lunes, 30 de noviembre de 2020

Las actrices más guapas: Lauren Holly

Lauren Holly es una actriz y modelo nacida en Bristol, Pensilvania (USA), en 1963. Su padre fue profesor de Literatura Inglesa (igual que ella) y su madre una profesora de Historia del Arte. La conocí en "Las aventuras de Ford Fairlane" (1990) de Renny Harlin, donde estaba espectacular.

LAUREN HOLLY

Tras varios años de apariciones continuas y notables éxitos fílmicos tanto en papeles protagonistas como secundarios ("Dragón: la historia de Bruce Lee", "Sabrina", "Beautiful Girls", "Turbulence", "Un domingo cualquiera"), Holly apareció en "Lo que piensan las mujeres" (2000) haciendo un pequeño rol y desapareció durante 4 años, para volver al cine de forma mucho menos destacada. Sin embargo en televisión se convirtió en una presencia constante en series tan populares como "Picket Fences" (1996), "Chicago Hope" (2000), "NCIS" (2005) o "Alphas" (2012). Su buen hacer ha quedado eclipsado por su impresionante físico y rutilante belleza.

sábado, 21 de noviembre de 2020

Tv: Carnivale

La memorable serie de HBO "Carnivale", para la cual su creador habría planificado 6 temporadas divididas en 3 segmentos de dos temporadas cada uno, quedó en un impresionante díptico que pese a todo se cuenta entre lo mejor de la televisión moderna.

CARNIVALE de Daniel Knauf: ****1/2

No solo se trata de una serie soberbia en todos sus apartados técnicos y artísticos, sino que ambicionaba unas cotas de reverberación poética, literaria y audiovisual tan excelsas que sus propios objetivos la hicieron inalcanzable. La primera temporada con Ronald D. Moore ("Battlestar Galactica") como showrunner acompañante prepara el terreno con calma y aplomo, tanto en la presentación de personajes como en ofrecer una panorámica sobre la época y el terreno en el que estos se mueven. Quizás la parsimonia sea excesiva para los que busquen un producto de consumo más digestivo, puesto que el elemento onírico y las metáforas visuales hacen pronto su aparición (ciertos paralelismos tanto en significantes como en atmósfera con "Twin Peaks" de David Lynch son evidentes), haciendo del conflicto entre los dos avatares del bien y el mal el foco de atención en el largo recorrido de las dos temporadas. Pero la serie no se limita a confrontar una dualidad evidente (bien/mal, destino/libre albedrío), sino que retuerce el camino para exponer que ambos lados del conflicto tendrán que sufrir sus propios calvarios para alcanzar sus objetivos.

Los actores son fundamentales para aportar credibilidad al drama fantástico que se expone en ocasiones de forma poco evidente. Los avatares son la punta de lanza que se inclina en cuanto a calidad en favor del mal gracias al inmenso carisma de Clancy Brown como el hermano Justin, un personaje para los anales del medio. Nick Stahl compone un estoico y sufrido Ben Hawkins que no alcanza la maestría actoral de su oponente frente a las cámaras. Pero el elenco da para mucho más de sí, con excelentes trabajos de Adrienne Barbeau, Tim DeKay, Clea DuVall, Patrick Dauchau, Robert Knepper, John Carroll Lynch o Ralph Waite, aunque brillan sobremanera Amy Madigan y Michael J. Anderson (haciendo un guiño directo de nuevo a "Twin Peaks"). Igualmente destacan la soberbia fotografía, la música de Jeff Beal y la sobria pero potente dirección de Rodrigo García junto a varios de los mejores directores de la televisión moderna como Jeremy Podeswa, Jack Bender, Alan Taylor o Tim Hunter, incluyendo además realizadores invitados como Peter Medak ("El final de la escalera").

La tensión acumulativa, los misterios diseminados a los que se va dando espacio y conexión, así como las reflexiones morales y éticas junto a las sorpresas y giros de guión (que nunca son tramposos o gratuitos), suman un compendio de maestría en los libretos que pueden llegar a resultar ocasionalmente densos y poco explicativos si tenemos en cuenta la media en televisión. Pero una vez superadas las barreras iniciales, el visionado se convierte en un deleite audiovisual de gran calado e intensidad que empuja al espectador de forma inevitable. Daniel Knauf intentó por todos los medios continuar la serie, pero sus elevados costes y limitada audiencia se lo impidieron. HBO -en un acto de buena voluntad y deferencia creativa- le ofreció la posibilidad de cerrar el show con un episodio/película de dos horas, pero el guionista consideró imposible abarcar lo que habrían sido las 40 horas de serie restantes (en 4 temporadas) en tan solo dos. "Carnivale" termina con un final abierto, pero al menos concluye buena parte de sus propuestas iniciales, dejando a la imaginación de su creador -y espectadores- las enormes posibilidades que sembró a lo largo de dos temporadas magistrales.

domingo, 15 de noviembre de 2020

Tv: Criado por lobos Temporada 1

La nueva serie de ciencia ficción que llega bajo el auspicio (dirección y producción) de Ridley Scott, deviene en un interesante ejercicio de análisis sobre la condición humana a través de las creencias.

CRIADO POR LOBOS TEMPORADA 1 de Aaron Guzikowski: ***1/4

A priori, cualquier producto de ciencia ficción que venga firmado por Ridley Scott en el siglo XXI pasa a cuarentena preventiva tras los fiascos de "Prometheus" y "Alien: Covenant". Pero, como viene siendo habitual en la televisión de las últimas décadas, es el nombre del guionista el que realmente otorga la profundidad al producto, correspondiendo el mérito a 
Aaron Guzikowski, guionista de la estupenda "Prisioneros" (Denis Villeneuve) y ahora escritor de las líneas maestras de "Criado por Lobos", en la que pese a todo se deslizan las obsesiones y puntos de fuga habituales de Scott en el género, bien por afinidad entre ambos o por imposición del realizador dado su estatus. Sea como fuere, el experimento funciona muy bien durante su arranque (brillante y espectacular episodio piloto), se mantiene con buen pulso diseminando tensión, misterios y drama a lo largo de su tramo central, y se desparrama en un exceso difícil de digerir en sus últimos capítulos (dirigidos por el hijo del director, Luke Scott). El síndrome de "Lost", con una acumulación de giros, elementos nuevos, sorpresas y rocambolescas ideas, se ceba con una recta final que echa por tierra la aparente firmeza de sus propuestas iniciales.

No es que en la ciencia ficción y la fantasía de mundos alienígenas en un futuro lejano no tengan cabida reglas absurdas por las que regir a sus personajes, sino que usar dichas reglas como chistera sin limitación ni objetivo constante deviene en una carrera sin frenos hacia el exceso de la que es complicado recuperarse. En especial si se han sentado las bases y normas de ese mismo mundo con especial cuidado y plausibilidad al comienzo del relato. Guarda ciertos paralelismos con "Westworld" tanto en lo bueno, como lo malo.

Pero no todo es una decepción (más bien solo el último tercio), haciendo del arranque y el tramo medio todo un deleite para los fans del género. A ello ayudan sobremanera dos factores cruciales: la ambientación (el escenario sudafricano fotografiado magistralmente y la excelente música de Ben Frost) y los actores principales, entre los que destaca sobremanera la danesa Amanda Collin, que compone una "madre" sintética inquietante y plagada de matices. Un personaje fascinante, mitad ama de cría, mitad arma de destrucción masiva. El que sale peor parado aquí es Travis Fimmel con su afectada caracterización llena de tics. El guion durante buena parte de los 8 primeros capítulos es más que correcto y dosifica de forma inteligente los misterios que envuelven el planeta al que llegan los protagonistas, incluyendo su pasado y la guerra religiosa que destruyó la tierra. Pero en su recta final parece querer pisar el acelerador más de la cuenta, elevando las apuestas hasta lo innecesario y pasándose de frenada en su clímax acumulado, donde las ideas se desparraman sin control, tanto en su exceso como en su cantidad. Al menos desde mi punto de vista.

Eso no significa que uno deba renunciar al visionado de la siguiente temporada -ya confirmada-, pero deja serias dudas plantadas sobre la coherencia y solidez de la serie con los vaivenes finales de esta temporada inicial de "Criado por lobos".

sábado, 7 de noviembre de 2020

Si yo fuera rico: Cómics de Noviembre 2020

El sinfín de lanzamientos que las editoriales continúan manteniendo en el mercado parecen ser el bote salvavidas de las librerías especializadas. Al menos en su mayor parte. Por ello y en la medida de lo posible para cada bolsillo, ahí van las recomendaciones comiqueras del mes con doblete vampírico.

SI YO FUERA RICO: CÓMICS DE NOVIEMBRE 2020

CONAN LA LEYENDA INTEGRAL 4 (Planeta)

Aconsejar el cuarto y último tomo de una serie sin mencionar previamente los tres anteriores viene a ser una recomendación al conjunto por la puerta de atrás. Que es exactamente lo que ocurre con el CONAN de Busiek (los dos primeros tomos) y Truman (los dos siguientes). Puesta al día al tiempo fresca y enérgica, que consigue dotar de nueva personalidad a las aventuras del cimerio sin traicionar su espíritu. En estas últimas historias el nivel de interés resulta algo menor, incluso con la recuperación de Roy Thomas para dar una despedida con sabor añejo, pero quizás demasiado reciclado. Con todo, se trata de una colección a disfrutar de principio a fin.

¿DRÁCULA, DRACUL, VLAD? ¡BAH...! (ECC)

El genio argentino Alberto Breccia sigue recibiendo ediciones de sus obras por parte de ECC Ediciones, lo cual les honra el buen gusto y enriquece su catálogo. Siguiendo con la recuperación del material editado en su momento por Sinsentido (como ya hiciera Astiberri con su flamante nueva edición de "Los mitos de Cthulhu"), llegan las coloridas viñetas del Drácula de Breccia y su exploración visual deslumbrante y humorística del personaje. El arte del argentino a gran tamaño resulta apabullante. Dedos cruzados para ver su versión de "El Eternatura" como uno de los próximos lanzamientos.

EL INMORTAL HULK TOMO 1 (Panini)

Tras la maravillosa etapa de Dan Slott y los Allred con "Estela Plateada", la aportación de Al Ewing y Joe Bennett al gigante esmeralda está cosechando críticas similares en cuanto a calidad y consistencia narrativa. Si bien aquí el género a explorar es el terror en una línea muy poco super heroica y poco cultivada por Marvel (con honrosas excepciones como "La tumba de Drácula" de Wolfman y Colan), que además parece evocar la estela de los cómics de E.C. de los años 50 causante, según algunos atolondrados reaccionarios de la época, de todos los males juveniles imaginables. Ese mismo caldo de cultivo permite ahora renovar las andanzas de Bruce Banner y su gigante verde interior.

LA TUMBA DE DRÁCULA 1 (Panini)
El terror que volvió a Marvel a principios de los 70 con la revisión del "comic code" retrógrado de las décadas anteriores, sirvió de trampolín para recuperar el atrevimiento y las ganas de sorprender al lector desde un género que se había enterrado en convencionalismos. Marv Wolfman aportó toda la fuerza literaria que la serie necesitaba tras varios guionistas de renombre y la hizo suya, alcanzando cotas de imaginación y sorpresa inesperadas. Gene Colan ya era un maestro del dibujo antes, y aquí ratificó su genio rayando en lo más alto de sus capacidades. La edición previa de la propia Panini, en formato integral y limitado se agotó con rapidez y se recupera ahora en 10 volúmenes en tapa dura con precio económico.

domingo, 1 de noviembre de 2020

Ha fallecido Sean Connery (1930-2020)

El actor escocés (Thomas) Sean Connery ha fallecido con 90 años de edad mientras dormía en su residencia de Las Bahamas. Su figura va más allá del talento para la actuación, quedando para la historia como una de las grandes leyendas del séptimo arte. Un icono de un carisma, personalidad y presencia arrolladoras. 

SEAN CONNERY (1930-2020)


Nacido en una familia pobre de Edimburgo y tras varios trabajos de lo más mundanos (lechero, socorrista, conductor), comenzó su carrera artística primero como culturista, luego modelo y finalmente actor. Comenzó en el teatro a comienzos de los años 50, pasó al cine en 1957 y llegó su oportunidad con "Brumas de Inquietud" en 1958. Lo siguiente fue su despegue definitivo con "Dr. No" en 1962, haciendo de su caracterización del famoso agente secreto británico James Bond, un hito en el cine. Retomó el papel en 6 ocasiones más, aunque la fama desmedida del personaje acabó por agotarle. 

Enseguida buscó nuevos retos que no le encasillaran, haciendo diversos géneros como "El día más largo" (1962), "Marnie" (1964), "La Colina" (1965) o "Shalako" (1968). Su capacidad dramática despuntó con el drama "Odio en las entrañas" (1970), se arriesgó con el fantástico psicodélico de "Zardoz" (1974) y comenzó sus aportaciones como secundario de lujo en "Asesinato en el Orient Express" (1974). La confianza que estos papeles le otorgaron se manifiesta con tres de las las mejores caracterizaciones de su carrera durante los dos años siguientes: "El Viento y el León" (1975), "El Hombre que pudo reinar" (1975) y "Robin y Marian" (1976).

Con un nivel ya incontestable, hizo un poco de todo, aportando con su presencia una categoría superior a la película en la que apareciese, ya fuese esta bélica ("Un puente lejano", 1977), comedia ("El Gran asalto al tren", 1979), suspense ("Atmósfera Cero", 1981), drama romántico ("Cinco días, un verano", 1982) o aventuras ("Los Inmortales", 1986). En plena madurez llegarían dos de sus roles más celebrados y memorables. "El nombre de la rosa" (1986) y "Los Intocables" (1987), por la que ganó su único Oscar de Hollywood.

Comenzó entonces a espaciar sus apariciones en pantalla, seleccionando cada vez más los proyectos y haciendo de su aparición un acontecimiento, como así atestiguan sus actuaciones en "Indiana Jones y la última cruzada" (1989) como el padre de Indy, "La Caza del Octubre Rojo" (1990), "Sol Naciente" (1993), o "El Primer Caballero" (1995). De esta época datan las dos composiciones más brillantes y menos populares de su etapa final como actor a causa del moderado -o escaso- éxito de las películas: "La Casa Rusia" (1990) y "Los Últimos días del Edén" (1992).

Luego comenzó su desencanto con la industria, y aunque nunca había residido en Hollywood (una buena temporada vivió en Marbella), la parafernalia nunca le gustó. Siguió rodando éxitos de taquilla con más de 65 años como "La Roca" (1996), "La Trampa" (1999) y su último film "La Liga de los hombres extraordinarios" (2003), pero se le notaba más cómodo en los dramas intimistas "Jugando con el corazón" (1998) y "Descubriendo a Forrester" (2000). Se retiró tras la discutible adaptación del cómic de Alan Moore, cansado de efectos especiales y focos. Rechazó volver a Indiana Jones y hacer de Gandalf en "El señor de los anillos". No le hacía falta y prefirió disfrutar de la jubilación en Las Bahamas, jugar al golf y pasar tiempo con su segunda esposa (durante 55 años) Micheline Roquebrune. Siempre será recordado por cualquier amante del cine como uno de sus iconos indiscutibles. Sean Connery ha fallecido con 90 años. Descanse en paz.

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