Las peripecias y desvaríos de la familia Bluth continúan sin signos de flaqueza o falta de imaginación. Los guionistas y realizadores de esta desternillante comedia de situación ofrecen una segunda ronda de capítulos igual de divertidos y originales que la inicial.
ARRESTED DEVELOPMENT TEMPORADA 2 de Mitchell Hurwitz: ****
El arranque de la segunda temporada nos muestra al protagonista, Michael Bluth e hijo, George-Michael, huyendo de su desastrosa familia, para acto seguido volver -inevitablemente- a ocuparse de ellos. Pero no solo por ese motivo, sino también por la necesidad del propio Michael de complicarse la vida continuamente, como el episodio del reencuentro con la fiscal que fingía ser ciega demuestra. La huida del padre a México, el ataque a Buster por parte de una foca, las locuras de pareja de Tobias y Lindsay, la novia ultra católica de George-Michael o el trabajo de su prima Maeby en un estudio de cine, son solo algunas de las nuevas subtramas a cada cual más delirante de esta segunda temporada de ARRESTED DEVELOPMENT. También se introduce al hermano gemelo del decano de los Bluth, interpretado por un Jeffrey Tambor que se desdobla en hippy con ínfulas paternas hacia Buster con el mismo ingenio con el que componía su rol de padre ausente y despreocupado.
Esta segunda temporada se compone de 18 capítulos (4 menos que la previa), pero mantiene intactas sus líneas de identidad. Aunque este dato anuncie de forma prematura su rápido declive en términos de éxito, como los 13 episodios de la siguiente confirman. Las sugerencias incestuosas, las enfermizas relaciones de dependencia, los ácidos comentarios sobre el racismo, la inmigración o las inseguridades/peculiaridades sexuales de buena parte de la familia, hacen del show un producto atípico y quizás demasiado atrevido para el mainstream, más teniendo en cuenta que Ron Howard es uno de sus principales valedores (amén de la voz en off de la serie). O en cualquier caso adelantado a su época. Motivo de más para visionar ARRESTED DEVELOPMENT y reír a carcajadas con la familia Bluth.
Esta segunda temporada se compone de 18 capítulos (4 menos que la previa), pero mantiene intactas sus líneas de identidad. Aunque este dato anuncie de forma prematura su rápido declive en términos de éxito, como los 13 episodios de la siguiente confirman. Las sugerencias incestuosas, las enfermizas relaciones de dependencia, los ácidos comentarios sobre el racismo, la inmigración o las inseguridades/peculiaridades sexuales de buena parte de la familia, hacen del show un producto atípico y quizás demasiado atrevido para el mainstream, más teniendo en cuenta que Ron Howard es uno de sus principales valedores (amén de la voz en off de la serie). O en cualquier caso adelantado a su época. Motivo de más para visionar ARRESTED DEVELOPMENT y reír a carcajadas con la familia Bluth.
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