseguir, alcanzando al poco de su puesta en marcha la más alta cima del virtuosismo catódico; THE WIRE. Las hay que nacen por completo enclaustradas en una banda de Moebius, referenciales y reiterativas con el único objetivo de resultar dignos entretenimientos menores; FRINGE. Las hay directamente malas (aquí ahorro los ejemplos que existen a patadas) y también las hay que arrancan algo más temerosas de sí mismas pero que se van fortaleciendo por capítulo y temporada hasta erigirse en pilares maestros televisivos, como TREME, DEXTER o BREAKING BAD por lo que llevo visto de ella hasta la fecha. El tener anunciado el punto final con su quinta temporada asegura, además, un sistema de control adicional en forma de cuenta atrás que independientemente del éxito que el show acarree y sume año tras año, su creador Vince Gilligan ve como necesario para cerrar una trama compleja y atractiva una vez ha contado lo que quería contar. De este modo se le niega a la serie la posibilidad de deambular por delirantes estiramientos artificiales en su trama con el único objetivo de exprimir la audiciencia, cerrando un arco orgánico plurianual que se sostenga con la robustez que anuncia el segundo bloque de esta serie. A lo cual solo puedo decir bravo.

En cuanto a la serie en sí, mucho y muy bueno, comenzando con un portentoso Bryan Cranston que con cada intervención suya asistimos a una clase maestra sobre como componer un personaje con profundidad, energía, ternura y ambigüedad. Pero tampoco le anda a la zaga Aaron Paul, que desde su acertada creación de Jesse de la primera temporada ha gando enteros y comienza a vestir de tiros largos durante el último tercio de este ciclo, ofreciendo todo un derroche de talento en los últimos episodios. Lo mismo para secundarios tan carismáticos como Dean Norris (Hank) y Bob Odenkirk (Saul), que hará su arrolladora aparición en uno de los capítulos más desternillantes; "Better Call Saul". Aunque si hay que destacar un punto de fractura en la serie, este es el arranque de "Negro y Azul", donde una banda de mariachis a modo de coro griego anuncia el porvenir de Heisenberg. Es en esta delirante y genial secuencia/videoclip donde la serie cobra esa consciencia de sí misma, de su grandeza y posibilidades al jugar a la narración metalingüística metiendose de paso al espectador en el bolsillo.

El cierre de la temporada, una tragedia anunciada, puede parecer un truco tipo LOST para despistar con sorpresa final, pero en sí mismo supone una de las claves más crueles y despiadadas sobre el comentario moral que Gilligan sustenta en BREAKING BAD acerca de sus personajes y por lo tanto del ser humano; hagas lo que hagas, alguien saldrá siempre dañado, posiblemente los más inocentes. Una dura lección que a buen seguro no ha hecho sino comenzar. Indispensable.

martes, 15 de noviembre de 2011

Cine: Tímidos Anónimos

La comedia francesa sigue en buena forma, este título ligero y amable de reciente estreno lo demuestra. Quizás peque de exceso de dulzura y previsibilidad en su devenir, pero compensa la falta de profundidad con una encantadora vis cómica de aires clásicos.

TÍMIDOS ANÓNIMOS de Jean-Pierre Améris: ***1/4

Dos híper emotivos compulsivos (una vez más la traducción va por su lado; LES ÉMOTIFS ANONYMES) se encuentran por azar. Su patológica incapacidad para relacionarse les empujará a una sucesión de escenas desopilantes en las que ambos, inconscientes de padecer el mismo problema, verán en el otro la solución a sus huidizas existencias. Un punto de partida divertido que podía haber dado mucho más de sí en cuanto a posibilidades dramáticas en caso de haber buceado con mayor profundidad en sus personalidades o en el origen de los traumas que las originan, pero que se ve sobradamente compensado con el trabajo de dos actores magníficos en estado de gracia capaces de sugerir matices casi inexistentes en el guión sobre sus caracteres, bordándolos en cuanto a sutileza y contención a la hora de plasmar inseguridad y timidez enfermiza. Tanto Benoît Poelvoorde como la encantadora Isabelle Carré (que corrobora una vez más porque las actrices francesas son las mejores y más guapas del mundo) componen unos protagonistas sólidos, capaces de sostener una fábula tan amable como tierna sobre el amor y las dificultades para expresarlo.

La dirección solvente de Améris encuentra algún escollo estilístico en el recuerdo de la referencial AMELIE sin dejarse ganar terreno en su puesta en escena clásica y elegante pese a algún ocasional abuso del empleo de canciones en su banda sonora o una resolución cantada que dibuja, no obstante, en el horizonte de su happy ending las brumas de la inquietud gracias a un diálogo previo del personaje de Carré tan contundente como realista que se obvia para facilitar la sonrisa conclusiva. Para amantes del chocolate fílmico de buen empaque e intenciones.

domingo, 13 de noviembre de 2011

Cómic: Cielos Radiantes

Hoy reseña/comentario/crítica de CIELO RADIANTES. Cada nueva obra de Jiro Taniguchi llega a mis manos con expectación y la sensación de que siempre va a cumplir, oscilando el resultado entre bueno y muy bueno la mayor parte de las veces. En esta ocasión se queda en lo correcto.

CIELOS RADIANTES de Jiro Taniguchi: ***

Cierto es que no se pueden entregar trabajos soberbios continuamente, pero también es cierto que el talento del mangaka es más que suficiente como para aportar, además de su cautivador sello personal tanto en lo gráfico como en lo narrativo, unos mínimos emocionales en cada obra (de autoría propia o ajena) que convierten la lectura en un delicioso paseo por la cara más sensible de la naturaleza humana. En esta ocasión mezcla los tintes fantásticos de BARRIO LEJANO con la exploración del recuerdo selectivo de la memoria de EL ALMANAQUE DE MI PADRE, entregando un trabajo que se lee con agrado y ligereza, pero que sabe a producto ensamblado con retales de otras obras, careciendo del alcance y la profundidad de las mencionadas joyas en las que se inpira, acaso sus dos creaciones más brillantes. Tampoco acaba de resultar convincente el giro de comportamiento del adolescente (mucho más creible en su egoismo y actitud de rechazo en primera instancia) al acercarse la conclusión de la trama, algo forzado en mi opinión con el fin de dulcificar la situación. En cualquier caso Taniguchi consigue atrapar al lector con su puesta en escena fluida y absorvente, en la que destacan las visualizaciones del "más allá" o la hermosa secuencia conclusiva.

Una vez más Ponent Mon lanza una edición pulcra y elegante en tapa dura manteniendo el buen gusto para con uno de sus autores estrella. Una obra menor de Jiro Taniguchi que con todo satisfará a sus seguidores y puede servir como botón de muestra a desconocidos del japonés.

jueves, 10 de noviembre de 2011

Cómic: Nunca me has gustado

La revisión de un clásico moderno, como es la obra hoy comentada, puede llevar consigo al arrastre -por peso- de la opinión generalizada en cuanto a la valoración de la misma. Pero he de admitir que aun siendo un trabajo magnífico, no he encontrado aquí esa obra maestra anunciada.

NUNCA ME HAS GUSTADO de Chester Brown: ***3/4

Como suele pasar tantas veces, la buena prensa previa acaba pesando más de lo debido sobre el consumo de la obra en cuestión, negando en parte el disfrute anhelado y esperado, pero ofreciendo al tiempo la constancia de que la impresión propia no tiene porque coincidir obligatoriamente con la generalizada aun en casos que parecían predestinados a ello. Ya comenté en su momento la grata impresión que me había causado uno de los pilares maestros del tebeo autobiográfico americano; BINKY BROWN, cuya potencia conceptual acaba siendo un ejemplo residual de las fuentes a las que acude Brown tanto en este trabajo, como en el previo EL PLAYBOY. En ambas desgrana los sinsabores de la adolescencia desde el punto de vista de una personalidad estanca, lacónica e introvertida, que lucha (sin demasiado éxito) por comunicarse con los demás. En la sinceridad de su puesta en escena, fría, calculada y milimetricamente ausente de exaltación emocional alguna radica el éxito del trabajo, que se sostiene gracias a una soberbia narrativa secuencial, donde se evidencia el dominio de Brown en la composición de página, la elipsis, las viñetas únicas o la propia elección del tamaño y formato del cómic en blanco y negro.

Asímismo, su personificación inexprevisa y ausente refleja con acierto el compungido conflicto de salto generacional (que trae consigo las dudas sentimentales acerca de la amistad y el sexo) al que se ve expuesto a lo largo del periodo que narra, mediando un lirismo contenido (la secuencia del escondite en el prado) limítrofe al mutismo más exasperante. En esta frontera silente de inoperancia social, NUNCA ME HAS GUSTADO juega sus mejores bazas, haciendo de la narración expuesta un ejercicio de sutileza y contención, obligando con la frustración de su protagonista a retrotraer al lector a su propia experiencia juvenil en similares circunstancias. Pero más allá de estos -más que considerables- logros, lo que se nos cuenta resulta tan poco conclusivo y catártico como parece suponerle a Brown desde su gélida narración de relojería.

No me entiendan mal, es de alabar el esfuerzo que supone mediar entre el prisma deformante de la memoria sentimental frente a la facilidad del volcado lacrimógeno, pero con su lectura me ha transmitido más inquietudes y logros técnicos para con el tipo de historia contada que interés en la propia trama. Con todo un tebeo excelente que debe leerse con atención y detalle, al que solo puedo ponerle un pero destacable, su elevado precio en relación a su edición, estupenda por otro lado de la mano de Astiberri en rústica con solapas.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Cómic: Billy Bat Volumen 4

Hoy reseña/comentario/crítica de BILLY BAT 4. La serie continúa por los vericuetos anunciados durante el segundo volumen, en los que los acontecimientos más dramáticos de la historia de la humanidad eran revisados con la intervención del misterioso murciélago. En este número, el magnicidio de Dallas.

BILLY BAT VOLUMEN 4 de Naoki Urasawa: ***1/2

Y con uno de los hitos dramáticos americanos del siglo XX, el autor juega de nuevo a la conexión de ideas y a la narración metalingüística, aprovechando una de las grandes conspiraciones modernas como eje referencial para con el manga que el protagonista se ve forzado a escribir, al tiempo que utiliza las referencias previas del lector aplicado y multidisciplinar (J.F.K. de Oliver Stone en lo referente a la muerte de Kennedy o CONSPIRACIÓN DE SILENCIO de John Sturges respecto a la trama en el pueblo del oeste) y el conocimiento popular de nombres tan famosos como Lee Harvey Oswald, convertido en secundario de lujo a lo largo de este número. Pero además, la cultura yankee se ve representada en un tapiz inicialmente esquemático al que se le irán introduciendo esas pequeñas líneas de fractura marca de la casa (los duros vaqueros llorando al recordar una escena de la obra de Yamagata) que tanto enriquecen las tramas de largo recorrido que cultiva Urasawa. Una lectura adictiva y en continua renovación que ofrece exactamente lo que promete; entretenimiento de primera.
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