lunes, 19 de marzo de 2012

Cómic: Pagando por ello

Debo reconocer que aunque sigue sin apasionarme ningún trabajo de los que llevo leídos de Chester Brown hasta la fecha, no puedo negar su enorme talento como narrador y lo provocativo e interesante de cada propuesta suya.

PAGANDO POR ELLO de Chester Brown: ***1/2

Abordar la temática autobiográfica dentro de la narración gráfica como medio de introspección y exorcización de demonios da paso, en este nuevo trabajo de Brown, al siguiente peldaño lógico dentro del uso de las propias vivencias y experiencias como fondo de armario temático; usar el cómic para hablar sobre los temas que preocupan, afectan e inquietan al autor en un tu a tu con el lector tan provocativo como interesante. En este caso el uso de la prostitución soslayando las relaciones románticas como único medio socialmente aceptado de tener acceso al sexo consentido. Un punto de partida que en otras manos bien pudiera parecer kamikaze, pero que el canadiense consigue domeñar a su antojo, conduciéndonos a una lectura amena, ágil, en la que se aprecia sobremanera (quizás más que en ningún otro trabajo suyo previo) la frialdad expositiva que le caracteriza, haciéndose ésta señal de identidad y emblema del discurso con la que racionalizar el tema en cuestión, encontrando con ello el equilibrio perfecto entre el como se cuenta y lo que cuenta. Un logro invisible con el que la obra adquiere una robustez a prueba de bombas.

Como ya hiciese a lo largo de EL PLAYBOY, Brown cataliza sus emociones (o su ausencia según se mire) a través de la lógica interna de un pensamiento enraizado en el análisis y el conocimiento, cualidad que intenta trasvasar al papel mostrando sus citas sexuales como un acto cuasi-matemático de cálculo de probalidades de éxito, fracaso, placer, decepción, etc...siendo motivadas todas ellas por las dificultades intrínsecas que le suponen las relaciones humanas desde un punto de vista práctico. De este modo pone en tela de jucio el emparejamiento como necesidad social, romántica o afectiva -siendo esta última la que postule como menos invasiva y dolorosa el autor- concluyendo en la defensa a ultranza del uso adecuado del servicio sexual consentido.

Los peros para con su punto de vista moral pueden ser variados, pero su maniobra sobre el papel resulta impoluta. Quizás como narración gráfica adolezca de cierta fuerza o capacidad de sorpresa e incluso pueda parecer reiterativa por momentos, pero como mecanismo narrativo ensayístico no deja de ser un ejercicio de convicción redondo. La edición en tapa dura con sobrecubierta de Astiberri respeta el formato original con pulcritud, ofreciendo un producto cuidado, repleto de reflexiones y notas finales a modo de bonustracks que enriquecen y complementan la obra de modo magnífico. Una lectura muy recomendable.

2 comentarios:

  1. Peros a su punto de vista moral encuentro pocos, muy pocos: yo también pago por sexo, y puedo asegurar que ni existe la explotación en todos los casos (y uno sabe buscar a quien no está explotado y las prostitutas y prostitutos que lo hacen por voluntad propia defenden su derecho a ejercer) y siempre afirmaré que cada uno con su cuerpo tiene derecho a hacer lo que le venga en gana, tanto alquilarlo como alquilar otro en pleno consentimiento. El cómic me parece una obra maestra y un tremendo avance social que, con el tiempo, situará a Brown como abanderado de la libertad y la lucha contra los prejuicios y la tiranía moral. Muy buena entrada.

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  2. Los peros a los que me refiero son los posibles prejuicios que le tengan al tema en cuestión los posibles lectores que desconozcan la temática de la obra. Pero incluso estos tienen su hueco y voz dentro del cómic a modo de reflexiones propias y ajenas, incluso en los apéndices mencionados.

    Pero independientemente del punto de vista personal la congruencia y solidez de la obra resulta indiscutible y eso dice mucho en favor del autor y la causa que defiende, dando muestras de un nuevo salto hacia delante dentro del medio al emplear el cómic como herramienta de lucha y cambio social. Un mérito que justifica la lectura.

    Gracias por tu comentario y saludos en paralelo.

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