Tras leer varias recomendaciones positivas e investigar un poco sobre su interesante premisa en cuanto a lo colindante de su temática con el western, finalmente puedo decir alto y claro lo muy disfrutables que me han resultado las primeras las aventuras de Rylan Givens.
JUSTIFIED TEMPORADA 1 de G. Yost y E. Leonard: ***1/2
Permitanme divagar un poco que la cosa viene a cuento. Lo primero, Rylan Givens. Un nombre de esos que se te quedan a la primera, una sonoridad que empuja a repetirla en voz alta (como Max Power, ya saben...) y un personaje forjado a base de golpes en un yunke de moralidad y justicia. Un arquetipo donde los haya que logra el milagro de sostenerse por su propia condición icónica sin caer en el exceso o la parodia, algo a lo que evidentemente ayuda la sobria y acertada caracterización de Timothy Olyphant. Pero lo mejor es que se trata de un protagonista con suficiente carisma en su lacónica presencia aparentemente unidimensional (mentira, claro) que el asistir a la sucesión de los problemas en los que se va mentiendo con creciente interés y mayor admiración, convierte a Rylan Givens en uno de esos tipos que de verdad te gustaría ser. Lograr esto tras tantas historias similares consumidas en mil y un formato es una auténtica proeza. Eso y un par de responsables de la talla de Elmore Leonard y Graham Yost para darle furia, dureza y brío a la creación, basada en una serie de relatos cortos del primero (no creo que necesite presentación) que se amplían con el buen hacer del segundo (guionista de SPEED, BROKEN ARROW, HARD RAIN y episodios de BAND OF BROTHERS y THE PACIFIC), estirando algo el segmento inicial tras el piloto, pero aportando eso sí pinceladas con las que definir a los personajes con inteligencia y sutileza.
Y otra bifurcación. JUSTIFIED es justo ese tipo de serie a medio camino entre la contundencia de BREAKING BAD y el trabajo resultón de FRINGE, pero que al finalizar su primer arco ha subido enteros a velocidad de vértigo. Un tipo de relato que arranca entretenido y con, aparentemente, pocas aspiraciones más que las de resultar simpático y bien construído, que poco a poco va creciendo hasta un punto de inflexión en que se le asoman por los costados las hechuras de algo mucho más magro de lo que pudiésemos haber adivinado al principio. Su arranque con ecos de duelo a lo O.K. Corral ("Te dije que te marcharas de la ciudad en 24 horas o te dispararía") se cierra circularmente con un asedio en la cabaña del bosque, dando buena cuenta de que estamos no solo ante el mejor western moderno trasvasado a tiempo presente, sino a una revisión fresca y renovada del mito fordiano del héroe crepuscular impelido a cumplir, pese a quien pese, su misión armado solo con su código moral y su pistola . Y eso para un amante confeso del género son palabras mayores.
Añadan el tinte negro brutal de Leonard, el humor irónico y cínico del mejor Shane Black en diálogos ácidos y ágiles cargados de sentencias impagables, secundarios bien perfilados y una trama que de su inicial y aparente simpliciad comienzan a salirle hilos e hilos que van tejiendo y complicando una historia adictiva y apasionante. No puedo adjudicarle mayor nota porque durante los primeros episodios se limita a proponer diversos casos autoconclusivos aportando poco más que buen humor y asentamiento de caracteres, lo cual difumina la potencia del conjunto, pero cuando el asunto arranca ya no hay quien lo pare. No se la pierdan, yo estoy deseando comenzar con la siguiente temporada.
Y otra bifurcación. JUSTIFIED es justo ese tipo de serie a medio camino entre la contundencia de BREAKING BAD y el trabajo resultón de FRINGE, pero que al finalizar su primer arco ha subido enteros a velocidad de vértigo. Un tipo de relato que arranca entretenido y con, aparentemente, pocas aspiraciones más que las de resultar simpático y bien construído, que poco a poco va creciendo hasta un punto de inflexión en que se le asoman por los costados las hechuras de algo mucho más magro de lo que pudiésemos haber adivinado al principio. Su arranque con ecos de duelo a lo O.K. Corral ("Te dije que te marcharas de la ciudad en 24 horas o te dispararía") se cierra circularmente con un asedio en la cabaña del bosque, dando buena cuenta de que estamos no solo ante el mejor western moderno trasvasado a tiempo presente, sino a una revisión fresca y renovada del mito fordiano del héroe crepuscular impelido a cumplir, pese a quien pese, su misión armado solo con su código moral y su pistola . Y eso para un amante confeso del género son palabras mayores.
Añadan el tinte negro brutal de Leonard, el humor irónico y cínico del mejor Shane Black en diálogos ácidos y ágiles cargados de sentencias impagables, secundarios bien perfilados y una trama que de su inicial y aparente simpliciad comienzan a salirle hilos e hilos que van tejiendo y complicando una historia adictiva y apasionante. No puedo adjudicarle mayor nota porque durante los primeros episodios se limita a proponer diversos casos autoconclusivos aportando poco más que buen humor y asentamiento de caracteres, lo cual difumina la potencia del conjunto, pero cuando el asunto arranca ya no hay quien lo pare. No se la pierdan, yo estoy deseando comenzar con la siguiente temporada.