lunes, 30 de enero de 2017

Cine: Noviembre-Diciembre 2016

Aunque sea de modo terriblemente tardío, me opongo a olvidar la sección de cine y a dejar colgado el hueco de los dos últimos meses del pasado 2016. Incluso si eso supone retrasar más todavía el post dedicado a lo mejor del año, que prácticamente pospongo un mes más de lo debido.

PELÍCULAS DESTACADAS VISTAS EN NOVIEMBRE-DICIEMBRE 2016

ARRIVAL: ****
Cada nueva cinta de Denis Villeneuve viene a confirmar que estamos ante uno de los realizadores más sólidos y versátiles del cine contemporáneo. Adaptando un relato de ciencia ficción sobre un plausible contacto alienígena, el director canadiense configura un puzzle narrativo y emocional portentoso, donde la actriz protagonista Amy Adams sostiene el peso de la cinta con aplomo. La metáfora de la incapacidad de comunicación entre personas y la elegancia, sutileza y capacidad expositiva de la puesta en escena son solo algunos de los puntos fuertes de esta poliédrica y fascinante cinta.

EQUILIBRIUM: **1/4
Largamente postergada, al fin EQUILIBRIUM recibe visionado. La estética a lo MATRIX ha quedado algo desafasada, los efectos cantan bastante y pese a que la premisa resulte interesante a efectos teóricos, su recorrido no deja de presentar una serie de lugares comunes tan predecibles como fútiles por parte del director Kurt Wimmer. Tan solo aliviada por la pirotecnia de sus escenas de acción y el acertado hieratismo de un Christian Bale en forma, el largometraje supone un quiero y no puedo lo suficientemente entretenido como para dejarse ver.

LA INVITACIÓN: ***
La directora Karyn Kusama crea una atmósfera densa, ambigua e inquietante alrededor de una reunión de viejos amigos, dos de ellos con una tragedia en común que será el detonante de buena parte del drama. El misterio se desliza con una adecuada dosificación de la información y una planificación notable, que se acentúa con la magnífica banda sonora de Theodore Shapiro. La fotografía y el montaje también ayudan a que la tensión explote cuando salta la liebre y los personajes deben enfrentarse al propósito oculto de su pequeño conclave de amigos.

JASON BOURNE: **
Si el título de este cuarto capítulo directo de la saga Bourne (quinto dentro del universo del personaje), hubiese sido GREATEST HITS, al menos habría habido algo de honestidad en la propuesta, que se limita a repetir lugares comunes de la franquicia sin aportar absolutamente nada, sacándose de la chistera unas relaciones paternales traídas por los pelos que justifican su intervención e intentan insuflar una, inexistente a estas alturas, nueva vuelta de tuerca al protagonista. Ni Damon ni Greengrass aportan con la puesta en escena nada que no hayamos visto antes mejor.
MASCOTAS: **1/2
El cine de animación ha alcanzado unas cotas de sofisticación tan elevadas por parte de Pixar y de sus competidores en la distancia (el anime de Ghibli o la estupenda KUBO sin ir más lejos), que cualquier producto que no alcanza una media elevada de calidad en el guión a los varios niveles que le exigimos los espectadores con cierta experiencia, parece sufrir de una esclerotización narrativa que puede con el resultado. MASCOTAS propone una historia demasiado simple y lineal, contando con una producción impecable y la simpatía que generan los animales domésticos.

STAR TREK BEYOND: *1/2
Que sea J.J. Abrams el responsable de la renovación trekkie en la gran pantalla no deja lugar a demasiados experimentos. Vista la entretenida (aunque discutible en ciertos aspectos morales roddenberianos) película inicial, seguida de una secuela todavía consistente en su clasicismo lineal y narrativo en lo relativo al guión, llegamos a la tercera parte, ya sin dirección del ínclito vendedor de humo hollywoodiense de última hornada. Pasa a manos del especialista en acción Justin Lin, que propone exactamente lo único que sabe hacer: acción. Se echa en falta guión, personajes y, en fin, Star Trek.

UNA CUESTIÓN DE TIEMPO: ***1/2
El cine de Richard Curtis (LOVE ACTUALLY) propone una serie de temas comunes que funcionan estupendamente en sus manos, capaces de amalgamar el drama, el romanticismo y la comedia como pocos realizadores británicos actuales (aunque sea neo zelandes de origen). La familia, el amor, el paso del tiempo, todo ello queda plasmado con brillantez en esta deliciosa cinta que usa un macguffin fantástico -el viaje en el tiempo- para recorrer todo el espectro emocional habitual del guionista y director. Destaca el papel secundario del magnífico Billy Nighy.

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