jueves, 17 de noviembre de 2011

Tv: Breaking Bad Temporada 2

Las andanzas de Walter "Heisenberg" White y Jesse Pinkman continuan en esta segunda vuelta con inmediata continuidad respecto al final de la previa. Su nivel de calidad se mantiene e incluso se aupa una pizca, llegando al notable alto a partir de la mitad del ciclo.

BREAKING BAD TEMPORADA 2 de Vince Gilligan: ****

Hay series que son conscientes desde su primer fotograma y línea de diálogo de la grandeza que estan destinadas a conseguir, alcanzando al poco de su puesta en marcha la más alta cima del virtuosismo catódico; THE WIRE. Las hay que nacen por completo enclaustradas en una banda de Moebius, referenciales y reiterativas con el único objetivo de resultar dignos entretenimientos menores; FRINGE. Las hay directamente malas (aquí ahorro los ejemplos que existen a patadas) y también las hay que arrancan algo más temerosas de sí mismas pero que se van fortaleciendo por capítulo y temporada hasta erigirse en pilares maestros televisivos, como TREME, DEXTER o BREAKING BAD por lo que llevo visto de ella hasta la fecha. El tener anunciado el punto final con su quinta temporada asegura, además, un sistema de control adicional en forma de cuenta atrás que independientemente del éxito que el show acarree y sume año tras año, su creador Vince Gilligan ve como necesario para cerrar una trama compleja y atractiva una vez ha contado lo que quería contar. De este modo se le niega a la serie la posibilidad de deambular por delirantes estiramientos artificiales en su trama con el único objetivo de exprimir la audiciencia, cerrando un arco orgánico plurianual que se sostenga con la robustez que anuncia el segundo bloque de esta serie. A lo cual solo puedo decir bravo.

En cuanto a la serie en sí, mucho y muy bueno, comenzando con un portentoso Bryan Cranston que con cada intervención suya asistimos a una clase maestra sobre como componer un personaje con profundidad, energía, ternura y ambigüedad. Pero tampoco le anda a la zaga Aaron Paul, que desde su acertada creación de Jesse de la primera temporada ha gando enteros y comienza a vestir de tiros largos durante el último tercio de este ciclo, ofreciendo todo un derroche de talento en los últimos episodios. Lo mismo para secundarios tan carismáticos como Dean Norris (Hank) y Bob Odenkirk (Saul), que hará su arrolladora aparición en uno de los capítulos más desternillantes; "Better Call Saul". Aunque si hay que destacar un punto de fractura en la serie, este es el arranque de "Negro y Azul", donde una banda de mariachis a modo de coro griego anuncia el porvenir de Heisenberg. Es en esta delirante y genial secuencia/videoclip donde la serie cobra esa consciencia de sí misma, de su grandeza y posibilidades al jugar a la narración metalingüística metiendose de paso al espectador en el bolsillo.

El cierre de la temporada, una tragedia anunciada, puede parecer un truco tipo LOST para despistar con sorpresa final, pero en sí mismo supone una de las claves más crueles y despiadadas sobre el comentario moral que Gilligan sustenta en BREAKING BAD acerca de sus personajes y por lo tanto del ser humano; hagas lo que hagas, alguien saldrá siempre dañado, posiblemente los más inocentes. Una dura lección que a buen seguro no ha hecho sino comenzar. Indispensable.

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