Cómic: Starman Volumen 1

Hoy reseña/crítica/comentario de STARMAN VOLUMEN 1. No conocía STARMAN de nada. Ni el nombre del guionista estrella que lo relanzó, James Robinson, ni sus orígenes, ni su pertenencia al supergrupo de turno. Bueno, Tony Harris me sonaba de algo, pero no como dibujante de esta obra. ¡Que sorpresa más agradable!

STARMAN VOLUMEN 1 de James Robinson y Tony Harris: ***1/2

He de confesar que desde que se anunció su lanzamiento la serie venía recomendada y laureada por numerosos seguidores y conocedores de la misma en su época de renacimiento. Mi habitual bastión y faro luminoso en el entretenimiento de calidad, maese Rubiales, fue como es agradecida costumbre el primero en alzar la voz en favor de este trabajo. Y nuevamente las expectativas han estado a la altura del resultado, STARMAN es un cómic modélico en cuanto a calidad y originalidad de planteamientos. Primero, Robinson es capaz de alumbrar un reinicio estupendo y dramático para otorgarle peso específico al relato desde su arranque, empleando para ello la mitología disponible del personaje y afianzando sobre una saga familiar la responsabilidad heroica de la figura de Starman y su actuación en Opal City, su ciudad de acogida. Segundo, Harris desarrolla al poco de comenzar su andadura un estilo sintético y de gran fuerza plástica ayudado por el expresivo color de Gregory Wright, adquiriendo a partir del sorprendente (y magnífico) quinto número "Charla con David, año 95", los mimbres de una voz propia tan interesante como adecuada para con el proyecto en cuestión.

La solidez de planteamientos del guionista, que mezcla con desparpajo personajes preexistentes del Universo DC reconvertidos a sus necesidades específicas, nuevos seres fantásticos de creación propia, estrambóticas situaciones circenses, milimétricas narraciones en paralelo, el coleccionismo como modus vivendi del protagonista o su reacia actitud a cargar con el peso del heroísmo convierten el devenir de la serie durante este primer tomo en un cúmulo de elementos a cada cual más disfrutable. También es cierto que al dibujante se le nota cierta falta de aplomo a lo largo de los primeros episodios y que encontraremos los habituales saltos de continuidad estética a cargo de un solvente Teddy Kristiansen en un relato en flashback con Oscar Wilde como co-protagonista y un menos destacado Matt Smith, cuya pobre resolución ilustrativa y rudimentaria puesta en escena afean uno de los números claves en cuanto a conexiones con la Sociedad de la Justicia.

Con todo, el conjunto se va robustenciendo según avanza la trama y el archienemigo de Starman se solidifica con intenciones futuras de asegurar el entretenimiento al lector fiel. La lujosa edición cuajada por Planeta en tapa dura con extras y comentarios de Robinson engloba los diecisiete primeros episodios y pone los cimientos de una serie magnífica, cuyo precio quizás pueda parecer algo elevado, pero que se compensa con creces dada la calidad y disfrute del producto.