jueves, 25 de agosto de 2011

Cómic: Concrete (I)

La serie aquí comentada se ha extendido en el tiempo casi veinte años, proveyéndola su creador de una inusitada profundidad y dimensión existencial con el devenir de las aventuras de su protagonista, un hombre corriente atrapado en un cuerpo de hormigón. Hoy primera parte de este pequeño monográfico.

CONCRETE de Paul Chadwick: ****

El guionista y dibujante de la saga parte de una idea conocida e incluso ya expuesta en el tebeo popular con famoso protagonista previo (Ben Grimm alias LA COSA, que comparte más de un paralelismo con el personaje de Chadwick), pero donde aquel intenta sobrellevar su condición de meta-humano dotado de poderes con una única posibilidad (la condición heroica) como solución a su nueva existencia dentro de un universo plagado de super-héroes de similar composición y ubicación personal, Ronald Lightgow se ve atrapado en una espiral de acontecimientos que lo lanzan a primera línea de popularidad tras un pesadillesco encuentro y posterior experimento alienígena. Solo que el mundo de Ron es el nuestro. Es el mundo real, no hay super-héroes y las visitas extraterrestres no hacen más que fugaz aparición en el traumático episodio de su conversión en CONCRETE, la mole de roca a la que es trasvasado su cerebro. Con este punto de partida el autor construye poco a poco un gran fresco emocional y vital de un protagonista humano que se ve privado de todo contacto físico cercano y asimilable como convencional a cambio de ser poseedor de un cuerpo asombroso y estanco capaz de proezas físicas alucinantes que lo aisla y desconcierta por igual.

Serializado desde 1986 hasta el 2005 todo el material de Norma aquí comentado y publicado en siete tomitos en blanco y negro, emplea la narración en primera persona mayoritariamente como método de asimilación de la nueva situación personal a la que Ron se enfrenta, usando para ello el monólogo y la reflexión interna sobre docenas de asuntos que le asaltan y sorprenden debido a sus nuevas circunstancias vitales (alimentación muy poco convencional, ausencia de sexo, visión prodigiosa, enorme fuerza física y muchas otras) con todas las repercusiones que esto conlleva en su día a día. Como antiguo hombre, Ron se preocupará de cantidad de problemas emocionales que perduran en su interior, siendo capaz de ir atisbando debido a las circunstancias la clave de muchas de ellas antes esquiva; la perspectiva. Al renunciar -forzosamente- a su fisicidad humana podrá tomar ahora con inusual lucidez consciencia de muchas de las inquietudes que le asaltaban y superaban, logrando un estado superior de comprensión tanto propia como ajena. A este respecto personajes como la científica Maureen y el asistente Larry, le servirán como acicate emocional de su aparente quietud exterior, sirviéndole en bandeja a Chadwick sentidas reflexiones a largo plazo sobre el amor, el sexo, la amistad y las relaciones interpersonales en general, desde el aislamiento más descorazonador a la cercanía más complice y tierna.

CONCRETE vivirá aventuras en las que se refleje su inalcanzable soledad tanto en las profundidades (título del primer tomo) de la tierra -y el océano- como en sus alturas (título del segundo), luchando más ocasionalmente de lo que gustaría por su supervivencia, llevado al extremo de su considerable pero limitada resistencia física tanto por desconocimiento como por las arrojadizas decisiones imprevistas con las que acaba metido en más de un atolladero en el que se demostrará que una pequeña ayuda ocasional la necesita hasta el gigante de piedra más pintado. Pero no será el único protagonista, tanto Maureen como Larry tendrán sus enredos, amores y problemas que se torcerán y complicarán la existencia de un Ron dispuesto a lo que sea por ayudarles. Destaca la historia del cuarto volumen "La sonrisa del asesino" y subsiguientes relatos cortos de suspense y terror como prueba de la multitud de facetas basadas en cánones genéricos que Chadwick es capaz de abordar de modo ejemplar. Como añadido, la conjugación cronológica de todos estos relatos deviene en un afianzamiento y exploración de las personalidades de los personajes que verán fortalecidas sus idiosincrasias y amplificados los matices de sus caracteres. Un trabajo de composición profundo y exaustivo que da idea del esfuerzo, seriedad y alcance de la obra.

Puedes continuar la lectura en la segunda parte.

2 comentarios:

  1. me lei el comic de Killer Smile: la sonrisa del asesino, y tengo q reconocer que me gustó. Es diferente, un enfoque muy inusual en este tipo de comics, y el tratamiento que reciben sus personajes, no sé que tal el resto de la obra, pues solo me lei esta, pero debo decir que parecia más el enfoque de una peli del estilo road movie, que un comic sobre Concrete, y sin embargo, me gustó bastante

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  2. Curiosamente "Killer Smile" es de las historias más atípicas de CONCRETE, pero aun así resulta un ejemplo de narrativa con pulso y estudio profuso de personajes y situaciones límite. La serie merece muchísimo la pena al completo, pero el gasto es considerable. La alternativa económica es pillar el recopilatorio en formato grande de albúm (HISTORIAS COMPLETAS 1986-1989) que Norma editó previamente a la colección completa. Tomo que por cierto aun está de saldo a 5e en tiendas como CRISIS. Un botón de muestra estupendo de la calidad de CONCRETE y el talento de Paul Chadwick.

    Saludos en paralelo.

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