lunes, 2 de septiembre de 2013

Cómic: Y, el Último Hombre Volumen 1

Hoy reseña/crítica/comentario de Y EL ÚLTIMO HOMBRE 1. La recuperación de esta popular serie por parte de la actual propietaria de los derechos de publicación del material de Vertigo, ECC, viene a cubrir un hueco destacado en el panorama comiquero de la Sci-Fi adulta.

Y, EL ÚLTIMO HOMBRE VOLUMEN 1: SIN HOMBRES
de Brian K. Vaughan, Pia Guerra y José Marzan Jr: ***1/2

En el que probablemente sea uno de los mejores arranques de una serie en cómic moderna, su responsable principal el guionista Brian K. Vaughan ofrece todo un recital de narrativa e inteligencia para enganchar al lector. En un margen de 29 minutos (el primer capítulo) el autor prepara toda la trama central de su relato en función de múltiples implicados y sub-tramas, focalizando la atención sobre Yorick Brown, un joven tarambana con gusto por el escapismo, una novia en la otra punta del mundo y un mono capuchino como compañero de piso. Simultáneamente todos los hombres del planeta así como cualquier ser vivo con el cromosoma Y en sus genes muere de repente. Todo el género masculino de la tierra a excepción de Yorick y su mono Ampersand (&) se extinge, dando por resultado que su existencia pase a ser de una importancia capital para el futuro de la humanidad. Con este impresionante prólogo da inicio un recorrido de sesenta números en el que con la clásica y eficaz estructura del viaje, Yorick y sus dos acompañantes, una protectora designada por el gobierno para escoltarle en todo momento, la agente 355 y una experta genetista, la doctora Mann (afroamericana y oriental respectivamente, lo que da idea del colorido femenino que poblará la obra), intentarán averiguar el misterio de su supervivencia, así como vadear los muchos obstáculos y problemas que se les vendrán encima con motivo de su misión, siendo un buen montón los que encuentren a lo largo de esta primera entrega: un movimiento de radicales femeninas del que forma parte la hermana de Yorick, las Amazonas, obsesionadas con destruir todo resquicio de lo masculino en la nueva sociedad, un grupo de militares israelíes capaces de viajar hasta los Estados Unidos para controlar el destino del último hombre, asaltadoras de trenes, modelos de lencería recolectoras de cadáveres, republicanas armadas capaces de matar por mantener las posiciones políticas de sus difuntos maridos y algunos personajes más igual de peculiares que logran componer un tapiz basto y complejo en perpetua ampliación a medida que el relato se va desarrollando.

Vaughan demuestra ser un escritor habilidoso, capaz de componer con solidez sus caracteres y articular la narrativa en función de un ritmo trepidante, plagado de situaciones plausibles y dinámicas que hacen avanzar con agilidad la trama central, pero que nunca pierde al lector con las múltiples sub-tramas que salpican y condicionan el camino de los protagonistas. Maneja el empleo de los flashbacks y el cliffhanger con gran pericia, pero equilibra con talento el continuará con el drama intrínseco de la cada episodio que lo preludia. En cuanto a su dibujo, obra de la dibujante canadiense Pia Guerra, entintado por José Marzan Jr y coloreado por Pamela Rambo, el trabajo resulta mucho más discreto, buscando ante todo efectividad mediante la desnudez expositiva y una planificación cinematográfica muy cinética, incluso en la diagramación de los diálogos, dando lugar a una puesta en escena totalmente al servicio de su guión, donde las caracterizaciones son suficientemente individualizadas como para que la lectura no se detenga ni un momento en la ubicación de los personajes y la trama se mueva continuamente.

La recuperación del trabajo por parte de ECC en formato de tomos en rústica que algutinan seis números americanos originales, obedece al -lógico- interés de la editorial por lanzar un producto de innegable calado entre el fandom a un precio asequible. La decisión, muy criticada en su momento por ser idéntico el formato escogido al editado por Planeta en su momento con siete tomos que recogían desde el número 18 de la colección americana hasta su conclusión, puede pecar de poco lujosa, no obstante incluye las portadas y algunos textos complementarios y se hace fácilmente adquirible en su disponibilidad bimensual (de diez tomos), aunque a la larga el coste al bolsillo y su lugar en la estantería hubiesen quedado mejor apañados en la inicialmente anunciada edición deluxe de tapa dura.

2 comentarios:

  1. ahhh, que gran obra de cómic, un imprescindible de las estanterías comiqueras y una gran historia de ciencia ficción, me recuerda en cierto sentido al planeta de los simios (la original)e incluso con reminiscencias de otra de Heston: The Omega Man

    ResponderEliminar
  2. La premisa no es del todo original, pero su planteamiento y forma de conducir la acción si que resulta fresco, muy dinámico. Vaughan sabe como hacer que el guión no desfallezca en ningún momento. Buen tebeo, y de duración apropiada, termina justo cuando y donde debe terminar.

    Saludos en paralelo.

    ResponderEliminar