viernes, 16 de noviembre de 2018

Tv: Bojack Horseman Temporadas 1-5

Entre la jungla audiovisual de Netflix (por cantidad, variedad y saturación) uno puede perder de vista ciertas propuestas que a priori no encajarían con los gustos propios, pero que son, si les damos el tiempo suficiente para que se definan ante nuestros ojos, un placer absoluto y creaciones de una calidad extraordinaria.

BOJACK HORSEMAN TEMPORADAS 1-5
de Raphael Bob-Waksberg y Lisa Hanawalt: ****

Una estrella de la televisión de los noventa en horas bajas intenta recuperarse a todos los niveles posibles, veinte años después de protagonizar una comedia familiar de situación de gran popularidad durante nueve temporadas, de una vida que ha virado del éxito hacia la indulgencia extrema. Bojack Horseman (Will Arnet en su versión original) es un caballo antropomórfico en un mundo en el que conviven humanos y animales. Vive en Hollywood y es un completo desastre. La serie arranca con la introducción en su vida de Diane Nguyen, una escritora fantasma encargada de la autobiografía que volverá a dar popularidad al protagonista. El esposo de esta, Mr. Peanutbutter un perro labrador también actor y opuesto emocional de Bojack, la representante Princess Carolyn y el compañero de piso Todd Chávez, son los otros personajes destacados de una serie con hilo narrativo continuado, donde la evolución dramática de los personajes resulta esencial y está cuidada al detalle.

La imaginación en la mezcla de mundos (animal/humano) ubicada en Hollywood, la frivolidad de la industria, la lucha de egos en el estrellato, las constantes miserias de Bojack (que se esfuerza por arreglar sus estropicios pero parece esforzarse más todavía en empeorarlos sucesivamente), las peculiaridades de Todd, la complejidad emocional de Diane, los equilibrios profesionales de Princess Carolyn o la comicidad aparentemente superficial de Mr. Peanutbutter, dan la oportunidad de hacer crecer exponencialmente a los caracteres ante nuestros ojos durante las cinco temporadas emitidas hasta la fecha.

De las numerosas virtudes de la serie, su guión y diálogos son sin duda el pilar maestro. Agilidad, mordacidad, profundidad, réplicas agudas, referencias a la cultura popular. Algunos monólogos de la serie convierten en arte la figura de la paronomasia (indispensable la versión original para disfrutar esto). Pero si hay algo que convierte en única a BOJACK HORSEMAN es su capacidad para emocionar con la exploración de la condición humana a través de animales. Personajes colaterales a los que das por sentada su asignación de un rol concreto pueden transformarse en figuras completamente tridimensionales con un episodio magistral como el dedicado a los recuerdos de la madre del protagonista. O hacer de otro episodio una aventura muda subacuática con un final de ternura apabullante. O arriesgarse a un capítulo basado en un dramático monólogo continuo en plano fijo con giro final desternillante. Los recursos narrativos y emocionales de la serie parecen ilimitados y en continua expansión. Lleva cinco temporadas en lo más alto sin signos de flaqueza. Un logro absoluto que merece salva de aplausos.

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