domingo, 15 de mayo de 2011

Tv: The Wire (Bajo Escucha)

Definir una obra maestra en cualquiera de las artes conocidas es un acto que tiene tanto  de valentía como de temeridad. Defender como una obra maestra un trabajo que nos ha impactado, conmovido y cambiado nuestra forma de ver y entender el mundo es un acto de justicia. THE WIRE es, para mí, una obra maestra.

THE WIRE de David Simon y Ed Burns: *****

Voy a evitar meterme, por lo arriba apuntado, en los berenjenales que supone la disección del concepto en sí mismo y paso a valorar lo mejor posible, pero sin exceso de celo y espacio (ya habrán leído y leerán de gente mucho más certera las virtudes de esta imprescindible serie) los motivos y aspectos principales que convierten en una experiencia inigualable el visionado de las cinco temporadas que constituyen el total de este poema contemporáneo televisivo de la HBO. Básicamente porque resulta a estas alturas del todo innecesaria la ristra de adjetivos superlativos que sería capaz de dedicarle de modo incansable a todos y cada uno de sus elementos narrativos, temáticos o audiovisuales, tan solo apelaré a las sensaciones que todavía bullen en mi cabeza tras la colocación de la última pieza de este puzzle colosal, su simplemente perfecto episodio final. Podría escribir ríos de tinta (digital) alabando el empleo de la - ausencia de - música, de su soberbia fotografía entre documental y naturalista, de todos y cada uno de sus aspectos técnicos y artísticos, pero solo voy a abordar someramente los tres que, creo, son las claves de su maestría; la puesta en escena, las tramas y los personajes.

THE WIRE es la disección de la ciudad americana moderna de David Simon, secundado por el ex-policía Ed Burns. A través del género policiaco más verité jamás filmado y de forma brutalmente seca, la serie evoluciona de forma casi imperceptible hacia una aspiración superior, hacia una anatomía despiadada de la sociedad cosmopolita contemporánea, del mundo actual en toda su dimensión y profundidad. Y lo hará desde el más bajo escalafón de la cadena (los vendedores de las esquinas, los yonkis, los vagabundos, los trabajadores de sol a sol, etc...), hasta el más elevado (los políticos, los oficiales superiores de policía, los traficantes a gran escala), pasando por todos los demás. THE WIRE es un catálogo tan feroz como emotivo de las relaciones humanas al tiempo que un fascinante mecanismo de relojería narrativa, con unos guiones trazados con tiralineas a varias temporadas vista.

Con dicha anticipación y la libertad artística que la bendita HBO (que llegó a dudar del producto en su 4ª temporada debido a su escasa repercusión comercial) les permitía a sus creadores, la serie se construye y presenta con una parsimonia que puede resultar cargante y exasperante para con el seguidor de CSI, pero como dijo David Simon; "Que se joda el espectador medio". No le llevará al consumidor que demande calidad a sus productos demasiado tiempo el comenzar a engancharse a los personajes mejor y más brillantemente dibujados en la historia de la televisión. McNulty, Freamon, Bubbles, Omar, Kima, Stringer, Bunk o Avon, serán nombres que se van a recordar de por vida gracias a un plantel actoral que deja en paños menores a todo lo oscarizado en la última década. Su dirección sobria, contenida, densa, inteligente y desafiante siempre va un paso por delante de nosotros. Sus tramas se desarrollan a tantos niveles con tanta complejidad que a veces resultará necesario espaciar los capítulos, pero al retomarlos, su seguimiento se verá fortalecido y la pasión por la saga se incrementará exponencialmente por episodio y temporada hasta acabar concluyendo de modo indefectible que THE WIRE es una jodida obra maestra.

2 comentarios:

  1. Se puede decir mejor y con más palabras como ya hizo vd Jero con su soberbio artículo "Jimmy McNulty y el día que murió el cine" (lo recuerdo perfectamente!), pero por los comentarios que todos los que hemos quedado fascinados por esta serie hemos volcado por la red, no se puede decir más claro; THE WIRE es la obra cumbre de la Tv contemporánea.

    Aprovecho para agradecer al "hermano de sangre" Rubs que, como muchos otros productos de calidad, me recomendase esta serie.

    LOAS SEAN DADAS AL HACEDOR SIMON! ;-)

    Saludos en paralelo.

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