jueves, 7 de noviembre de 2013

Cómic: La Imposible Patrulla X: Dios ama, el hombre mata

Hoy comentario/reseña/crítica de LA IMPOSIBLE PATRULLA X: DIOS AMA, EL HOMBRE MATA. Con la recuperación de "novelas gráficas" Marvel de gran éxito en su momento, le ha tocado el turno a uno de los relatos más importantes de la mítica Patrulla X.

LA IMPOSIBLE PATRULLA X: DIOS AMA, EL HOMBRE MATA
de Christopher S. Claremont, Brent Eric Anderson y Steve Oliff: ***1/2

Al igual que en su momento comenté mi considerable desconocimiento del universo Marvel al acercarme a NICK FURIA AGENTE DE SHIELD, repito ahora esas mismas palabras para abordar el texto dedicado a DIOS AMA, EL HOMBRE MATA. Realizado en 1982, este título supondría una de las cumbres narrativas -por su repercusión- de un Chris Claremont que se convirtió en nombre clave para con el éxito popular de los mutantes durante su aportación a las aventuras de los mismos. Explorando el concepto de la integración de estos seres en la sociedad de su época y la ingente cantidad de fricciones que esto generaría, Claremont aprovechó su conocimiento de la franquicia y sus carismáticos personajes para construir un elaborado y emotivo panfleto contra la intolerencia. Crea un adversario inicialmente interesante con el reverendo William Stryker (luego reconvertido en militar de recursos para la franquicia fílmica de Brian Singer, que bebe directamente de este cómic para su núcleo dramático central en la mejor cinta de la saga X2), cuya principal fuente de poder y peligro reside en sus ideas y el discurso religioso que propugna. No es un supervillano con grandes poderes o planes de dominación mundial ansioso por el poder o el dinero. Ya posee ambos y su cruzada es un camino idealista potenciado por sus propios demonios personales. El fanatismo de este personaje brinda algunas de las mejores ideas del tebeo, pero al final su carisma se disipa inclinando su temperamento dialéctico hacia un mesianismo radical y violento algo formulista que propicia el clímax esperable. No obstante (aviso de leve spoiler) su no muerte resulta todo un acierto por parte del guionista que además pese al epílogo optimista cierra el relato con una nota amarga que otorga una lectura ambigua al conjunto muy agradecida.

La intervención de Magneto como aliado de la Patrulla X para la ocasión y la clarificación de sus objetivos, de nuevo basados en un idealismo pragmático y asentados sobre su pasado sufrimiento vital, ofrece un interesante juego de espejos con Stryker, mientras Xavier parece adoptar un segundo plano con su tímida posición de prudencia y no agresión, además de resultar manipulado pese a sus enormes capacidades telequinésicas. Claremont explota interesantes mimbres relativos a las ideas en juego y la acción se conduce siempre con eficacia hacia terrenos plausibles, haciendo de las set-pieces más destacadas auténticos momentos de tensión dramática inevitable y no meros highlights para para saciar las ansias de espectáculo del lector o propiciar el lucimiento del dibujante. Este, por otro lado, resulta ser un parco Brent Eric Anderson que tomó el testigo de Neal Adams, demasiado íntegro para renunciar a sus principios por participar en una buena historia, inicialmente atado al proyecto. Su labor no pasa de resolutiva y ciertamente hábil en la puesta en escena, pero poco memorable y algo impersonal en su plasmación de un elenco de personajes tan memorable, a excepción quizás de su elegante Magneto. Toda la fuerza de su narrativa se debe sin duda al entramado de Claremont y Anderson se pliega a sus necesidades, dejando entrever líneas a lo John Byrne (no en vano uno de los dibujantes más ilustres de los mutantes), pero quedando lejos de resultar un artista con estilo propio como aquel.

Como muchas historias de gran popularidad y aparición en un momento destacado dentro de los parámetros de su saga de adscripción, DIOS AMA, EL HOMBRE MATA leída con la perspectiva de los años resulta bastante sobredimensionada y acaparadora de una fama excesiva para el que suscribe. Su lectura deviene en un entretenido ejercicio de contención narrativa y exploración emocional salpicada de reflexiones interesantes y quizás más complejas de lo que su espacio de desarrollo permite, no en vano el dibujante comenta en los múltiples extras esta carencia de páginas para explayarse a gusto con el desarrollo gráfico de la historia. No obstante entre sus evidentes virtudes hay una que la convierte en un título a tener en cuenta y no dejar pasar por alto; su disfrute, entonces, ahora y probablemente en el futuro, perdura como un ejemplo de coherencia y validez temporal de su discurso. 

DIOS AMA, EL HOMBRE MATA podría entenderse como un sólido y perenne epílogo a la saga o una aventura autoconclusiva más densa y grave de lo normal, pero en cualquier caso ratifica a Chris Claremont como el autor más decisivo de LA PATRULLA X tanto por su declaración de principios en este relato como por la sensación de maravilla que esparció por esos otros grandes segmentos de sobra conocidos por el aficionado -o el neófito gracias a la recuperación fílmica que de los mismos se ha hecho hasta la fecha o está por venir- como son "La saga de Fénix Oscura" (en X3), "Días del Futuro Pasado" (de homónimo e inminente estreno), "La saga de el Nido" o "La saga de Proteus" (a ver si hay huevos con estas dos últimas, Singer y FOX).

La formidable edición de este destacado cómic corre, por supuesto, de la mano de Panini, que lanza un cuidado producto en tapa dura, exquisita reproducción del estupendo color de Steve Oliff y numerosos y jugosos extras, entre ellos las seis páginas iniciales que Neal Adams realizó a lápiz sobre el libreto inicial que nunca se continuó, aparte de entrevistas y reflexiones de su guionista y dibujante.

2 comentarios:

  1. Yo aún conservo la edición original de Forum y la reviso de cuando en cuando. Tal vez por eso, su grata impresión incial no se ha difuminado con el tiempo. Fue uno de los primeros comics que compré y siento por ella una debilidad especial. Gran obra.

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  2. Coincido en que se trata de un trabajo estimulante y atemporal que se puede disfrutar sin excesivo background y ofrece sólidas lecturas sobre lo que La Patrulla X supuso durante su época clave en manos de su gran valedor, pero en ciertos aspectos -sobre todo gráficos- no me ha parecido esa obra maestra anunciada y por ello que mi valoración, por supuesto positiva, no lo haya sido más.

    No obstante un excelente tebeo, sin duda.

    Saludos en paralelo.

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