viernes, 27 de mayo de 2011

Cine: The Burrowers

Los comentarios dispersos pero insistentes dedicados a esta cinta han conseguido convertirla en un agradable sleeper de descarga (o compra vía extranjero, porque de edición en castellano nada). Desde este blog perpetúo la recomendación.

THE BURROWERS de J.T. Petty: ***1/4

Encontrar una película del oeste en nuestros días es ya de por sí una rareza. Que esta sea mínimamente interesante todo un logro. Por ello que la extraña mezcolanza genérica que en este título se aborda llega al aficionado como un refrescante viaje hacia el corazón del terror en las praderas americanas. Vaya por delante que se trata tanto de un sobrio western disfrazado de cinta de terror, como de una eficaz monster-movie ambientada en el oeste. Y es ambas cosas a la vez (que no ninguna), siendo su gran virtud el sopesar de modo elegante y clásico ambas vertientes, extrayendo de dichos géneros sus fluidos básicos para lubricar un producto que funciona a la perfección como engranaje que une dos vertientes a priori tan dispares. Si dentro de los derroteros del far west comienza con la canónica búsqueda de la chica secuestrada por unos malvados seres extraños (con el ambicioso peligro de citar una de las cumbres del séptimo arte; CENTAUROS DEL DESIERTO) que en este caso no son indios aunque en ellos se focalize gran parte de historia, la trama se va reconduciendo de modo inteligente hacia el suspense y el terror desprovisto de trucos baratos.

De este modo la hibridación genérica se aborda con una homogénea dirección y puesta en escena, en la que además su estupendo guión - también obra de Petty - se salta bastante a la torera algunos mínimos de consumo comercial, como mantener el protagonismo intacto, edulcorar el final o moralizar sobre temas transversales, dando por resultado un film más que correcto en sus propuestas y acabado formal, donde la fotografía quemada de Phil Parmet o la interesante partitura original de un habituado al exceso de tópicos como Joseph LoDuca, destacan por su contención y adecuación a la historia narrada. Incluso su acertado casting con tres nombres que coincidieron a lo largo de la serie LOST, como son el siempre soberbio Clancy Brown (comiéndose el protagonismo de todo proyecto que le incluya), William Mapother y Doug Hutchinson, permite a los actores alternar sus roles para conjugar las personalidades de unos personajes con aristas y matices inusuales en una cinta de estas características, recordando por momentos a la magnífica LAS COLINAS TIENEN OJOS de Alexandre Aja.

Evidenteme la producción denota bajo - aunque bien aprovechado - presupuesto, el ritmo es pausado y puede parecer hasta tedioso al neófito para con el género de Ford, Hawks y Hathaway, pero en cuanto se aceptan las reglas del juego propuesto (que basicamente vienen a ser "no hay reglas", al menos no las convencionales), el film se va fortaleciendo en su desarrollo hasta alcanzar un climax imponente, que se ve continuado con inusual interés una vez resuelta la trama central ante la sorpresa del espectador, para ofrecer una conclusión y posteriormente un epílogo final demoledores, que otorgan a la cinta un regusto amargo y descorazonador, pero que redondean un trabajo tan sorprendente como estimultante. No se la pierdan.

2 comentarios:

  1. Gracias por el descubrimiento. Para la saca.

    Por cierto, espero tu crítica de El Castor.

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  2. Es una curiosidad en toda regla que merece la pena.

    La de Gibson, sin dejar de resultarme interesante no es una prioridad, pero si te ha gustado y quieres comentarla, ya sabes que este es tu blog e invitado a ello quedas.

    Saludos en paralelo.

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