Hoy toca comentario de la serie de televisión de Netflix de única temporada "Russian Doll". Una divertida e interesante reformulación de la premisa de "Atrapado en el Tiempo" ("Groundhog Day") de Harold Ramis: el mismo día se repite.
RUSSIAN DOLL
de Amy Poehler, Leslye Headland y Natasha Lyonne: ***1/2
de Amy Poehler, Leslye Headland y Natasha Lyonne: ***1/2
La idea es recurrente. Nadia (Natasha Lyonne) está en el baño de su casa, en la fiesta de cumpleaños que sus amigas le han montado. Sale a la calle y muere atropellada. Y vuelve a estar en el baño de su casa. Sale de nuevo de su casa y vuelve a morir de las formas más estúpidas imaginables. Hasta que decide que no se trata de alucinaciones y comienza a investigar el porque de su situación. Aunque el punto de partida ya no es sorprendente ("Al filo del mañana" de Doug Liman le dio una nueva vuelta de tuerca usando el género de acción fantástico y futurista), "Russian Doll" demuestra lo que una escritura talentosa y una gran actriz al frente pueden hacer por renovar una idea ya vista. Y sin duda se logra de pleno en los ocho capítulos de apenas 30 minutos que dura esta temporada única, plenamente disfrutable, ideal para una sesión intensiva o un par de veladas de lo más amenas.
Amy Poehler es la cabeza y motor creativo más visible del producto. Actriz, escritora, monologista y de una vis cómica incisiva y mordaz, su mano a la hora de perfilar los personajes femeninos (tanto la protagonista, como sus amigas, o las secundarias) es inteligente, matizada y rica, llena de chistes ingeniosos y reflexiones interesantes y complejas sobre las personas, las emociones y los sinsabores de las relaciones humanas. Y Natasha Lyonne, Nadia la protagonista, es una fuerza de la naturaleza, un portento actoral que arrastra con su magnetismo y convicción, su cinismo, chulería y humor todo el peso del relato hasta el final. Un final discutible en cuanto a resolución del embrollo temporal repetitivo, pero un final satisfactorio en cuanto a cierre emocional coherente con los personajes. No se la pierdan.
Amy Poehler es la cabeza y motor creativo más visible del producto. Actriz, escritora, monologista y de una vis cómica incisiva y mordaz, su mano a la hora de perfilar los personajes femeninos (tanto la protagonista, como sus amigas, o las secundarias) es inteligente, matizada y rica, llena de chistes ingeniosos y reflexiones interesantes y complejas sobre las personas, las emociones y los sinsabores de las relaciones humanas. Y Natasha Lyonne, Nadia la protagonista, es una fuerza de la naturaleza, un portento actoral que arrastra con su magnetismo y convicción, su cinismo, chulería y humor todo el peso del relato hasta el final. Un final discutible en cuanto a resolución del embrollo temporal repetitivo, pero un final satisfactorio en cuanto a cierre emocional coherente con los personajes. No se la pierdan.
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