jueves, 3 de octubre de 2013

Cómic: Marshal Law

Hoy reseña/comentario/crítica de MARSHAL LAW. Amar el Noveno Arte tiene cosas como esta; de vez en cuando le sorprenden a uno con la recuperación de títulos tan agradecidos como este.

MARSHAL LAW, MIEDO Y ASCO de Pat Mills y Kevin O´Neill: ****

MARSHAL LAW entronca de lleno con esa revuelta conceptual y moral a la que Alan Moore y Frank Miller prendieron mecha con WATCHMEN y EL REGRESO DEL CABALLERO OSCURO a mediados de los ochenta. Un revisionismo duro, cínico y complejo sobre el concepto del superhéroe. Pat Mills (autor fogeado en la clásica 2000 A.D. inglesa) se encargó de ofrecer otra vuelta de tuerca sobre el tema ampliando la cantidad de ironía y mala uva sobre los superhéroes y todo el ámbito de dignidad, ética, luninosidad e incorruptibilidad que suele rodearlos, dinamitando hasta los cimientos estos conceptos y arrojando dardos envenedados contra todo orden establecido. En ciertos aspectos (distopía futurista o ucronía distópica como jugoso telón de fondo, héroe cotidiano enfrentado a enemigos superiores a los que humilla y detesta, incorrección política constante y algunos elementos más) MARSHAL LAW se emparenta de modo más directo con la igualmente magnífica AMERICAN FLAGG de Howard Chaykin, adelantada esta algunos años más a todas las anteriores. Pero Mills es capaz, con la inestimable ayuda de Kevin O´Neill cuyo anguloso y geométrico trazo resulta inconfundible y muy apropiado para la visión del guionista, de crear una obra idiosincrática y rabiosamente personal que mezcla las referencias citadas con otras más británicas como JUEZ DREDD, ubicando la trama en San Futuro (una San Francisco asolada y medio-reconstruída por el terremoto definitivo) y sacando un partido tremendo a los ambitos religiosos, políticos y sexuales con los que se despacha a gusto.

Recopilando los seis primeros números de la serie, este arco inicial titulado MIEDO Y ASCO ha visto la luz de la mano de ECC, que entrega un manejable tomo en rústica con cubierta satinada muy agradable, más de 190 páginas a todo color con una reproducción aceptable del material original y sobre todo el disfrute continuo de una obra ácida y demoledora. Muchas posteriores (destacando la recién finalizada THE BOYS) deben, al menos, cierta pleitesía en su gráfica representación de la violencia y el sexo por parte los supuestos super-héroes (en realidad soldados alterados por el gobierno para luchar en una guerra ilegal en sudamérica) reconvertidos a su regreso del deber en auténticos criminales, cuando no meros ladrones y asesinos, a los que MARSHAL LAW pone en su sitio a base de balas y puños. No se la pierdan.

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