Cómic: Flex Mentallo

Grant Morrison ha sido un autor poco mentado en este blog, a pesar de ser un nombre importante del cómic mainstream moderno. Su personal estilo aglutinador de multitud de referencias literarias y/o populares, unido a una serie de constantes metafísicas en su obra dan por resultado a un artista que no deja indiferente.

FLEX MENTALLO de Grant Morrison y Frank Quitely: ****

La obra aquí comentada era uno de esos títulos inéditos en nuestro país que contaba con la popularidad y admiración de los fans del escritor escocés, tanto por la temática abordada como por los vericuetos narrativos en ella expuestos, un auténtico crisol de lo mejor y más exagerado que el responsable de LOS INVISIBLES es capaz de parir. Con este punto de partida podremos encontrar en este cómic en cuestión tanto una inicial aventura a modo de homenaje paródico al super-héroe musculoso de la Golden Age, como una revisión metaliteraria de la propia condición creadora del autor ficticio (que desliza también entre líneas la auto crítica igualmente paródica, asumiendo incluso un par de roles dentro de la misma historia, tanto disfrazado de villano como homólogo de dicho autor) del personaje. Un juego de espejos y conexiones a múltiples niveles de existencia que no dejan de golpear al lector desde el principio hasta el final de esta miniserie de cuatro números, a la postre tan breve como contundente, cuya concrección quizás alimente más todavía la potencia de su discurso abigarrado, complejo y polisémico.

A los lápices e inaugurando una dupla de lujo encontramos a Frank Quitely, uno de los grandes talentos del tebeo popular americano que entregaría trabajos magníficos junto al guionista como la reseñada ALL STAR SUPERMAN, WE3 o la reciente BATMAN Y ROBIN. Quitely consigue adaptarse a las enrevesadas y desafiantes complejidades narrativas de Morrison con una capacidad tanto para el detalle como para el espectáculo admirables, resolviendo con particular acierto los pliegues intertextuales que conectan las ideas más estrambóticas y fascinantes del tebeo. Un logro en su exposición secuencial que enriquece la escritura del guionista, convirtiéndose en su mejor aliado a la hora de traducir en inteligible visualmente el discurso metafísico del escocés. Sobre el tema del recoloreado, tan cacareado por los fans más puristas, puede que en cierta medida los pigmentos originales aportasen una lectura más expansiva y cómplice sobre el recorrido cronológico del personaje en cuanto a mitología super-heroica revisitada, pero en lo que a la experiencia de su lectura aporta, las nuevas capas apenas entorpecen el disfrute y entretenimiento que la trama genera per se.

La pulcra y cuidada edición de ECC, con tapa dura y sobrecubierta, aporta todo el lujo que esta obra requería, justificando al tiempo su precio y la aureola de trabajo referencial de sus respectivos autores. En este caso el lanzamiento resulta tan agradecido como importante dentro del sello Vértigo, al tratarse de un título pequeño pero de grandes aspiraciones y excelentes resultados. Uno de los mejores trabajos de Morrison sin duda.