martes, 24 de abril de 2012

Tv: Californication Temporada 5

Como ya comenté con motivo del visionado de la ronda previa, los enredos sexuales y vitales de Hank Moody parecían ver su fase terminal tras una temporada visagra que podía haber cerrado con dignidad al personaje. De nuevo, esta mediocre ronda deja abierta la puerta a otro venidero segmento.

CALIFORNICATION TEMPORADA 5 de Tom Kapinos: **1/4

Es cierto que tras cinco años de emisión ya nos habíamos acostumbrado al nihilismo errabundo y romántico, terriblemente simpático, de David Duchovny (alias Hank) y sus secundarios de lujo, haciendo de cada episodio de esta serie un despliegue de diálogos afilados, réplicas memorables y al menos un par de situaciones divertidas, cuando no tronchantes, por episodio. Pero también es cierto que la temporada previa ya perdía fuelle respecto a las anteriores y su continuidad estaba en entre dicho desde su mismo inicio. Se consiguió estirar el chicle hasta esta quinta y última. Quizás debieron dejarlo estar. No tanto por la calidad media del producto, siempre aceptable y en términos de producción a la altura de las previas, sino por el poco peso específico con el que cuenta como material de partida y lo insulso de su desarrollo a lo largo de la temporada quizás menos interesante de todas las emitidas. Amén de un final horroroso, no tanto por su elección sino por el modo de llevarlo a cabo, el cual parece garantizar una tirada más.

La premisa es de por sí de una originalidad más que dudosa, procediendo a un salto temporal de varios años en la vida de los personajes para en realidad retomar su pista vital más o menos donde la habían dejado. El tiempo pasa pero los productores permanecen y las directrices que marcan las líneas maestras de la serie vuelven a los lugares comunes que tan bien conocen y funcionan. A saber; Hank fornicando con quien no debe, Runkle viviendo continuas situaciones delirantes, Becka dando el salto hacia la madurez desde la elección de un joven sosías paterno, una fiesta final casera donde las cosas se les van de las manos, etc... Nada nuevo en el horizonte.

Y no obstante la cosa funciona. Uno lo pasa en grande volviendo a ver los clichés y absurdos a los que son sometidos los personajes, porque nos gustan y les tenemos cariño. Posiblemente más que los arrojados guionistas que deciden darle cerrojazo a CALIFORNICATION con un giro final gratuito y mal planteado que no solo deja entrever una moralina injustificable dentro de una serie de explícitas características, sino que acaba por dejar un sabor de boca amargo a una temporada final no demasiado lúcida, pero que en cualquier caso era la última en las peripecias de Hank Moody. Se merecía más, algo que quizás consigan en la siguiente.

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