viernes, 12 de abril de 2013

Cómic: Dieter Comès (II)

Hoy reseña/crítica/comentario de LA CASA DONDE SUEÑAN LOS ÁRBOLES y LA ÚLTIMA PARTIDA. La desaparición de este importante autor belga del panorama europeo el pasado mes de Marzo me obliga a recuperar algunos de sus trabajos más destacados, incluyendo en este segundo bloque el último que vio la luz en nuestro país, a la postre uno de los mejores para el que suscribe.

DIETER COMÈS: LA VIDA, LA MUERTE Y LA FANTASÍA RURAL BELGA (II)

Añadiendo a sus habituales elementos temáticos, como el costumbrismo mágico y la naturaleza la reflexión sobre la muerte, la herencia cultural o el conflicto bélico, el autor sostiene con el repaso de las obras aquí comentadas (añadiendo alguna adicional consumida algo más a vuela pluma) una coherencia y desarrollo personal en su trabajo dignos del más alto elogio. Estilo, personalidad, esencia pictórica y narrativa. Todos los talentos que un artista que ostente la valentía de tildarse a sí mismo como tal debería poseer. Comès los poseía todos.

LA CASA DONDE SUEÑAN LOS ÁRBOLES: ***1/4
Otra destacable aportación de Comès en el terreno de la fantasía costumbrista en la que los tintes sobrenaturales adquieren una mayor presencia respecto a sus otros relatos comentados. Fábula de venganza naturista (literalmente la naturaleza se venga de los humanos que pueblan o visitan uno de sus últimos reductos en la habitual tierra del autor), la evolución del relato, bajo la habitual brillantez de su trazo y habilidosa narrativa, flaquea ligeramente a la hora de construir con solidez unos caracteres un tanto difuminados y arbitrarios que se mueven empujados por unas circunstancias fantásticas atractivas que no acaban de ser convincentes.

LA ÚLTIMA PARTIDA: ****
Quizás la que sea la obra más madura y compleja del autor belga -por mí conocida- parezca adentrarse en terrenos menos familiares que los visitados en todos los títulos previos citados, pero la esencia del relato así como su marco físico y temporal vuelven a entregarnos al Comès más idiosincrático y puro. Solo que esta vez adquiere un tinte más funesto y mordaz en el diálogo que se establece entre un soldado y tres fantasmas que ocupan su trinchera. Su blanco y negro es exquisito, de una maestría técnica superlativa y la creación de tensión, humor, cinismo o reflexión vital dentro de su pesimista discurso invita a sucesivas relecturas y admiración continua.

No hay comentarios:

Publicar un comentario