Hoy reseña/crítica/comentario de HANNIBAL. En el continuo revival de escasez de ideas fílmicas, la televisión aprovecha para rescatar (corregidas -si es que eso es posible- y aumentadas-esto sí que sí-) ideas previas de la gran pantalla, estiradas para la ocasión en la pequeña. Juzguen ustedes.
HANNIBAL TEMPORADA 1 de Bryan Fuller: ***
Parece una constante del entretenimiento audiovisual de nuestros días que solo se pueda reinventar algo en lugar de inventarlo. Los productores parecen empeñados en apostar solo a valores que demostraron ser seguros en el pasado, repitiendo sus esquemas primordiales y actualizándolos a la época del I-Pad y el consumo a la carta vía test-screenings detallados al minuto. En semejante caldo de escaso cultivo, ciertas propuestas televisivas sobresalen por encima de la mediocridad pese a ser en sí mismas refritos de lujo (HOMELAND, JUSTIFIED, THE AMERICANS) y apuntan maneras interesantes que se alargarán más o menos en tiempo -algunas seguramente más de lo estrictamente necesario para su desgracia cualitativa- con una construcción elaborada e inteligente que se sustenta sobre unos personajes protagonistas interesantes y poliédricos. Aunque esto se cumpla a rajatabla con el doctor Lecter, en contra de su adaptación catódica contaba con un bagage fílmico considerable (no olvidar la aportación de Brian Cox en el HUNTER de Michael Mann), sobre todo por la memorable caracterización de Anthony Hopkins en EL SILENCIO DE LOS CORDEROS y sucesivos films. Y aunque el inglés fuera perdiendo fuerza a cada paso del recorrido en intensidad y sorpresa, su presencia e imponente solidez suponían un escollo considerable para el agraciado en recoger el testigo del personaje.
HANNIBAL, la serie, cuenta con dos ventajas iniciales a este respecto, siendo la primera de ellas por supuesto la acertada elección de Mads Mikkelsen como Doctor Lecter y la segunda el protagonismo de Hugh Dancy, auténtico rol central del serial como Will Graham (papel heredado de William Petersen y Edward Norton), añadiendo a estos una destacada lista de secundarios fijos como Lawrence Fishburne y ocasionales como Lance Henriksen, Anna Chlumsky o Ellen Muth. Además, el descubrimiento de Hetienne Park, una belleza asiática que realiza un sólido trabajo como agente del F.B.I. y amiga de Graham. El recorrido del drama sigue los parámetros conocidos de la saga con el F.B.I. solicitando ayuda a un experto psquiatra para atrapar a un asesino en serie. A partir de aquí y con cuidada puesta en escena se desgrana una sucesión un tanto truculenta y con algo de acumulación de psicópatas por minuto que mezcla con soltura la explícita violencia gráfica de C.S.I. o MENTES CRIMINALES con algo más de personalidad en el trabajo lumínico y atmosférico, algo que unido al atractivo de sus personajes y al enrevesamiento progresivo de sus tramas consigue que el seguimiento de la serie se convierta en un agradable placer para el paladar.
Quizás con un regusto a repetición hábilmente maquillada, pero resultado positivo a fin de cuentas, su cierre -confirmada ya su nueva temporada- ofrece un cliffhanger llamativo que fuerza la imaginación para salir del mismo airoso en su continuación. Veremos que nos sirven como segundo plato.
HANNIBAL, la serie, cuenta con dos ventajas iniciales a este respecto, siendo la primera de ellas por supuesto la acertada elección de Mads Mikkelsen como Doctor Lecter y la segunda el protagonismo de Hugh Dancy, auténtico rol central del serial como Will Graham (papel heredado de William Petersen y Edward Norton), añadiendo a estos una destacada lista de secundarios fijos como Lawrence Fishburne y ocasionales como Lance Henriksen, Anna Chlumsky o Ellen Muth. Además, el descubrimiento de Hetienne Park, una belleza asiática que realiza un sólido trabajo como agente del F.B.I. y amiga de Graham. El recorrido del drama sigue los parámetros conocidos de la saga con el F.B.I. solicitando ayuda a un experto psquiatra para atrapar a un asesino en serie. A partir de aquí y con cuidada puesta en escena se desgrana una sucesión un tanto truculenta y con algo de acumulación de psicópatas por minuto que mezcla con soltura la explícita violencia gráfica de C.S.I. o MENTES CRIMINALES con algo más de personalidad en el trabajo lumínico y atmosférico, algo que unido al atractivo de sus personajes y al enrevesamiento progresivo de sus tramas consigue que el seguimiento de la serie se convierta en un agradable placer para el paladar.
Quizás con un regusto a repetición hábilmente maquillada, pero resultado positivo a fin de cuentas, su cierre -confirmada ya su nueva temporada- ofrece un cliffhanger llamativo que fuerza la imaginación para salir del mismo airoso en su continuación. Veremos que nos sirven como segundo plato.
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