jueves, 1 de septiembre de 2011

Cine: Beginners

Aun podemos alegrarnos de que en la cosecha de cada temporada surjan una peliculita o dos de esas que bien valen la entrada al cine (o casi, que los precios son ya ridículos oigan), de esas que cuentan historias íntimas, pequeñas pero importantes y conmovedoras en su sinceridad y desnudez temática.

BEGINNERS (PRINCIPIANTES) de Mike Mills: ***3/4

Hace poco saludaba los méritos de TODAS LAS CANCIONES HABLAN DE MÍ con la que la cinta hoy comentada guarda puntos de conexión. También he revisado recientemente la estupenda 500 DÍAS JUNTOS en un (in)consciente recorrido sentimental sobre las rupturas y uniones de la pareja en la treintena. No puedo -ni quiero- ocultar mi interés sobre el tema, pues como decía el personaje de Steve Martin en GRAND CANYON, la magnífica cinta de Lawrence Kasdan, "...las películas contienen las pequeñas claves de la vida". Continuo motivo de reflexión, dudas, dolor y alegría, la pareja en ciernes o en su ocaso supone una puerta abierta a multitud de puntos de vista literarios, fílmicos o musicales (siendo quizás estos últimos los más prosaicos e irrelevantes en su cargante tediosidad y pomposa reiteración), no obstante la ocasional sutileza y elegancia del cine underground americano permite que un tema cardinal como este pueda abordarse desde prismas variados y confluyentes con una aparente ligereza que esconde todo el peso de la declaración vital, de un revulsivo ejercicio de exorcismo y síntesis emocional; nunca darse por vencido.

La premisa de BEGINNERS es -aparte de autobiográfica para Mills- adyacente al tema en cuestión, pero lo enriquecerá gracias a una puesta en escena fluida y a un guión que ensamblará sus líneas con un trabajo preciso de acumulación e integración de las diferentes vertientes que va mostrando. El padre del protagonista, un siempre correcto Ewan McGregor, sale del armario con 75 años tras la muerte de su mujer. Las vivencias de este, enorme Christopher Plummer, en su última etapa de vida marcarán el devenir de la nueva relación de su hijo con una irresistible Mélanie Laurent. Los recuerdos de infancia del personaje central con su atípica madre, la última -y más enriquecedora- etapa de convivencia con su padre, los intentos laborales por dar salida a su claustro sentimental o la divertida relación heredada con el perro de su padre (causante de algunos de los intantes más tiernos y forzadamente hilarantes de la película) van sumando poco a poco los activos suficientes para alcanzar una mini-catarsis personal que en su choque e implicación con los sinsabores de su nueva pareja darán por resultado el comienzo (uno de los "principios" a los que alude el título) de quizás la primera relación adulta del protagonista.

La puesta en escena sencilla, directa, se ve acompañada de una fotografía de tono apagado unida a las escenas que ilustran el estatismo vital del protagonista, al tiempo que los recuerdos con su padre en el pasado reciente y su madre en el lejano se colorean e iluminan casi imperceptiblemente, del mismo modo que el esperanzador plano final se ilumina llenando la pantalla de frescura. Mientras algunos elementos se emplean con mayor énfasis y quizás algo de exceso de subrayado (la humanización del perro y sus reflexiones subtituladas o los insertos fotográficos que atan los sentimientos a un todo independiente de las épocas que retratan), otros -los más- resultan cautivadores y emotivos, como los actos de desobediencia civil, las actitudes heredadas de los padres o los miedos provenientes de lo aprendido de ellos, amén de las maravillosas secuencias de toma de contacto y cortejo mutuo entre McGregor y Laurent.

Hay tres cosas destacadas que debo señalar de BEGINNERS; la compañía en la que ha de verse (estupenda en mi caso), la confirmación de que las mujeres francesas son las más guapas y mejores actrices del mundo y que las historias que hablan de personas y emociones son las únicas que se pueden reinventar una y otra vez, siendo capaces de interesar siempre si quien nos las cuenta tiene algún matiz destacado que aportar. Este es uno de esos casos.

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