jueves, 27 de junio de 2013

Cómic: The Ultimates Volumen 4

Hoy reseña/crítica/comentario de THE ULTIMATES: EL GRAN ROBO DE AMÉRICA. Para cerrar la saga de estos remozados Vengadores, su guionista se decide por el bigger is better, multiplicando la aparatosidad y el espectáculo de su propuesta hasta culminar una batalla colosal entre mundos coronada por la friolera de cuatro splash pages dobles seguidas, en un derroche de exceso que acaba por arrancar la sonrisa cómplice.

THE ULTIMATES VOLUMEN 4, EL GRAN ROBO DE AMÉRICA
de Mark Millar y Bryan Hitch: ***1/4

La mejor sesión palomitera en cinemascope, 3D, 5.1 y demás parafernalia está asegurada. No hay demasiadas sorpresas en lo que nos depara la recta final de esta colección. Espectáculo, atronador espectáculo y un tour de force de pirotécnicos excesos que culminan el camino de Millar y Hitch reconduciendo a todos los héroes de Marvel a su unión de fuerzas contra una amenaza global en la que los trucos de Loki traerán más de una sorpresa. Aunque el edificio reluzca como nunca, en realidad el guionista no puede esconder que los cimientos y la estructura formal del mismo esconde el homenaje a la aventura sin frenos de Kirby y en menor medida al moralismo de Lee. Esto, evidentemente no es óbice para bañar de una pátina de modernidad (algo de sexo y bastante violencia explícita) y referencias populares -planos de EL SEÑOR DE LOS AÑILLOS parecen colarse en la batalla final y el guiño al EPISODIO I de Star Wars es más que notorio- a los vaivenes del super grupo, que en esta entrega se hacen acreedores del auténtico significado de su designación como Vengadores. En especial el más colateral Ojo de Halcón, que adquiere una relevancia y protagonismo destacados, convirtiéndo su personaje en el más maltratado y al tiempo interesante del conjunto.

Para lograr el efecto bombástico necesario Hitch exprime los lápices con brío y gran calado, pero tras una invasión Chitaruri y grandes peleas entre super tipos, la elefantiasis en viñetas que nos entrega está a punto de resultar a estas alturas algo reiterativa. No obstante y sabiendo de antemano que nada más puede pasar tras ese choque titánico y colosal, pues la serie toca a su fin, el lector puede olvidarse de cualquier dosificación hormonal y arremeter gustoso contra el empacho de splash pages, el exuberante colorido de Laura Martin y la sensación evasiva de entretenimiento gigantesco que el tebeo genera sin ninguna medida a lo largo de esta cuarta entrega del coleccionable. Traiciones, giros, mentiras, revelaciones, explosiones y destrucción a todos los niveles imaginables es lo que vamos a encontrar en estas páginas. En este aspecto sus responsables no pueden ser más honestos; ya han montado su castillo de naipes y ofrecido los apuntes emocionales y situacionales necesarios para ubicarlos en el presente, ahora se limitan a volarlo todo por los aires. Y de propina regalan un epílogo canónico con el Capitán América de protagonista a modo de guiño. Como producto mainstream no se le puede pedir mucho más, aparte de que su formato en tomito de precio asequible dentro de la colección Ultimate de Panini facilita la adquisición y su disfrute.

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