Liberalismo para Dummies: Pablo y las PENSIONES

Hoy presento el segundo capitulo de la recién estrenada sección de Liberalismo para Dummies, escrita a cuatro manos con Álvaro Basallo en su blog Cajón Desastre. En esta ocasión nos atrevemos con las pensiones.

LIBERALISMO PARA DUMMIES: PABLO Y LAS PENSIONES

Juan Mariano, nuestro abogado del barrio, acaba de salir de ver a un cliente y se ha encontrado las ruedas de su coche en el suelo. Llama a su amigo Pablo, el mecánico, que se acerca con la grúa y le recoge de la calle. Mientras se dirigen hacia el taller comienzan a hablar en la cabina como quien no quiere la cosa:

- Coño chaval, ¿qué le han hecho a tu coche? Para mi que los ratones no se te han comido las cuatro ruedas al mismo tiempo.

- Algún desgraciado de dos piernas que no le ha debido de gustar lo que dijo el juez sobre su caso.

- Es que tienes una profesión de alto riego y más en este barrio.

- Pues me han jodido y justo llegando a fin de mes. Que la broma no saldrá barata, ¿no?

- Bueno, haremos precio de amigo, pero qué me vas a contar a mi de llegar a fin de mes. Que mi mujer ha tenido que volverle a pedir dinero a mi suegro.

- ¿Tan mal te va la cosa?

- Mira el universitario, claro, como a ti te sobra.

- Coño, no te acabo de decir que la bromita de las ruedas me deja tieso este mes.
- Ya, pero tú por lo menos llegas. Que nosotros, sin la pensión, la mitad de los meses ni de coña.

- Pues agárrate los machos porque vienen curvas. Procura no estar así dentro de unos años.
- ¿Lo dices por si casca el viejo?
- Hombre, también, pero aunque viva 100 años, fijo que de aquí a poco no está cobrando lo mismo.
- ¡Pero qué me dices! ¿Qué nos van a quitar también las pensiones? ¡Joder con los del PP! No se me llevan los calzoncillos porque los llevo finos, que si no.
- Ya me he vuelto a meter en la del otro día...
- No me cambies de tema, ¿qué pasa con el dinero de mi suegro? No me acojones.
- Para empezar, no han sido solo los del PP, ni los del PSOE, ni tampoco lo tengo yo, que me venía de perlas para las ruedas.
- ¿Pues quién lo tiene?
- Nadie, el problema es que se lo han estado dando a los jubilados de los últimos años y con eso de que cada vez se tienen menos hijos y los viejos viven más, con los que trabajamos ahora casi no da para pagar a los jubilados y la cosa no va a mejorar.

- Joder, cada vez que hablo contigo me deprimo, la próxima ronda de ruedas te las pincho yo.
- Y que quieres que yo le haga, es la verdad, puedes saberla, o esconder la cabeza.
- Pues casi prefería la del avestruz. ¿Y cuál es la verdad?
- En el fondo es muy sencillo, hace 30 años, había mucha más gente trabajando que jubilada y mucha más natalidad, que hacía creer que la cosa iba a seguir igual durante mucho tiempo. Las aportaciones de toda esta gente daban, de sobra, para pagar las pensiones de aquel momento.
- Pues mu rico, ¿no? Mejor para todos, así que habrá mucho ahorrado.
- Pues no, pero ahora te digo. Ya hace 15 años se empezó a ver que no se tenían tantos críos y por tanto, la gente que estaría en edad de aportar años después iba siendo cada vez menos.
- Ya, pero si eso lo ves tú, la gente que estaba en el gobierno de entonces, lo vería y haría lo que hiciese falta para arreglarlo.
- Eso sería lo suyo, pero un político no tiene interés en arreglar las cosas que explotarán más allá de cuatro años.
- No lo entiendo.
- Lo que dura su mandato.
- ¿Y si vuelve a salir?
- Esta bien, ocho años.
- No me jodas, no me puedo creer que no hiciesen nada.
- Yo tampoco, pero así es y espera, que ahora viene lo mejor.
- ¿Reaccionaron?
- No, todo lo contrario, hace como 10 años el problema era aún peor de lo que se había previsto y además aún no se había hecho nada al respecto. Y en este contexto empezó la crisis.
- ¿Y qué tiene que ver la crisis con las pensiones?
- ¿De dónde crees que salen las pensiones?
- De la hucha de las pensiones, lo dicen en las noticias todos los días.
- No me tires de la lengua con la hucha de los cojones, que apenas da para un año por sí sola.
- ¡No me jodas!
- No te agaches. No, en serio, si se dejase de sacar dinero de los sueldos de los currantes para echar a la hucha, habría para poco más de un año.
- No me lo creo.
- Te lo aseguro, los datos son públicos y va a peor.
- ¿Más?
- Sí, con seis millones de parados te puedes imaginar que entra menos dinero en la hucha y además, de vez en cuando, cogen para pagar el paro.
- Pero bueno, ¡esta gente no da una!
- Tú lo has dicho Pablo.
- ¿Y qué hacemos?
- Emigrar a Venezuela.
- ¿Está mejor allí la cosa?
- Creo que no, pero pregúntale a la Montañez, que te da mil euros.

- No sé de que me hablas y no me cambies de tema, que encima de tener al  abuelo en casa ahora lo van a dejar sin dinero. ¿Qué se está haciendo para arreglar esto?
- Se está haciendo lo mismo que los últimos 30 años, absolutamente nada. ¿Tú sabes lo que es un timo piramidal?
- Sí, hace no mucho le partieron la boca al Tino por lo de las papeletas.
- Pues eso, tú le das 10 euros a Tino y el te hace del club. Luego tú buscas otros tres para que te den 30 euros a ti y has ganado 20. En el momento en el que deja de entrar gente nueva, los últimos pringaos empiezan a partirle la boca a los anteriores, hasta que llegamos al que lo empezó, que ya ha tenido tiempo de largarse con la pasta.
- Ya, ya, si eso es lo que pasó.
- ¿Y no ves el parecido?
- Pues no del todo, no me creo que el gobierno de turno sea tan desgraciado, igual me da el color. ¡Que son nuestros padres y abuelos, leñe!

- Pues fíjate si serán, que la gente se pasa toda la vida pagando para algo que no le va a llegar y cuando se enteren, el político que lo inventó está muerto o en Suiza recogiendo ganancias.
- ¡La madre que los parió! Ahora no sé si me apetece cambiarte la ruedas, partirte la boca, o tirar para La Moncloa en plan kamikaze.
- Casi cámbiame las ruedas y empieza a ahorrar para no depender del abuelo.
- Sí, que a perro flaco todo son pulgas. ¿Y no hay alguna alternativa de esas tuyas?
- Hombre, a estas alturas soluciones mágicas no hay, pero se debería de empezar por asumir que cada uno debe de pagar su pensión y no depender de cuentas de la vieja ajenas, ahorrando durante el tiempo que se trabaje.
- Si a mi casi no me llega, ¿cómo voy a ahorrar más?
- Bueno, de lo que te quitan cada mes para las pensiones, si te lo devolviesen, te sobraba para pagarte una a ti solito y la dentadura del abuelo si me apuras.
- ¡Coño! Pues que me lo devuelvan.
- Eso, ¡qué nos lo devuelvan!
- Lo que yo decía, ¡Políticos a la hoguera! ¡Borbones a los tiburones! ¡Salud y república!