martes, 27 de febrero de 2018

Cine: El Hilo Invisible (Phantom Thread)

El cine de Paul Thomas Anderson puede no ser apto para todos los públicos, pero su público -entre el que me encuentro- tiene sobradas razones para adorarle. Cada nueva película suya es un monumento al cine. PHANTOM THREAD no podía ser menos. Es más.

EL HILO INVISIBLE (PHANTOM THREAD)


No solo se trata de una cinta extraordinaria en lo audiovisual en todos sus aspectos artísticos, que Anderson mima para que brillen a la máxima altura y que aporten su propio peso específico al conjunto dramático, sino que el envoltorio va a juego con el interior del relato. La compleja personalidad del personaje protagonista (un Daniel Day-Lewis sencillamente perfecto) ofrece una serie de disquisiciones y matices sobre el talento creativo, tan rica y sutilmente expuestas, que en su choque con el amor inesperado que le llega con una joven (soberbia Vicky Krieps) camarera capaz de ser mucho más que una mera acompañante en una época difícil para la mujer y en una sociedad encorsetada hasta lo indecible, la reflexión que Anderson lanza sobre los lazos emocionales de la pareja, trascienden con mucho el mundo que maravillosamente retrata, a caballo entre el entomólogo detallista y el admirador del reflejo artístico que no se conforma con menos que la perfección dentro de su disciplina.

Una cinta de una fuerza visual desarmante, en la que cada mirada, cada escena y cada elipsis van encadenadas de forma inevitable, y en la que la música original de Jonny Greenwood resulta elegante, soterrada, romántica, doliente y envolvente. Una de las mejores bandas sonoras de 2017 para una de las mejores -si no la mejor- películas de 2017.

PD: Y si hay que ponerle nota: ****1/2

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