El segundo tomo de las aventuras del musculoso héroe homólogo de Superman, alcanza de la mano de Alan Moore su cenit creativo en cuanto a imaginación y exploración de los conceptos de super-aventuras y meta-humanidad.
SUPREME VOLUMEN 2 de Moore, Sprouse, Veitch y Ross: ***3/4
Si ya en su primer libro se abrían un sinfín de posibilidades a la hora de describir y homenajear la sensación de maravilla que el super-héroe primigenio derrochaba con una serie de narraciones arrojadizas y naif, por completo volcadas en el pulp más ligero y amable, Moore hace evolucionar ahora sus inquietudes personales sobre el caracter principal al imbuirlo de sus particulares obsesiones y revestirlo de lo que en sus aventuras previas carecía; de un auténtico sentido autónomo derivado del icono heórico por antonomasia. De este modo se logrará usar el metalenguaje del tebeo como hilo conductor, ahora de modo más profundo y tan enrevesado como divertido, consiguiendo una exploración quirúrjica de las líneas maestras del género que ralla en el delirio más brillante.
Por otro lado la colaboración con dibujantes previos y la aparición de algunos nuevos con los que volvería a trabajar a posteriori como Chris Sprouse (en su otra criatura surgida a la sombra de esta temática donde alcanzaría una mayor perfección artística aun sin la potencia conceptual aquí desarrollada: TOM STRONG) ayuda a definir y perfilar un estilismo que era uno de los aspectos más cojos de los números previos, ya que se sostenía del cliché y la reiteración del homenaje casi por completo, cosa que sin llegar a desaparecer del todo en este segundo tomo, consigue subir un par de peldaños. Las portadas de Alex Ross completan el toque de lujo en cada capítulo y si bien es una lástima que la serie se cancelase por la bancarrota de la editorial, dejando en el aire un cierre de la trama central del confrontamiento entre Supreme y su gran archienemigo Darius Drax que se va anunciando en sus últimos números (y que Moore ya tenía perfilado en dos episodios más), la última peripecia del personaje puede servir como agradable punto final.
De nuevo Random recopila los diez capítulos (más extras añadidos) de esta segunda gran aventura titulada EL RETORNO en rústica y con la misma reducción de tamaño que el Volumen 1, completando una serie magnífica y ejemplo de creación que explora y estudia conceptos cardinales de una de las formas clásicas del tebeo. Muy recomendable.
Por otro lado la colaboración con dibujantes previos y la aparición de algunos nuevos con los que volvería a trabajar a posteriori como Chris Sprouse (en su otra criatura surgida a la sombra de esta temática donde alcanzaría una mayor perfección artística aun sin la potencia conceptual aquí desarrollada: TOM STRONG) ayuda a definir y perfilar un estilismo que era uno de los aspectos más cojos de los números previos, ya que se sostenía del cliché y la reiteración del homenaje casi por completo, cosa que sin llegar a desaparecer del todo en este segundo tomo, consigue subir un par de peldaños. Las portadas de Alex Ross completan el toque de lujo en cada capítulo y si bien es una lástima que la serie se cancelase por la bancarrota de la editorial, dejando en el aire un cierre de la trama central del confrontamiento entre Supreme y su gran archienemigo Darius Drax que se va anunciando en sus últimos números (y que Moore ya tenía perfilado en dos episodios más), la última peripecia del personaje puede servir como agradable punto final.
De nuevo Random recopila los diez capítulos (más extras añadidos) de esta segunda gran aventura titulada EL RETORNO en rústica y con la misma reducción de tamaño que el Volumen 1, completando una serie magnífica y ejemplo de creación que explora y estudia conceptos cardinales de una de las formas clásicas del tebeo. Muy recomendable.
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